[Últimas luces se apagan en el edificio.
El eco repite amortiguadamente los cansados pasos de unas botas en el pasillo desierto. El bedel pone el código de la alarma, cierra y se marcha a casa.
El perezoso motor de su viejo vehículo arranca con estrepitosa vibración a la tercera]
El eco repite amortiguadamente los cansados pasos de unas botas en el pasillo desierto. El bedel pone el código de la alarma, cierra y se marcha a casa.
El perezoso motor de su viejo vehículo arranca con estrepitosa vibración a la tercera]
[El habitáculo está frío como la muerte. Un hálito helado penetra por el hueco de la lentísima calefacción. Por el vaho del pequeño retrovisor central, puede ver sus ojeras, la negra humareda del escape y una única luz aún encendida en la última planta: el despacho de marketing]
[En una lujosa mesa con forma oval de caoba, varios vasos y colillas de puro acompañan unas botellas casi vacías de Bourbon y coñac. Sede de BALENCIAGA]:
- No hay cojones de coger esas sudaderas con agujeros del contenedor y venderlas a 900 pavos.
- ¡¿QUE NO?! Sujétame el cubata.
- No hay cojones de coger esas sudaderas con agujeros del contenedor y venderlas a 900 pavos.
- ¡¿QUE NO?! Sujétame el cubata.
Envío gratuito, ME CAGO EN MI PENA NEGRA. 
Lo más (lo menos) gracioso de la historia es que el bedel gana menos de lo que cuesta la puta sudadera.
Buenos días y #FelizSábado a todos menos a Carlota Corredera y Paz Padilla.
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