Hoy me ha pasado OTRA VEZ. Me he encontrado con alguien que ha cuestionado el sentido que tiene dedicarte profesionalmente a la HISTORIA. Para rebatir a esa persona, aquí va un 🧵🧵 HILO 🧵🧵 con todos los motivos por los que creo que cualquier persona debe saber historia
¿Por qué vivimos con este prejuicio social tan absurdo y falso? Mi teoría es que nos han hecho creer desde niños que la historia, o incluso las humanidades en general, son algo bonito para el postureo cultural pero poco práctico y útil en un mundo en plena revolución tecnológica
¿Y quiénes nos han inculcado esta forma de pensar? Pues creo que no hay una persona o grupo social concreto al que usar como chivo expiatorio porque es culpa un poco de todos: el sistema educativo, el mundo laboral, los políticos, los medios de comunicación…
Vivimos en un mundo en el que tenemos toda la información al alcance de nuestra mano en Internet, pero, paradójicamente, estamos más desinformados que nunca porque no estamos preparados para diferenciar y valorar los tipos y calidades de la información que tratamos a diario
El estudio de la historia contribuye a desarrollar capacidades intelectuales como la observación, el análisis, la interpretación, la capacidad de comprensión y el sentido crítico; habilidades que pueden ayudarnos a saber cuándo nos están mintiendo y cuándo nos intentan manipular
Quizás lo peor es que son las propias instituciones de gobierno, tanto de izquierdas como de derechas, las que fomentan este panorama de desinformación y promueven la Leyenda Negra o la Leyenda Rosa de la historia de España
Saber historia aporta perspectiva. Si una persona conoce y entiende el desarrollo histórico de una civilización lejana, es poco probable que llegue a ser racista, xenófoba o supremacista, porque comprenderá que su propia civilización no es la única que puede lograr grandes gestas
Conocer la Historia nos hace ser tolerantes, comprensivos y empáticos, nos hace ponernos en la piel de las personas que tuvieron una familia como nosotros, unas relaciones sociales como nosotros y una serie de problemas diarios como nosotros.
Asimismo, posibilita el crecimiento de valores democráticos y de participación social como la solidaridad, la tolerancia, la justicia, la igualdad de género, el respeto y aceptación a la diferencia, el ejercicio responsable de la libertad o la superación de las discriminaciones.
El motivo por el que muchos piensan que la Historia es inútil es porque el producto de su estudio no es tan tangible. Efectivamente, el médico salva vidas y el bombero apaga fuegos, pero solo oficios como el de historiador hacen que el carácter de la sociedad en sí sea mejor.
El bombero podrá salvar a muchas personas del fuego, pero no puede tratar de evitar que esa persona acabe votando a partidos extremistas y populistas, como sí podría llegar a hacer un divulgador histórico explicando los horrores de la Unión Soviética o la dictadura franquista
Incluso este concepto de la intangibilidad de la Historia es cuestionable, ya que ésta impregna todos los aspectos de nuestra vida: nuestras costumbres, fiestas, tradiciones, gastronomía, y en general, nuestra forma de vivir la vida, las hemos heredado de nuestro pasado.
La historia permite un mayor crecimiento personal en campos tan importantes como el pensamiento crítico y la reflexión. Y esto en una sociedad que, cuando vota en las elecciones, vota con el corazón, los ojos y las tripas, y no con la cabeza, es muy importante
Saber historia nos hace ser menos sugestionables por los medios de comunicación y políticos de turno, nos hace más libres de decidir cómo queremos ser, qué queremos pensar, y a quién queremos creer.
De esa manera podemos vivir nuestra vida sin tener que echarle la culpa de todos nuestros problemas a los inmigrantes, ricos, musulmanes, judíos, empresarios, negros, banqueros, colectivos LGTB y demás chivos expiatorios.
La historia no está ahí para sentir orgullo de ella, pero tampoco para sentir vergüenza y fustigarnos con un látigo. No tenemos que identificarnos, para bien o para mal, con los que habitaron nuestro país en el pasado, sobre todo si hablamos de un pasado muy lejano en el tiempo
Hay que darse cuenta de que estamos hablando de unas personas que tenían una concepción mental del mundo y de la vida radicalmente diferente a la que tenemos ahora, al igual que los seres humanos del siglo XXV no se parecerán casi nada a nosotros.
Si quieres ser un “antisistema”, aprende Historia con mayúsculas. Si no quieres que te manipule el político o periodista de turno, aprende Historia con mayúscula. Si quieres darte cuenta de que ningún chivo expiatorio justifica tus problemas, aprende Historia con mayúsculas
Si has llegado hasta aquí, muchas gracias. Aquí tienes el primer tweet para hacer RT y responderle a todos los que alguna vez te han dicho que saber historia es inútil y poco pragmático
El 19 de agosto del año 14 d.C. se producía la muerte del emperador Augusto en Nola. Aquel día acabó la vida no solo del primer emperador romano, sino del emperador que más tiempo estuvo en el cargo: 41 años.
Vamos a ver cómo fueron sus últimos días en este 🧵 HILO 🧵
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En el verano del 14 d.C., Tiberio marchó al Ilírico para comprobar que la provincia era estable y segura. Augusto y Livia Drusila lo acompañaron al principio de su viaje, en parte también porque el princeps quería asistir a los juegos en su honor que iban a tener lugar en Nápoles
Augusto se puso enfermo en el viaje, así que la familia pasó unos días de relax en la isla de Capri disfrutando de numerosas fiestas y juegos entre amigos. Luego, a pesar de no estar del todo recuperado, cruzó hasta Nápoles y asistió a los juegos en su honor.