En octubre de 1962, se produjo la denominada "Crisis de los Misiles". Un conflicto provocado por el intento de Rusia de situar misiles nucleares en Cuba. El mundo vio lógico que EEUU reaccionara duramente y tratase de evitarlo por todos los medios. 
Tras unos días en que el planeta se vio amenazado por un conflicto nuclear a gran escala, se impuso la cordura, nadie cuestiono que Cuba, a pesar de ser un país soberano, no podía escalar el conflicto situando misiles en su territorio.
Tras la Guerra Fría, la OTAN, liderada por EEUU, ha logrado ensanchar su paraguas hasta incluir antiguos países de la órbita soviética y mover su frontera de influencia hasta las mismas puertas de Rusia. Una expansión irresponsable que ha originado el conflicto actual.
EEUU y los países europeos que conforman La Alianza, llevan años arrojando bidones de gasolina en el incendio ucraniano, priorizando sus intereses estratégicos a la estabilidad de la zona.
Patrocinando movimientos nazionalistas y justificando una escalada de violencia que desde 2013 ha causado miles de muertos.
No creo que fuesen tan ingenuos como para pensar que Rusia no reaccionaria. ¿Ha sido entonces una provocación meditada y planeada con toda frialdad?
Los acuerdos de Minsk de 2015, promovidos por el denominado Cuarteto de Normandía: Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, fueron un intento de evitar el conflicto. Sobre la mesa el principal problema era la situación de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
Dichos acuerdos fueron torpedeados por los distintos gobiernos nazionalistas Ucranianos, con el apoyo de EEUU y la OTAN, escalando el conflicto en las zonas mencionadas, por su parte Rusia continuo apoyando militarmente a las repúblicas pro-rusas.
Tras la anexión de la Península de Crimea, el conflicto se intensifico y se dieron prácticamente por finiquitados los "Protocolos de Minsk".
Las pretensiones rusas no diferían, salvando las distancias, de las negociadas por EEUU en la Crisis de los misiles en 1962.
Las pretensiones rusas no diferían, salvando las distancias, de las negociadas por EEUU en la Crisis de los misiles en 1962.
Rusia en los documentos que remitió a EEUU y a la OTAN, pretendía que Ucrania fuese, a todos los efectos, un país neutral, que no perteneciera a la OTAN y que, por lo tanto, no albergara ni bases militares, ni armamento de EEUU o de la Alianza.
La agresión de Putin es injustificable, como lo es la pretensión de la OTAN de seguir expandiéndose hacia las fronteras rusas. ¿Qué hubiese pasado en el 62 si Rusia hubiese defendido a ultranza el derecho soberano de Cuba a instalar los misiles rusos?
El pueblo cubano sigue sufriendo un inhumano bloqueo, y el ucraniano seguirá por años desangrándose en este conflicto, provocado por un empecinamiento de parte, que ha hecho fracasar la tan necesaria diplomacia.
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