Thread by @ldpsincomplejos

1) ALGUNAS VERDADES INCÓMODAS
Negar que los hombres matan más a las mujeres que a la inversa, es estúpido. Negar que las tasas de delincuencia son mayores entre la población inmigrante que entre la no inmigrante, es estúpido. Los datos son los que son y, por tanto, indiscutibles.

2) Introducir una asimetría penal que castigue más a los hombres asesinos que a las mujeres asesinas es una aberración penal. También lo sería introducir una asimetría que castigara más a los inmigrantes delincuentes que a los no inmigrantes delincuentes.

3) La correlación no implica necesariamente causalidad. Si las tasas de delincuencia entre la población inmigrante son mayores, ¿se debe "a que son inmigrantes" (factores culturales)? ¿O a que su status socio-económico es mucho más bajo? (sigue)

4) Teniendo en cuenta que las tasas de delincuencia también son más altas entre los NO inmigrantes de estatus socio-económico bajo que entre los NO inmigrantes de estatus socio-económico alto, parece que la situación de pobreza tiene que bastante que ver.

5) Eso no excluye, por supuesto, que los factores culturales puedan pesar también: no en todas partes hay la misma tradición de respeto por la vida, por la mujer o por la ley. Y dejar atrás ciertos condicionamientos culturales no es sencillo.

6) Hablar de colectivos es siempre peliagudo. Por cada hombre asesino, hay infinidad que no lo son. Por cada inmigrante delincuente, hay infinidad que no lo son. Todas las medidas que se adopten deben castigar al que delinque, no al colectivo al que pertenece.

7) Pero, a la inversa, tampoco es justo premiar a nadie por el colectivo al que pertenece. Que alguien tenga más derecho a ayudas del estado por ser mujer, por ser hombre, por ser inmigrante o por no serlo destruye el objetivo de que todos tengamos iguales derechos y obligaciones

8) En un mundo ideal del futuro donde la riqueza nos salga a todos por los poros, las fronteras no existirán y todo ser humano tendrá cubiertas tanto sus necesidades como sus lujos. Pero ese mundo ideal futuro no existe.

9) Lo que existe son países formados por personas que, por mucho que alardeen de boquilla, en su mayoría no están dispuestos a renunciar a algunos de sus lujos para que otros tengan, en otras partes, cubiertas sus necesidades básicas.

10) Las crisis económicas (como la que afecta a Occidente desde 2008) hace que en los países occidentales haya más personas que antes que no tienen cubiertos, no ya sus lujos, sino tampoco sus necesidades básicas.

11) Esas dos cosas (no querer algunos perder nivel de vida y la necesidad de otros de cubrir ellos sus necesidades básicas) hacen que la capacidad de acogida de más población sea limitada en todos los países.

12) Pregúntate a ti mismo: ¿estarías dispuesto a que se baje la calidad de la asistencia sanitaria que recibes o a que se reduzca tu pensión o tu prestación por desempleo para, con el dinero ahorrado, acoger más inmigración? Porque el dinero no es un chicle: no puede estirarse.

13) El problema de los MENAS debe enmarcarse en ese contexto. El dinero que destinamos a importar menores debe detraerse de otras partidas. No es, en conjunto, una cantidad desorbitada, pero da lugar a comparaciones (por ejemplo con las pensiones) que molestan, con razón, a gente

14) Si al menos la labor de tutela del estado se realizara correctamente, quizá no sería tan polémico el tema (porque, como digo, tiramos mucho más dinero en otras barbaridades que en los MENAs). Pero el problema es que la administración pública ha fracasado en la tutela.

15) Negar la inseguridad que ciertos barrios experimentan por causa de los MENAs es la táctica del avestruz: no por cerrar los ojos al problema va a desaparecer éste. Y si no se pone coto al problema, las personas afectadas reclamarán que se corte por lo sano.

16) Negar que la inseguridad (no solo por el tema de los MENAs) está creciendo y que la violencia de los delitos está aumentando es reírse en la cara de la gente. Y los afectados por esa inseguridad no están como para que, encima, se rían de ellos.

y 17) Políticos: pongan coto a los problemas, en lugar de negarlos. La negación solo sirve para que los problemas se emputezcan. Y al final terminan pagando justos por pecadores, lo cual es (para los que creemos en la igualdad de las personas) muy triste.