Thread by @Ribosoma_P

👩‍🦰💉Indira Jáuregui era antivacunas. Pero después de pasar 18 días internada por covid-19 cambió radicalmente su forma de pensar.

Conectada al oxígeno en un centro asistencial, esta mujer de 49 años, sintió que su vida estaba llegando a un punto de no retorno.🧵
Fuente: CNN

"Para mí fue como enfrentarme a la muerte. Estaba boca abajo y me puse a pensar en mi vida. Pensé en lo que no hice y en lo que debí hacer. Pensé en el tiempo que no pasé con mi familia por estar trabajando. Pensé en los abrazos que no di, en las llamadas que no hice". dijo.

Ya que los hospitales estaban colapsados, Indira fue internada en un lugar habilitado para atender pacientes en medio de la emergencia. Hasta ahí llegó con su madre de 72 años, una hermana, su cuñado y su sobrino. Todos contagiados con la covid-19.

Ella nunca creyó en teorías conspirativas más bien tenía miedo a los potenciales efectos secundarios de la vacunación. Y su profunda convicción en los métodos de sanación natural, que la llevaron a creer que no era necesario vacunarse.

Indira es terapeuta alternativa. Cuando comenzó a estudiar aprendió la técnica japonesa del reiki y ahora trabaja con biomagnetismo, que es una terapia con imanes.

En su círculo les interesa todo lo que es natural, todo lo que tiene que ver con una visión holística de los seres humanos. Indira explica que ha leído muchos libros sobre las vacunas y los efectos negativos que tienen en la salud.

"Yo era antivacunas porque conocía casos de personas que, antes de que llegara la covid-19, se habían vacunado contra otras enfermedades y habían sufrido efectos secundarios", recuerda.

"No quise vacunarme cuando apareció el virus del H1N1. Pensaba que, como las vacunas tienen metales pesados, podían causar muchos efectos secundarios. Creo que por ahí viene el miedo. Las vacunas me daban miedo", resalta.

Cuando comenzó la pandemia por la covid-19, Indira pensaba que era "como algunos virus de transmisión sexual". Pero cuando llegó al Perú empezó a tomar conciencia y tomar todos los cuidados para no contagiarse y no contagiar a otras personas.

Sin embargo, cuando ella y su familia dieron positivo, tuvieron que internar a todos en la Villa Panamericana. Al tercer día, Indira empezó con una fiebre alta y se elevó su presión, incluso no podía comer.

Al sexto día empeoró su condición y fue conectada a un balón de oxígeno. A medida que pasaba el tiempo iban aumentando el oxígeno porque no mejoraba, hasta que el médico le dijo que tenía que pasar 17 horas boca abajo.

"Toda mi vida pasaba por mi mente, desde la niñez hasta ese momento. Decía... "Dios mío, dame otra oportunidad", recuerda.

Con esa experiencia Indira se dio cuenta de lo que estaba pasando y entendió que hay cosas que la ciencia sabe por qué las hace. "Fui antivacunas y ahora me arrepiento. La covid-19 casi me quita la vida".

Cuando volvió a casa estaba convencida de vacunarse. Esperó los tres meses que hay que esperar y lo hizo. Y ahora esta esperando el tiempo para su vacuna de refuerzo.

"Con el tiempo, creo que Dios me ha dado la razón de que fue bueno que cambiara de opinión, porque hace tres meses falleció mi tío Félix por covid-19 y él nunca quiso vacunarse".

"Conozco a varias personas que no quieren vacunarse, pero cuando conversamos les digo que si no quieren vacunarse por ellos mismos, que lo hagan por sus seres queridos".