Ningún visitante que se precie puede irse de Salamanca sin ver Scala Coeli.
Por la escalera del campanero se ascienden 61m. hasta las 2 torres. Impresiona tener al alcance de la mano una de las obras más perfectas del barroco español. Y tú ¿Has subido la escalera al cielo?
La Clerecía está ubicada en una de las vías más bonitas de Salamanca, la calle Compañía.
En el año 1527 San Ignacio de Loyola llegó a Salamanca para continuar sus estudios. Aquí se le prohíbe que haga apostolado por no haber cursado los suficientes estudios.
Sin embargo, cuando solo llevaba 12 días en la ciudad, los dominicos del convento de San Esteban le acusaron de predicar sin licencia.
Tras un interrogatorio inquisitorial fue encerrado y encadenado en la torre mocha de la catedral.
Allí algunos devotos salmantinos acudían con colchones y comida para hacerle más llevadero su presidió, en el que permaneció 22 días. En vista de las dificultades que padecía en las universidades españolas para compaginar estudios y apostolados, decidió trasladarse a París.
Ya en el siglo XVII, un confesor jesuita de Margarita de Austria, le pidió a la reina su ayuda para levantar la Casa más grande de los jesuitas en España. A la reina le pareció una idea fabulosa y mediante testamento ordenó construir el Real colegio del Espíritu Santo.
Con una superficie de 14.000 M2 fue necesario derribar 500 casas y 2 iglesias para llevar a cabo el proyecto. Las obras se prolongaron durante 150 años y la construcción añadió al Skyline salmantino las 2 torres y la cúpula de la iglesia del Real Colegio del Espíritu Santo.
Fue colegio y vivienda de los jesuitas durante un siglo, ya que fueron expulsados de España por Carlos III. A partir de entonces pasó a la Real Clerecía de San Marcos, de ahí su nombre actual, y hoy alberga la sede de la universidad Pontificia.
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