Como bien sabéis, el 11F se celebrará #DíaInternacionalMujerYNiñaEnCiencia. Por este motivo he decidido contaros la historia de una botánica e ingeniera agrícola que cambió la economía de unos incipientes Estados Unidos. ¿Queréis saber quién es? Dentro hilo. 👇
Nuestra protagonista, cuyo retrato os presento a continuación, fue una de esas mujeres del siglo XVIII que podrían pasar desapercibidas de no ser por su trascendencia. Nació el 28 de diciembre de 1722 en las Indias Occidentales Británicas, concretamente en Poerest (Antigua)...
... donde sus padres regentaban 3 plantaciones azucareras. Aunque hay controversia, sabemos que su padre, George Lucas, teniente coronel del Regimiento Dalzell de Infantería del Ejército Británico, descendía de una noble familia muy cercana a la Casa Real Británica.
Eliza, que así se llama nuestra protagonista, era la hija mayor del matrimonio y observó de primera mano cómo se le negaba la formación académica que, sin embargo, se le facilitaba a sus hermanos Thomas y George Lucas, que partieron a Londres para "hacerse hombres de negocios".
Con lo que no contaban sus padres es que Eliza era una joven muy curiosa y culta y que prontamente comenzó a cultivar y destacar en disciplinas como los idiomas (principalmente el francés) y, como no podía ser de otra forma, botánica. Motivo por el que solicitó poder formarse.
De hecho, dado que las chicas nobles adquirían una educación básica llegando a la adolescencia con el único motivo de convertirlas en apetecibles jóvenes casaderas, Eliza se enemistó con su padre llegándole a dejar por escrito que estimaba "su educación como la fortuna...
... más valiosa de todas cuantas pudiese legarle".
Imagino al padre explicándole la situación a sus nobles amigotes: "La chiquilla, que me ha salido de armas tomar y dice que quiere estudiar. ¿Vosotros lo veis normal?"
Nuestra protagonista, una guerrera.
En 1738, con las tensiones entre Inglaterra y España en aumento, los Lucas decidieron mudarse a Carolina del Sur, donde el castrense padre de Eliza había heredado 3 importantes extensiones agrícolas: 1) Garden Hill, 1500 acres (1 acres son 4000 metros cuadrados) ubicados...
... junto al río Combahee; 2) 3000 acres en las inmediaciones del río Waccamaw y 3) una pequeña explotación de apenas 600 acres a orillas del río Wappoo, donde se asentaron por estar mejor comunicada con Charleston, que por aquel entonces era una de las 5 ciudades más pobladas...
... de los Estados Unidos. Y así lo fue hasta el año 1800. Digamos que los Lucas se mudaron cerca de uno de los centros económicos y neurálgicos de la incipiente nación de las barras y estrellas.
Sin embargo, en 1739, su padre debió regresar a Antigua porque las tensiones entre España y los hijos de la Gran Bretaña seguían aumentando. Su padre, había sido nombrado vicegobernador de la isla y el cargo requería que alguien administrase las tierras familiares.
Nuestro George Lucas, conocedor de que su hija era alguien culta y preparada, decidió (ahora sí) dejar las propiedades de la familia bajo la administración de Eliza. Con una condición: las tierras debían seguir siendo productivas, pues buena parte del sustento de la familia...
... dependería de esta circunstancia si, por desgracia, su padre marchaba a la guerra contra el "invasor" español y no regresaba con vida a Carolina del Sur.
¡Esto sí que era economía de guerra!
Así, mientras su hermanos seguían su formación en Londres, Eliza gestionó con pulso firme y buen tino 3 plantaciones: la plantación de Wappoo y sus 20 esclavos, donde residía junto a su hermana pequeña y su madre; Garden Hill, que por sus escritos sabemos que...
... suministraba al mercado mayorista alquitrán y madera y, por último, Waccamaw, donde existía una plantación arrocera gracias a los humedales cercanos.
Sin embargo, Eliza pensó que las tierras familiares podían ser aún más productivas. ¿Cómo? No lo tenía claro aún.
Lo primero que hizo fue pedirle a su padre que le mandase semillas de plantas existentes en Antigua y que pudieran aclimatarse al clima del Carolina del Sur (concretamente, su región más meridional). Eliza pronto experimentó sembrar jengibre, algodón o incluso alfalfa.
Aunque lo intentó incansablemente, el éxito de esta nueva empresa fue escaso. No obstante, la vida de Eliza Lucas cambió el mismo día de 1939 en que su padre le hizo llegar semillas de plantas de índigo (Indigofera spp.)
Después de muchos intentos fallidos, en 1743, Eliza consiguió que el índigo prosperase y fuese una fuente alternativa de negocio. ¿Qué había ocurrido? Sencillamente, Eliza realizó el estudio agronómico más exhaustivo del índigo.
Además de probar a cultivar y cruzar entre sí a las "mejores" plantas de índigo para sus tierras, aprovechó los conocimientos y habilidades agrícolas de sus esclavos negros, los cuales, ya habían trabajado con la planta en las Indias Occidentales y África Occidental.
Podría parecer una estupidez esto que estoy diciendo, pero Eliza observó que esa preciada leguminosa, originaria de las zonas tropicales y subtropicales del planeta, era conocida por sus esclavos procedentes de Costa de Oro (actual Ghana).
Es cierto que detrás de toda esta historia existe una historia de esclavismo, en la que unos señores, por el simple hecho de haber nacido en un país "desarrollado" reclaman unas tierras y sus habitantes para la Corona para la que trabajan...
... No obstante, poniendo la historia en contexto, hay que destacar la forma de proceder de Eliza. Ser esclavo suponía trabajar sin descanso y sometido a la violencia de un látigo que te recordaba la jerarquía imperante, pero entre tanto látigo y fuerza bruta...
... decidió usar la cabeza, lo que no se le había ocurrido a ninguno de sus "vecinos", también latifundistas con esclavos a su servicio.
Gracias a los trabajos de Eliza, el volumen de índigo exportado pasó de 5000 libras (unos 2500 kilos) en 1741-42 a 130000 libras en 1748.
Pero claro, ¿qué tiene de interesante el índigo? Pues lo cierto es que la tintura de índigo, que se extraía de plantas del género Indigofera, como I. tinctoria, era un colorante muy (a)preciado en la época. Al menos hasta 1900, donde únicamente se podía extraer de sus hojas.
Y es que su importancia ha sido tal que, dependiendo de la especie, tenemos añil de Senegal (Indigofera articulata); de Brasil (I. microcarpa); de Cuba (I. cytisoides) e incluso añil... que no pertenece al género Indigofera (Isatis tinctoria, en la imagen).
Hasta 1900, toda la ropa de trabajo y los pantalones vaqueros (que recordemos, aparecieron allá por 1871 y se patentaron 2 años después) se teñían con índigo de procedencia vegetal, dejando en remojo y macerar las hojas de Indigofera.
¿Descubrió algo novedoso Eliza Lucas? Realmente no, porque los humanos ya sabían extraer índigo de otras plantas e incluso de conchas como la del molusco Hexaplex trunculus (en la imagen), actualmente llamado Bolinus brandaris.
Existen, al parecer, incluso recetas grabadas en escritura cuneiforme que nos dicen cómo debemos teñir la ropa para conseguir un bonito color lapislázuli.
Sin embargo, ninguna de esas culturas pretéritas, sin desmerecer sus conocimientos, han dejado por escrito, aún a modo de cartas dirigidas a su padre, todos y cada uno de los experimentos llevados a cabo hasta conseguir que el cultivo de índigo fuese exitoso.
Si esta obra agronómica no fuese suficiente motivo para recordar su trabajo y honrar su memoria, sus textos son también un valioso documento histórico, al narrar detalladamente la vida de una mujer de élite en los Estados Unidos (aún nacientes) del siglo XVIII.
Gran parte de sus escritos aún se conservan en la Sociedad Histórica de Carolina del Sur, después de ser donados por una de sus descendientes. ¡Y muy pronto podrán consultarse desde casa porque se están digitalizando!
¿No es increíble? Una buena noticia de cara a este #11F, poder conocer el legado de esta grandísima mujer y los trabajos realizados con el cultivo del índigo.
Toca esperar un poco, pero mientras tanto, pueden seguir leyendo este hilo. ¡Hasta pronto!
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Antes de difundir bulos, convendría saber algo de Fitopatología. Porque esos albaricoques no están afectados ni por granizos, no heladas ni, mucho menos, por algo que le echan al agua de lluvia (que sólo lleva H2O).
Dentro #PíldoraBotánica
Si nos fijamos brevemente, los albaricoques, además de presentar hendiduras necróticas, muestran unas "nervaduras" rojizas que, en mi pueblo, se conocen como candilones. Y eso es indicativo de una infección vírica que, ¡oh casualidad! No sólo afecta a los duraznos o albaricoques.
Se trata de una enfermedad vírica, el sharka, provocado por un agentr vírico, el PPV o Virus de la Viruela del Ciruelo. Porque sí, además de a duraznos y albaricoques, también afecta a otras Rosáceas de hueso como el ciruelo o el melocotón.
El presunto veto a Irene Montero tiene múltiples lecturas. Y todas ellas son correctas: 1) Montero genera animadversión entre parte del electorado y sigue siendo vista como una extensión de Pablo Iglesias en la estructura del partido, el Gobierno y la plataforma SUMAR.
¿Por qué digo esto? Porque Montero ha sido una voz crítica no sólo con la otra mitad del Gobierno, sino con la otra mitad de sus compañeros de coalición. 2) Montero ha sufrido un desgaste tremendo en el Gobierno y las polémicas suscitadas (con o sin razón) han hecho que...
... los medios de comunicación la hayan puesto en el ojo del huracán. Mantenerla supone centrar la campaña política en aspectos personales en lugar de en clave de proyecto. ¿Qué pierde o gana? Eso ya lo veremos. Muchos dentro de la confluencia creen que resta.
Hace ya unos días, @SaraRC83 me mandó esta captura de pantalla de alguien que, con el calentón del Argentina vs Países Bajos contó esta milonga.
Milonga que, por más que se repita, es falsa. Va un hilo desmontando este mito... y el origen del mismo.
Siempre se dice que las zanahorias deben su color anaranjado a que Países Bajos la convirtió en una herramienta política en favor de la casa de Orange, cuyo regente, Guillermo, encabezaba la rebelión protestante contra España (siglo XVI).
A la historia no le falta un perejil: épica, un pueblo que confía firmemente en las decisiones de su pueblo, la perentoria necesidad de perpetuar un mito que refuerce el sentimiento de pertenencia a la tribu (neerlandesa, en este caso)...
Pero el responsable es Otto Banga.
Ayer, @GBlancoMo me pasó este vídeo. Y al hilo del mismo, me gustaría hacer un breve hilo al respecto.
En primer lugar, nunca deberíamos comprar nada en el mercado cuya elaboración o modo de empleo no conozcamos. ¿Por qué?
Pues porque lo natural, no es inocuo. El regaliz americano (Abrus pecatorius) es natural y una de las 10 especies vegetales más tóxicas conocidas.
Lo que aparece en el vídeo no es más que inocente yuca (Manihot esculenta). Esta "raíz" rica en almidón es un alimento básico en muchas partes del mundo, siendo considerada por algunos gobiernos (Nigeria) como una herramienta irremplazable en la lucha contra el hambre.
El pasado viernes, la plataforma Netflix estrenó la 5ª temporada de Cobra Kai. La serie, que narra las desventuras de Lawrence y LaRusso 35 años después de su enfrentamiento en la popular Karate Kid.
Y en esta entrega, hay una curiosa lección botánica que aprender. Dentro hilo.
Para evitar destripar la serie a aquellos que no la hayan visto, me ceñiré exclusivamente a la escena donde aparece nuestro protagonista: la guindilla.
En ella, Robby Keene (Tanner Buchanan) decide participar en un concurso en el que puede ganar dinero comiendo "guindillas".
Ante los atónitos ojos de su progenitor y contendiente, Robby acaba con las existencias de un bote que alberga, según los guionistas, savina rojo.
¿Qué es exactamente el savina rojo que tanto parece temer el joven karateka? Veamos.
Ayer estuve hablando en @Sci_Granada sobre hongos alergogénicos y la buena de @farmagemma me dijo que le encantaría saber un poco más sobre el asunto.
Como me dejé algunas cosillas por contar, voy a intentar resumir en un hilo la información que me dejé.
Hablé un poco de que una de esas especies alergogénicas es Alternaria alternata, cuyo nombre es debido a que sus conidios presentan forma de haltera o maza, ese deporte que es la debilidad de @OdetteAS98
Los conidios de Alternaria, en nuestros hogares, con humedad, se convierten en la principal fuente alergénica. A diferencia de los granos de polen, su permanencia en el medio es mucho más duradera (meses).