Thread by @Tano2412

"Vlad Tepes: Un monstruo o un héroe?"

Vlad II fue miembro de una orden militar llamada "Orden del Dragón" (Dracul) creada en 1408 por el rey de Hungría Segismundo. El objetivo de la orden era defender la cristiandad y frenar el imparable avance del "infiel" Imperio Otomano.

El sultán otomano Mehmet II le ordenó al gobernante valaco que enviara a su corte a dos de sus hijos en calidad de rehenes: Radu y al que se convertiría en el futuro gobernante de Valaquia (Vlad III) para evitar que Vlad II se volviera en su contra.
Sin embargo el líder

de la pequeña pero indomable Valaquia apoyó las ofensivas del rey de Hungría en 1444 contra los otomanos a pesar del riesgo que sus hijos corrían.
Los turcos aplastaron la ofensiva en Varna y Vlad II debió someterse al sultán.
Durante ese año sus hijos regresaron a Valaquia.

Vlad II fue asesinado y gracias al apoyo de los otomanos Vlad III llegó al trono valaco.
El nuevo gobernante masacró a los boyardos (la élite) que conspiró contra su padre, se enfrentó contra los alemanes en Transilvania y dejó de pagar tributo a los otomanos. Esas decisiones

hicieron que se multiplicaran los enemigos en su contra.
Vlad III no estaba dispuesto a someterse a los mandatos imperiales otomanos a pesar del poderío de su enemigo. Decidió que la forma de compensar esa disparidad era a través de la brutalidad.
Mehmet II envió emisarios a

Valaquia para exigirle a Vlad una proclamación de lealtad.
Los emisarios se negaron a quitarse el turbante en su presencia alegando que sus tradiciones les prohibían el gesto. El implacable "Dracul" ordenó que sus turbantes sean clavados en sus cráneos para que nunca tengan la

posibilidad de "transgredir sus tradiciones". Luego de eso los mandó empalar.
Semejante osadía enfureció al sultán que decidió mandar a un poderoso ejército a Valaquia para remover a Vlad del trono y reemplazarlo por su dócil hermano Radu, un fiel lacayo del sultán. Los otomanos

vivieron una verdadera pesadilla al entrar en los dominios de Vlad. El líder valaco llevó adelante una estratega de tierra arrasada, envenenó los pozos y masacró a los turcos con varios y efectivos ataques guerrilleros. Los turcos capturados fueron empalados vivos sin excepción.

La victoria fortaleció mucho a los valacos quienes penetraron en el mismísimo Imperio Otomano. Arrasaron aldeas fronterizas, asesinaron a sus habitantes y tomaron la fortaleza de Nicópolis masacrando a más de 20.000 turcos.
El sultán envió a un nuevo ejército para intentar

someter a los brutales valacos. El ejército otomano contaba con 120.000 hombres contra 30.000 valacos. Más allá de las enormes diferencias las tropas de Vlad resistieron como demonios el embate turco. Lograron penetrar en el campamento otomano en la noche del 16/06/1462 y volver

con las cabezas de varios visires..trofeos de guerra.
A pesar de la derrota otomana, los boyardos conspiraron y aprovechando la ausencia de Vlad, quién combatía en el frente, sentaron al lacayo Radu en el trono. A los oligarcas valacos les interesaba más enriquecerse del

comercio con los otomanos que la soberanía de su propia Patria.
Vlad fue encarcelado por orden del rey húngaro Matías Corvino. Pasó 12 años en prisión.
Sin Vlad, la región estaba muy débil para resistirse a la prepotencia imperial. Vlad fue finalmente liberado y se le restituyó

el trono a pedido de Esteban de Moldavia, el otro gran líder que se atrevía a frenar al avance otomano.
Cuando los otomanos invadieron Moldavia, Vlad acudió en ayuda de Esteban III en 1475. Fue un período infernal, los muertos en batalla no se llegaban a contar y la tierra

no lograba absorber la sangre. Miles de turcos terminaron empalados vivos en los bosques. Las crónicas de época cuentan que los alaridos de agonía se escuchaban día y noche.
A pesar del repliegue otomano Vlad III fue asesinado en condiciones poco claras a finales de 1476.

Fue decapitado y su cabeza fue enviada al sultán conservada en miel. No se sabe donde fue enterrado.

La brutalidad de Vlad III fue magnificada por las crónicas turcas que lo demonizaron porque nunca lograron doblegarlo.
Es probable que haya ejercido una crueldad

inimaginable para el siglo XXI pero Vlad vivió en el siglo XV, una época caracterizada por la crueldad.
Vlad utilizó los mismos métodos que los otomanos, los moldavos y los húngaros, pero fue estigmatizado por aquellos que no lograron derrotarlo.
Hizo de la crueldad extrema

un arma efectiva e implacable para someter a la entreguista elite valaca y para atenuar la inferioridad de su ejército en comparación con el otomano.
Es errado juzgar su proceder por fuera del contexto en que vivió, en donde para ser un héroe había que ser un monstruo.

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