Querido @petrogustavo: observo atónito su sumisión a la #LeyendaNegra contra España afirmando que debe pedir perdón por un supuesto genocidio que cometió en la América hispánica, comparándolo con Auschwitz. Pero, ¿es correcto hablar de genocidio? ¿Y compararlo con el nazismo?
Dejaremos que le conteste el Dr. en Historia D. Antonio Rubial García: “No podemos decir ‘la conquista fue devastación y exterminio, o ‘los españoles vinieron a matar a los Indios’. Algunos hablan de genocidio [gesticula como si estuvieran locos]”
Continúa el profesor: “No podemos comparar lo que hizo Hitler en el Holocausto, que fue una consciencia de exterminio de un pueblo por razones étnicas, a una conquista, donde a los españoles lo que menos les convenía es que los Indios se murieran, porque son su fuerza de trabajo”
Y repite: “¿Cómo van a exterminar a su fuerza de trabajo? Es absurdo […] A los españoles lo que les interesa es que los Indios trabajen para ellos, y a los frailes lo que les interesa es que esos Indios se conviertan y se salven”
Y acaba: “[…] La mayor devastación no vino de los humanos, vino de los microorganismos. La conquista fue una una conquista de los microbios”
El Dr. Rubial deja claro que no hubo ningún genocidio en América por parte de los españoles, y que es de "locos", parafraseando sus gestos, compararlo con el nazismo. Pero, ¿qué hay de las batallas militares? ¿Acaso no fueron españoles contra indígenas?
Lo explica bien Marcelo Gullo. La conquista la hicieron los indígenas, aliados de los españoles, contra otros indígenas: «[El español] Cortés juntó un ejército de 200,000 hombres de los pueblos oprimidos [por los Aztecas]. Si no Cortés jamás podría haber derrotado a los Aztecas»
¿Pedir perdón? No hay que pedir perdón, explica Gullo: «Se liberó a cientos de naciones del imperialismo más atroz. El canibalismo ¿Pedir perdón por qué? ¿Pedir perdón por liberar a la humanidad de esa lacra que era el imperialismo antropófago? Pedir perdón de ninguna manera»
Lemkin, el creador de la palabra genocidio, en su obra sobre genocidio, publicada en 1944 en EEUU, describe qué es un genocidio: «Un plan coordinado con el objetivo de destruir grupos étnicos [...]»
O la definición de la ONU y ls Ley internacional, que es aún más reducida, y que Anne Applebaum explica muy bien: «En la práctica, según los documentos de la ONU, genocidio es la eliminación física de un grupo étnico entero, en una manera similar al Holocausto [...]"
¿Planificó entonces, España, la eliminación de los indígenas? Veamos. En 1512, el Rey de España firma las Leyes de Burgos: «Los indios son hombres libres y legítimos dueños de sus casas y sus haciendas». Extraño genocidio que declara libres y dueños de sus casas a las víctimas.
Las Leyes de Burgos contenían una serie de pautas que intentaban hacer las Encomiendas más humanas y menos abusivas, pero por desgracia esto no terminó con el maltrato de algunos españoles contra los indígenas, de modo que, en 1542, Carlos I las abolió por completo.
Las Leyes Nuevas, de 1542, firmadas por el Rey de España: «Ordenamos y mandamos, que por ninguna causa, guerra, ni otra alguna, de ninguna manera se pueda hacer esclavo ninguno». ¿Por qué prohibir la esclavitud si el objetivo es el genocidio?
Hubo españoles que se revelaron contra estas leyes. Pizarro fue uno de ellos, encabezando una rebelión en el Virreinato del Perú. La rebelión fue aplastada, y Gonzalo Pizarro fue condenado a muerte por decapitación. ¿Por qué hacer eso si la intención era el genocidio?
En el Imperio Español, aún así, había esclavitud, como era común en la época en todo el planeta. También había negros libres, que eran incluso conquistadores, como Juan Garrido (quien luchó junto a Hernán Cortés), o caciques locales, como los Mulatos de Esmeraldas en Ecuador.
También los hubo en el mundo de la cultura, como Juan Latino, que se convirtió en catedrático de Gramática y Lengua Latina de la Universidad de Granada en 1556. Algo que EEUU no consiguió hasta bien entrado el siglo XX (por contraste). Extraño genocidio.
En 1720 las tribus Apaches reciben permiso de España para entrar cruzar sus fronteras y poder ser protegidos de los Comanches que les perseguían. Las tribus indias llevaban siglos matándose entre ellas. ¿Qué tipo de genocidio es aquel que protege a los indígenas que lo piden?
¿Y qué dicen las fuentes primarias? Después de la Conquista española, un indio de Yucatán escribió de su pueblo antes de la llegada de los españoles: «no había enfermedad; no tenían huesos doloridos; entonces no tenían fiebre alta; no tenían viruela; no tenían pecho ardiente».
El texto pertenece al Libro del Chilam Balam de Chumayel, escrito en el siglo XVI por indios mayas en alfabeto escrito español. Y en el se ve la principal queja del indígena: las enfermedades. ¿Acaso los microbios planearon un genocidio? Pero sigamos.
Como han demostrado Charles Gibson y Juan B. Lastres, y como reconoce Henry Dobyns, en México y Perú los registros muestran catorce (14) epidemias en el primero y hasta diecisiete (17) grandes plagas en el segundo entre 1520 y 1600. Todo dentro de los primeros cien años.
Las enfermedades fatales del Viejo Mundo mataban más efectivamente en el Nuevo, y las enfermedades benignas se volvían mortales en el Nuevo. Un misionero alemán dijo en 1699: «los indios mueren tan fácilmente que la sola mirada y olor de un español les hace dar el alma»
Los anales de principios del Imperio Español están llenos de quejas sobre la caída catastrófica en el número de nativos americanos. Antonio de Herrera anotó en su historia de varios volúmenes la extrema susceptibilidad de los indígenas a las enfermedades.
¿Por qué se quejan los españoles de que se mueren los indios, si su objetivo, si su plan, si su intención es, como dice usted, D. Gustavo Petro, el genocidio de los mismos? Veamos más quejas.
Juan de Acosta escribe que la vida en las tierras bajas cercanas a la costa no era sana, y explica como de 30 partes de indios que vivían allá en el Perú, 29 partes se fueron. Qué genocidio más raro, cuando los españoles escriben, sorprendidos, sobre la disminución de población.
Explica Alfred Crosby: «Los cronistas nos muestran que las primeras epidemias posteriores a la llegada de los pueblos del Viejo Mundo fueron las peores. La explotación europea aún no había tenido tiempo suficiente para destruir la salud de los indios».
Las bien conservadas cartas de los jesuitas describen cómo comenzaron las epidemias desde el inicio de la conquista. En 1552, una enfermedad respiratoria mató a casi todos los habitantes de Bahía y Pernambuco. Francisco Pirés escribió: «Casi ninguno ha sobrevivido»
Los jesuitas Pero Correa y José de Anchieta fueron testigos del impacto de la enfermedad en 1554 y 1555: «casi todos los días la muerte golpeaba a los que habíamos hecho cristianos», «los atacaba una enfermedad de la que morían casi todos», «los indios enfermaban y muchos morían»
En 1556 estalló una epidemia en Río de Janeiro, extendiéndose a los indios de la misión matando a la mayoría. Como dice la carta de un sobreviviente: «Esta enfermedad contagiosa corrió por todas partes tan extrañamente que varios de nosotros morimos, y una infinidad de salvajes»
En 1558-59, la enfermedad se extendió a lo largo de la costa desde Río hasta Espirito Santo. El jesuita Antonio de Sa la describe como «tan severa que parecía una plaga». Duró 6 días. Algunos días enterraban 30 cuerpos. Unos 600 indios muertos en una sola misión»
Otro jesuita, Joan de Melo, presenció en 1560 la epidemia en Espirito Santo y escribió: «había muchos enfermos y muchos de ellos muertos». Asimismo, António Blázquez escribió a Roma expresando cómo «viendo tanta muerte los indios desistieron de bailar y cantar»
Como explica Alfred Crosby: «La destrucción de los arahuacos ha sido atribuida en gran parte a la crueldad española, no sólo por los historiadores protestantes posteriores de la escuela de la #LeyendaNegra, sino también por escritores como Oviedo y Bartolomé de Las Casas».
Y concluye: «La enfermedad es una explicación más lógica para la desaparición de los arahuacos que, como otros indios, tenían poca inmunidad a las enfermedades del Viejo Mundo. Al mismo tiempo, se puede conceder que la explotación española debilitó su resistencia a enfermedades».
Más quejas. 10 de Enero de 1519. Carta al Rey de España. Los frailes españoles fray Luis de Figueroa y fray Alonso de Santo Domingo escribieron: «Es necesario que Vuestra Majestad envíe esclavos negros o negras para remediar que los vecinos de estas islas son muy destruidos por +
esta pestilencia; Certificamos a Vuestra Majestad que si tal pestilencia dura dos meses más, no se sacará oro este año, y los pocos indios que queden deberán cuidar el ganado y las haciendas. De esta pestilencia de viruelas fueron afectados algunos españoles, y no han muerto».
¿Cómo van a quejarse los frailes españoles de que se les mueren los indios, y pedir al Rey que por favor mande esclavos, si el objetivo era matar a los indios? ¿Para qué quejarse entonces? La #LeyendaNegra del genocidio es falsa. No se la crea, @petrogustavo. Un saludo.
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Hilo sobre Holodomor. En los últimos años ha habido muchos artículos y publicaciones (ABC, El País, El Español, El Mundo...) en prensa española sobre este suceso de la historia soviética. Su veredicto es claro: genocidio de Stalin; hambruna y masacre de Ucranianos planificados.
Algunos medios llegan al extremo de decir, sin tapujos, que Stalin ordenó atrapar a los Ucranianos dentro de sus fronteras, para que no pudieran huir de la hambruna y las enfermedades, y murieran. La idea de una masacre bien planificada e intencionada, según National Geographic.
Veamos si están en lo cierto. Usaremos textos de Anne Applebaum y Stephen Kotkin. El País publica un articulo de opinión de Vargas Llosa, en donde éste habla de la autora Anne Applebaum, la cual se suma a la idea de hambruna planificada de Stalin en Holodomor.
Ante la insistencia de @robertovaquero_ de considerar una crítica un insulto, y de continuar en el ataque ad hominem contra Santiago Armesilla, me veo obligado a repetirle lo que alguna vez ya le dije, y que provocó que me bloqueara, por falta de autocrítica.
Lenin nunca defendió el derecho de autodeterminación en España. Lenin dejó claro que ese derecho era solo posible para naciones oprimidas. Y resulta que para Lenin en Europa Occidental solo había naciones oprimidas en Inglaterra y Alemania. Se podría acabar la conversación aquí.
La unión voluntaria de pueblos de la que habla Roberto tiene sentido en un imperio que acababa de destruirse, como el zar. Pero es que tampoco es así, porque el mismo Stalin dice que aquel que atente contra la unidad del Estado heredado, subrayo lo de heredado, será destruido.