Enseñar a leer y enseñar literatura son cosas completamente distintas. Cualquiera puede leer pero pocos son los llamados a apreciar una frase bellamente construida. Es como las librerías, en las que se amontonan los libros como la paja en un pajar. La literatura es la aguja.
La educación debe ser democrática sin dejar de ser aristocrática: la excelencia al alcance de la mayoría, lo mejor para todos. El error es pretender que sea democrática de manera igualitaria. La educación no es como el mercado, donde manda el cliente y los valores subjetivos.
Hay ladrones, violadores y asesinos. Un paso más allá en la historia del crimen están los que pretenden que no haya deberes en la escuela. El conocimiento se adquiere con horas de trabajo. Lo que hay que hacer es dosificarlos, organizarlos y ofrecer asistencia a quien lo necesite
El aprobado debe ser fácil de conseguir, sin ser automático: basta con un poco de esfuerzo, dedicación y compromiso. Los resultados no importan tanto. De manera que aquel alumno que no apruebe, por pereza o dejadez, sea considerado un parásito social por dilapidar recursos.
Siempre recordar que el deber social está en garantizar la educación, no en que haya que ir a una institución escolar. Que no exista el derecho a educar a los hijos en casa ("homeschooling") es sólo una forma (más) de obligar al adoctrinamiento estatal. ¿Pin parental? Pues claro
La clave de cualquier sistema educativo reside en los profesores. Y cada profesor es un mundo. Los hay divertidos y aburridos, tecnófilos y tecnofóbos, sistemáticos e improvisadores... da igual, lo importante es que enseñen a pensar como matemáticos, lingüistas, filósofos...
¿Cómo reconocer a un buen profesor? Aquel que es capaz de echar una mano al alumno que más le cuesta aprender, para superarse a sí mismo a través del trabajo duro y alcanzar la meta más allá de sus esperanzas. Los mejores alumnos sobreviven a los peores profesores.
En los institutos proliferan los talleres de "Nueva Masculinidad". No hay ni uno de "Nueva Feminidad". En realidad, ambos sobran. Lo que se necesita es el clásico, ilustrado y moderno "Nueva Humanidad". Aquello de Kant: "Sapere aude". Atrévete a saber, ser supuestamente racional.
PD. Un taller de "Nueva Feminidad" no vendría mal, por ej., a esas mujeres que no se atreven a levantar la mano para preguntar o cuestionar en el ámbito académico porque "la asertividad queda ligada a lo masculino". Prácticas de levantar la mano y verse expuestas al escrutinio.
Como regla general, los exámenes no deben durar más de una hora. Tienen que estar bien diseñados para que sean fáciles de aprobar, con saber lo justo y necesario, pero al tiempo que sean difíciles de sacar sobresaliente. También para que no sea posible copiar ("de pensar").
Si en una clase suspende más de la mitad de los alumnos, "despedir" al profesor y/o a los alumnos (hay que investigar las circunstancias, porque frente a la leyenda pedagógica suele ser más responsabilidad de la dejadez de los alumnos que de la incompetencia del profesor).
¿Cuál es el corazón de cualquier institución educativa, de Primaria al Doctorado? La biblioteca. Sobre todo, en Secundaria, cuando todavía no han aprendido a descargar artículos en Sci-Hub o libros en Scribd.
Más importante es visitar la Biblioteca de su pueblo que la Alhambra.
¿Preferirías un profesor que divierta mientras te adoctrina o uno que te ignore mientras te instruye? Aunque creo que lo peor sería uno que te ignore al tiempo que te adoctrina…
(Parafraseando al doctor Gregory House).
Hay profesores que se quejan de falta de reconocimiento social al tiempo que se hacen llamar "profe". La gente que quita letras a las palabras suele ser la misma gente que le quita sustancia a sus pensamientos y no usa desodorante después de ducharse (si se duchan).
Siempre debe haber listas de libros complementarios en las diversas asignaturas. Curiosamente, los matemáticos no suelen recomendar libros, como si no conocieran a Enzensberger o Penrose; los físicos, tampoco, como si Feynman o Schrödinger no hubiesen reflexionado sobre lo suyo.
Dichos libros deben leerse "en seminario", colectivamente tras una lectura individual. Los libros deben subrayarse, llenarse de pósits, y anotaciones en los márgenes. Un libro sin anotar es como un terreno sin surcos, bonito pero sin alma. Las mentes y los campos deben cultivarse
Enseñar literatura consiste en dar a conocer la tradición, el canon y los clásicos. Cabe introducirles a dicha lectura como quien se acostumbra a los venenos, paulatinamente, pocas dosis. Se comienza con Don Juan Manuel y Robert Stevenson y se termina con Ernst Jünger y Nabokov.
Insisto: igual con Matemáticas y Física. No tiene sentido enseñar ecuaciones de segundo grado y logaritmos sin leer sobre por qué el mundo es matemático, cómo se llegó a pensar el infinito (y más allá) o cómo discutían Einstein y Bohr sobre el fundamento físico de la realidad.
Es mucho mejor que un alumno componga un soneto que saberse la vida y obra de Quevedo, Góngora, Lope, Machado (los dos) y Lorca. Lo que no quiere decir que no se sepan. Pero hay que pensar la educación más como artesanía que como contemplación. Más praxis, menos teoría.
Hay profesores que están muy preocupados por si sus alumnos se copian en los exámenes. Sencillo: diseña un examen tal que no se puedan copiar porque sea una aplicación personal e intransferible de los conocimientos adquiridos. Déjales el examen y vete a tomar un café.
También hay quien piensa en el examen como en un castigo. Más bien plantéalo como la última manera de seguir aprendiendo. Para mi próximo examen han sido ellos mismos, los alumnos, los que han realizado cincuenta preguntas tipo test. Yo trabajo menos, ellos aprenden más. #winwin
Los padres son cruciales en la educación de sus hijos. Todos deberían copiar la costumbre de las madres judías, que preguntan cada día a sus hijos qué preguntas han hecho a los profesores, incentivando la escucha, la atención, la crítica y el coraje.
La mejor forma de que los alumnos preparen bien los exámenes y que, además, los aprueben es que ellos mismos diseñen los exámenes. Tan importante cómo saber responder es saber preguntar. Es tarea del profesor enseñar a responder con precisión ¡y a preguntar con creatividad!
Gran parte de las respuestas que me ofrecieron profesores y libros han resultado equivocadas u obsoletas. Sin embargo, las preguntas siguen siendo pertinentes, relevantes y han dado lugar a nuevas preguntas. Un buen sistema educativo es el que no asesina la pasión por preguntar.
La tarea educativa más importante es enseñar a leer. Y no hay paso más importante en la lectura que coger un lápiz. Acostumbrar a un alumno a subrayar y anotar es tan crucial cómo para un francotirador limpiar el fusil. Mantener un lápiz afilado es como mantener un cañón limpio.
Leer consiste en dialogar. Nunca se lee a solas, siempre se está en presencia del autor. Leer entre líneas significa ir más allá del texto hasta la mente del autor. Es un proceso complejo, como abrir una caja fuerte sin saber la clave. Los grandes libros esconden grandes tesoros
Enseñar a leer implica enseñar a escribir. Enseñar sonetos implica enseñar a escribir sonetos, no sólo la teoría del soneto. Enseñar matemáticas consiste en plantear ecuaciones, no sólo resolverlas. Sólo unos elegidos pueden componer grandes obras, pero todos deben intentarlo.
Antes de enseñar el pensamiento crítico hay que formar en el pensar fundamentado. La crítica por la critica conduce al vacío moral y la neurosis psicológica. De tanto demonizar los prejuicios y los estereotipos nos hemos quedado sin prejuicios correctos y estereotipos positivos.
¿Qué prefiere el alumno, errar con riesgo o acertar yendo sobre seguro? Al conservador, oblígale a salir de de su zona de confort. Al revolucionario, muéstrale cómo andar en un campo de minas. En cualquier caso, enséñale a nadar contracorriente
No hay conflicto entre la memorización y la comprensión. De nada vale memorizar “Si” de Kipling si no eres capaz de interpretarlo aplicándolo a tu vida. La memoria sin interpretación está ciega; la comprensión sin memoria, vacía. A la memoria con comprensión súmale pasión.
La memorización es el cimiento del conocimiento. La crítica es el tejado. Entre el cimiento y el tejado todo el edificio del saber se construye con lógica, intuición, imaginación, debate, lecturas, percepción, tradición, sentido común, escritura, locura, diálogo y pasión.
Al final de los conciertos se aplaude a la orquesta y el director destaca a algunos intérpretes para un premio diferenciado. En las aulas, el profesor debería pedir un aplauso de sus compañeros, ¡y darlo él mismo!, a los alumnos destacados por sus respuestas ¡o sus preguntas!
De vez en cuando hay que sacar a los alumnos del aula y llevarlos al patio, mejor al césped que al cemento, a que les dé el sol y el aire. Y allí, sentados en un círculo, leer a Platón, recitar a Kipling, resolver ecuaciones, comentar la actualidad, hacer flexiones o bailar.
En "El Club de los Poetas Muertos" se contrapone el lema del Colegio Welton
"Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia"
al "Carpe Diem" del profesor Keating.
Sin embargo, son complementarios. Y se sintetizan en:
"Llega a ser el que eres cumpliendo con tu deber."
A los alumnos hay que tratarlos como a perros: con ejercicio, disciplina y afecto. En ese orden. Pero a diferencia de los perros, a los alumnos no hay que domesticarlos, sino liberarlos. Es tarea del profesor que el alumno llegue a ser más libre lo que él nunca será.
La cuadratura del círculo: conseguir que los alumnos sean sensatos, lógicos, responsables, prácticos, clínicos, intelectuales, incluso algo cínicos, sin dejar de ser un milagro, hermosos, mágicos, felices, alegremente juguetones, radicales, liberales.
“Educere” significa “salir afuera”. O sea, viajar. Aunque sentados, a través de la palabra, oral o escrita, el profesor y los alumnos emprenden un camino juntos, como Virgilio guiando a Dante. El poeta romano representaba para el florentino el pensamiento racional y la virtud.
El conocimiento es infinito. La capacidad de aprender, limitada. Los recursos para enseñar, finitos. El potencial de pensar, ilimitado. El sistema educativo consiste en sobrepasar los límites de nuestra ignorancia. Del “sólo sé que no sé nada” al “ahora sé algo, creo, gracias".
Es un mito que el hombre sea un animal curioso, que desea saber y encontrar la verdad. Es justamente lo contrario. Salvo por una minoría. De lo que no se sigue que los amantes del conocimiento tengan el derecho y el deber de imponerse a los demás, Platón.
Enseñar consiste fundamentalmente en mostrar los límites y la fragilidad de nuestro conocimiento. Al tiempo que se entrena en el método para apuntalar nuestra ignorancia con herramientas desgastadas pero todavía útiles: el rigor, la falsabilidad y la maravilla del descubrimiento.
A medida que la civilización se hace más compleja la información es más difusa, dúctil y mutante. Hay que preparar la mente para el cambio permanente. Pero para ello hay que dotarla de un núcleo denso, sólido e inmutable de conocimiento: un canon de verdad, belleza y bien.
En la educación, más importante que la aptitud es la actitud. Más determinante que la transmisión de información es la inculcación de hábitos. La actitud y los hábitos también se enseñan: a través de la imitación del ejemplo. El profesor como modelo de estima moral y estética.
Enseña a equivocarse lo antes posible. Cuanto antes se cometen los errores, antes es posible resolverlos. Más que a acertar hay que mostrar la importancia de saber rectificar los fallos. Por ello, más que castigar los errores hay que premiar los intentos y, claro, los aciertos.
"– No sabemos leer.
– Yo sí. Pero sólo tonterías."
En esta viñeta de Chumy Chúmez se sintetiza el destino de la pedagogía que no busca educación sino un simulacro de formación. La eliminación del analfabetismo ha creado analfabetos funcionales que no leen, sólo juntan letras.
Una alumna: "Estaba acostumbrada a sobresalientes fácilmente. Pero este año me he tenido que esforzar mucho más para conseguir algo menos". Y será lo más valioso del curso para ella: no hay mejor enseñanza que el desengaño respecto de las expectativas. Y seguir adelante.
Un chiste: La filosofía consiste en buscar en una habitación oscura un gato que no está ahí. La ciencia es encender la bombilla en la habitación para ver qué hay. Pero el chiste se equivoca. Tanto la Fª como la Cª nos iluminan haciéndonos ver que estamos rodeados de oscuridad.
Tomarse en serio la educación es asumir su vocación hacia la trascendencia, su compromiso con valores superiores. Pero tratan de reducirla a un repositorio de distracciones "útiles", "divertidas" y "felices". En lugar de un templo se considera una extensión del centro comercial.
Hacia la mitad del siglo XIX desaparecieron los últimos hombres realmente enciclopédicos (los Humboldt, por ejemplo). Desde entonces la vastedad del conocimiento nos obliga a la especialización. Una buena educación es la garantía de no convertirnos en especialistas embrutecidos.
¿Cuál es la perspectiva desde la que tienen que enseñar los profesores y en la que tienen que entrenar a los alumnos? La aproximación científica consistente en la imparcialidad y la neutralidad. En palabras de Spinoza: "sub specie aeternitatis". Vale para la física y la poesía.
El reconocimiento de lo valioso, sobre todo cuando no coincide con gustos particulares e intereses propios, es la gran conquista de la civilización a través de la educación humanista: anhelo de amor, búsqueda del conocimiento, piedad por el sufrimiento y deseo de libertad.
El ser humano tiene el anhelo de ser feliz y el destino de no serlo jamás. Lo que no quiere decir que está condenado a ser infeliz. Hay una tensión entre su biología y su cultura que sólo puede resolverse, con límites, mal que bien, con la educación. A un paso de la barbarie.
Hay una buena pregunta totalmente desenfocada: ¿para qué sirve estudiar X (sea X los presocráticos, los logaritmos o la música de Bach). No podemos predecir nuestro futuro salvo a grandes rasgos. Lo contrario de conocimiento útil no es inútil sino enriquecido, plural y complejo.
La educación, así como la ciencia, se basa en paradojas: utilidad de lo inútil, relevancia de lo trivial, importancia de lo banal. Dios está en los detalles y la sabiduría, en los matices. No hay materias aburridas, difíciles o tontas sino miradas aburridas, perezosas y tontas.
La tradición judía y la griega consideran a dos mujeres símbolos de la inteligencia: Eva y Atenea. La mujer judía se atrevió a probar del árbol del conocimiento. La diosa griega representaba la sabiduría. No, la serpiente no era el maldito Satán sino la bendita curiosidad.
Eva eligió el riesgo del conocimiento y la libertad antes que la felicidad de la ignorancia y la servidumbre. Ha sido maldecida por los que hubiesen preferido el calor y la seguridad del Jardín . Pero toda institución educativa al este del Edén le está secretamente consagrada.
“Con un leño torcido como aquel del que ha sido hecho el ser humano nada puede forjarse que sea del todo recto” Todo sistema educativo se basa en este principio a la vez pesimista y optimista de Kant. De ahí que el palo que se usa para mantener derecha una planta se llame "tutor"
Las familias y las instituciones educativas se complementan en una misión común: la transmisión de la herencia de la civilización. Lo que presupone valores e implica datos. El problema es cuando muchos, sobre todo en la élite, detestan la civilización y desprecian su herencia.
Un liberal como Stuart Mill y un socialista como Bertrand Russell estaban de acuerdo en que la mayor fuente de rebaños fanatizados es la educación estatal. Ello no significa que tenga que desaparecer pero sí limitar su influencia y diversificar los cauces para la instrucción.
Fue un liberal el que diseñó y monto el primer sistema de instrucción estatal en Prusia, modelo para todos los demás de éxito. Ahora bien, Humboldt no pudo evitar que las influencias de nacionalistas como Fichte degeneraran su sistema hasta hacerlo sucumbir a manos de Heidegger.
Aprendamos de Stuart Mill, Russell y Humboldt que la obligación estatal de una educación común básica se ha de complementar con la negación del monopolio educativo por parte del Estado y su vocación de ser un Ogro Pedagógico, ampliando el margen de decisión de las familias.
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Estamos presenciando la islamización de las sociedades occidentales como advirtieron Oriana Fallaci, Christopher Hitchens, Theo van Gogh y Michel Houellebecq. En el Parlamento británico, un diputado socialista pide censura contra las críticas a las religiones. El PM asiente.
Hitchens en particular fue muy claro acerca de cómo la ideología multiculturalista ha abierto la puerta en nuestras sociedades a los fundamentalistas. Ateo radical, enemigo de todas las religiones, en especial de la islamista por su estrategia pasivo-agresiva de victimismo.
A Theo van Gogh lo asesinó un fundamentalista islámica en una calle de Ámsterdam por hacer un corto crítico con la sumisión de las mujeres a la "sharia". Por supuesto, los "comprometidos" artistas habituales no movieron ni una ceja. Es más, le echaron la culpa por "provocar"
John Rawls, el filósofo liberal más importante sobre el concepto de Justicia, fue soldado durante la IIGM en las brutales batallas del Pacífico. Fue ascendido a sargento con McArthur, pero luego fue degradado a soldado raso porque se negó a cumplir una orden. Una orden injusta.
Rawls era muy cristiano, incluso había pensado ser sacerdote estando en Princeton. Durante la IIGM, sin embargo, se hizo ateo. Ver in situ la devastación producida por los bombardeos atómicos en Japón le afectó profundamente durante toda su vida. Que lo hubieran hechos los suyos.
Un teniente le ordenó castigar a un soldado. El sargento Rawls se negó. No creía que estuviese justificado ningún castigo en dicho caso. Fue degradado. Ya en EE.UU. comprendió que el Ejército no era lugar para alguien como él. Perdimos un mal soldado, ganamos un gran filósofo.
Hay tres visiones de la naturaleza humana: la conservadora, la socialista y la liberal. La conservadora es trágica y pesimista. La socialista, utópica y optimista. La liberal, de andar por casa y opti-trágica (podemos mejorar, pero sin tirar cohetes que el abismo está esperando).
Los conservadores creen hay una serie de limitaciones inherentes a la naturaleza humana (pecado original y tal) que son insuperables salvo por la intervención de fuerzas sobrenaturales: Dios, Nación (con mayúscula) o la Tradición (da igual que sea buena o mala, es “nuestra”).
La izquierda tiene una visión utópica de la naturaleza humana que consiste en que no existe una naturaleza humana: podemos actuar sobre el ser humano como si fuese una tabla rasa para construir “hombres nuevos”: ángeles progres, almas bellas sin tacha de egoísmo o átomo de maldad
El gendarme que disparó, detenido. Los sindicatos de policía, indignados. Buena suerte, Francia, si los responsables de mantener el orden público, fundamento de la libertad, deciden que no van a consentir que su compañero sea un chivo expiatorio de la barbarie de otros.
De nuevo, la presunción de inocencia y el Estado de Derecho cuestionados por un vídeo que el mismo Macron usó para condenar al policía. Si fuese por el presidente de la anteriormente republicana y laica Francia, hoy un Estado fallido, hubiesen entregado al policía a las turbas.
¿Cuál es la respuesta del Estado francés, además de vulnerar el derecho del policía a un juicio justo? Dinero. Como si las bibliotecas quemadas pudiesen volver a levantarse como si no hubiera pasado nada. Además, ¿qué son 20 millones de euros con la deuda al 112% del PIB?
Según El País, entre los pensadores más influyentes en la izquierda está Foucault. Decía Richard Rorty que la influencia de Foucault había sido perniciosa, llevando a los intelectuales a un profundo resentimiento. Esa es también la clave de los intelectuales españoles de izda.
Otros pensadores que influyen en España son Marx y Gramsci. Es decir, dos enemigos de las sociedades abiertas y el Estado de Derecho. Esto muestra el conflicto larvado entre la izquierda intelectual y las democracias liberales, así como su querencia por dictaduras populistas.
Con Butler y Piketty, se trata de subvertir las instituciones de las democracias liberales desde dentro, parasitando las instituciones introduciendo sesgos de clase, de raza, de género... diseminando el odio como motor social y la violencia larvada como método político.
Hay un documental sobre los "negros" en la pintura del Renacimiento en Italia. Y pongo "negros" entre comillas porque algunos no son ni negros ni blancos, sino mulatos, como Alejandro de Médici. O como Obama. Así que no han ningún "blanqueamiento" como pretenden los del BLM.
Los mulatos representaban el mal absoluto para los racistas blancos. Como le sucedió a Griffith en El nacimiento de una nación. Paradójicamente, los seguidores de la Teoría Racial Crítica suelen invisibilizar a los mulatos en su discurso, llevados por su maniqueísmo racial.
El documental es interesante porque pone en primer plano muchas representaciones de personajes "negros" que no se suelen poner en primer plano. También sucede en la pintura española. Por ejemplo, este es mi cuadro favorito de Velázquez que se llama, válgame Griffith, "La mulata".