Hoy Jorge, mi Viejo, hubiera cumplido #100años. Tal como el papá de muchos de ustedes fue un gran tipo, pero él fue tan particular que muchos de ustedes lo han conocido. Si me lo permiten, le voy a dedicar un pequeño hilo.
Amaba a mi Vieja, a sus hijos, los deportes y al mar.
Amaba a mi Vieja, a sus hijos, los deportes y al mar.
Sacarle una foto sin que hiciera una joda, era difícil. Que viviera cada día sin divertirse, era imposible. No lo recuerdo ni enfermo, ni enojado, ni siquiera de malhumor. Eso sí, puteaba a lo bestia mientras manejaba.
Como muchos ya saben, durante casi 30 años les cantó las noticias a todos desde "El Rotativo del Aire de Radio Rivadavia". Cada mediodía, entre "Rapidísimo" de Larrea y "La vida y el canto" de Carrizo, estaba él en la casa de todos nosotros. También trabajaba en La Nación.
Era pintón, tenía buen cuerpo de tanto remo, paleta vasca y tenis, al que jugó hasta los últimos días de su vida -a los 89 años-. Eso sí, siempre al sol y a primera hora del día, lo hacía feliz.
Cuando cobró su juicio jubilatorio, se fue con mi Vieja 3 meses a Europa, no dejaron vereda sin caminar, museo sin visitar y comida sin comer. Fueron tan felices que hasta escribió su primer libro, "Soñando Caminos", el que leo cada vez que puedo y me río como la primera vez.
Y hasta me hizo semejante dedicatoria en el ejemplar número 1, que la comparto porque lo pinta como padre tal como fue.
En su oficina tenía las "teletipos" de todas las agencias de noticias. Yo era feliz "ayudando" a llevarle los cables. Y si eran urgentes, más aún.
Fue distinguido como Presidente del Tribunal de Ética de la Sala de Periodistas de Casa de Gobierno, en el que permaneció hasta que falleció en 2011 (su placa sigue allí), cargo que Don Roberto Di Sandro -quien lo aplaude en la foto- heredó.
Acá, en el día de mi casamiento, en la sacristía antes de salir, me mandó "tengo que poner cara de boludo todo el tiempo o nos vamos a divertir igual?"
Casi me meo.
Casi me meo.
Puedo seguir varias horas más, pero voy a cerrar con estás tres. Fue hombre, humano, falible, sano, hiper honesto, trabajador de sol a sol y te podía llevar a pasear con solo ponerse a hablar. No hubo nadie a su alrededor que no lo haya querido.
Pero la voy a terminar con la misma forma en que estaría hoy: festejando, soplando velitas de su torta, compartiendo con todos los que lo amamos.
Felices #100años Pa!
Te amo como nunca, acá estamos juntos, como siempre. ♥️
Felices #100años Pa!
Te amo como nunca, acá estamos juntos, como siempre. ♥️
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