Me resulta complicado encontrar las palabras que reflejen el nivel de destrucción, pero voy a intentarlo en este hilo 🧵
Hasta hace apenas un mes, Bucha era un lugar lleno de vida.
Una ciudad residencial a las puertas de Kiev donde muchas familias buscaban la comodidad de vivir junto a la capital y, a la vez, la cercanía a la naturaleza.
Hoy, la carretera que lleva a Bucha parece un escenario del apocalipsis.
Tanques reventados y coches tiroteados a los que hay que ir esquivando para entrar en la ciudad.
Ayer estuve por el frente oeste de Kiev y algunas cosas que vi me sorprendieron bastante.
Ni parece que los rusos se estén retirando de aquí ni los ucranianos habían avanzado tanto en sus contra-ataques como nos contaban estos días. (HILO / 🧵)
Una de las cosas que más impresiona de esa zona de combate son las llanuras interminables.
Las carreteras cruzan esas llanuras y cualquier vehículo que circule por ahí es un blanco facilísimo. No hay sitio donde esconderse.
Varias fuentes ucranianas nos habían dicho que habían hecho retroceder a los rusos muchos kilómetros en la zona.
Es cierto que les han empujado hacia atrás PERO esas zonas no están consolidadas. Más que territorio ganado, eso es un no-man's land absoluto.
¿Por qué Kiev es tan importante simbólicamente para Putin?
Porque en la narrativa del nacionalismo ruso, Kiev es la "Jerusalén" de la nación rusa. El lugar donde el "pueblo ruso" se convirtió al cristianismo en el año 986, cuando Moscú ni siquiera existía.
Si leéis los últimos discursos de Putin, encontraréis un montón de referencias y interpretaciones de eventos que sucedieron hace 1,000 años.
Su explicación sobre la invasión de Ucrania contiene un mensaje mesiánico que va mucho más allá de la expansión o no de la OTAN.
Según esa narrativa, Bielorrusia ("la Rusia Blanca"), Ucrania ("la Pequeña Rusia") y la Federación Rusa ("la Rusia Grande"), no tienen sentido como países independientes.
En palabras de Putin el otro día, "somos el mismo espacio espiritual".