Ha llegado el momento de contar algo de lo que nunca he hablado. He pecado de un exceso de prudencia no haciéndolo, pero ha pasado el tiempo suficiente para llamar a las cosas por su nombre sin temor a equivocarme. FACUA y yo estamos vetados en todos los programas de La Sexta.
Hasta comienzos de 2020, participábamos todas las semanas en 'Al Rojo Vivo' y 'Más Vale Tarde', además de entrar habitualmente en 'La Sexta Noche'. Pero ese año, algo pasó. Algo llevó a alguien a ordenar el veto a la principal asociación de consumidores del país y a su portavoz.
A comienzos de 2020 intervine por última vez con Antonio García Ferreras en 'Al Rojo Vivo', donde el año anterior había llegado a entrar varias veces por semana para dar a conocer las novedades de la alerta por Listeria en los productos de La Mechá.
Poco después dejaron de llamarme de 'La Sexta Noche', tras alguna intervención desde mi casa al inicio el estado de alarma. Pronto llegaría mi última aparición en 'Más Vale Tarde'. Por cierto, ninguna de mis intervenciones era remunerada. Tras el veto no había motivos económicos.
En los dos últimos años, me han grabado entrevistas para otros programas de La Sexta que después no fueron emitidas. En las pocas ocasiones en que un periodista de algún programa de la cadena nos ha llamado para concertar una entrevista, horas o días después la ha cancelado.
El veto también afecta a mi actividad al margen de FACUA. A comienzos de este año, desde un programa de La Sexta me pidieron y pusieron fecha a una entrevista en plató sobre mi último libro, ¿POR QUÉ DEJAS QUE TE ROBEN? Acabaron cancelándola.
Durante estos dos años muchos periodistas de programas de La Sexta han seguido llamando a mis compañeros del departamento de comunicación de FACUA y a mí para pedirnos ayuda en la elaboración de reportajes sobre consumo. Siempre se la damos, aunque nunca nos entrevistan en ellos.
A quienes sospechen que fue una decisión de Ferreras porque comencé a participar (por cierto, tampoco cobré nada por ello) en 'Las cosas claras' de TVE, la respuesta es no. El programa de @JesusCintora comenzó a emitirse en noviembre de 2020 y el veto empezó muchos meses antes.
Hasta el día de hoy, ninguno de los periodistas de La Sexta a los que he preguntado han sabido contarme cuál es el motivo del veto (o no se han atrevido a hacerlo). No voy a reprocharles nada. No dejo de tenerles en estima como los grandes profesionales que son.
Por mucho que se trate de una cadena privada, silenciar la voz de una de las principales organizaciones de nuestra sociedad civil es un atentado contra los principios más elementales del periodismo. Es lo que pienso cada vez que escucho a Ferreras decir "más periodismo".
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