Thread by @Marinaizqda

Hilo en español, @IreneMontero si no quieres ser como estos lee! #StopDelirioTrans
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La cordura finalmente comienza a prevalecer en el mundo del tratamiento médico para niños que cuestionan su género. El cierre la próxima primavera de la única clínica de identidad de género para niños del NHS es un paso vital y muy esperado para corregir los errores de lo que

quizás sea el mayor escándalo médico de este siglo: el uso rutinario de medicamentos que bloquean la pubertad en los niños.
Estas poderosas drogas pueden poner en peligro la fertilidad y abrir la posibilidad de una cirugía brutal para reasignar los órganos sexuales. Sin embargo

en este país, se les ha dado a niños de diez años.
Otros países han prohibido su uso en niños. Suecia redujo el uso de bloqueadores entre los menores de 18 años el año pasado, y un destacado pediatra de Estocolmo

dijo que "castran químicamente" a los niños, causando problemas de salud mental.
Francia también los ha detenido. Su principal academia médica culpa al frenesí de las redes sociales por impulsar la demanda entre los adolescentes, particularmente las niñas, de los medicamentos

de los médicos.
¿Por qué Gran Bretaña ha tardado tanto en actuar? Nadie sabe cuántos cientos de niños han resultado dañados en el Reino Unido como resultado de su uso. Empecé a investigar el Servicio de Identidad de Género (GIDS) en la Clínica Tavistock

Londres hace cuatro años después de un aviso de médicos preocupados que estaban trabajando allí o lo habían hecho. Lo que aprendí fue horrible. La ex enfermera Susan Evans me dijo: 'Los niños con problemas de identidad de género esperan que los bloqueadores de hormonas

[medicamentos para detener la pubertad] se entreguen rápidamente.
"Piensan que estas drogas resolverán todas sus preocupaciones: como su apariencia, la falta de amigos, los cambios físicos y la angustia típica de los adolescentes".

Ella advirtió: 'Creo que los riesgos de los bloqueadores son a largo plazo, incluida la pérdida de fertilidad. Preocupa que interfieran con el pleno desarrollo de los cerebros de los adolescentes. La decisión del NHS de desmantelar el Tavistock se produce después de que una

revisión independiente de la clínica realizada por la Dra. Hillary Cass dijera que su trabajo "no era una opción segura y viable" para los jóvenes.
Sus problemas de salud mental se 'ensombrecen' a favor de los problemas de identidad de género, dijo el informe, en medio de

acusaciones de que la clínica se apresura a darles bloqueadores.
Ya nos habían advertido de asuntos preocupantes en la clínica.
El psiquiatra consultor Dr. David Bell, que trabajó en el Tavistock y se desempeñó como director de personal, escribió un informe abrasador en el que

decía que el GIDS "no era adecuado para su propósito".
Dijo que "las necesidades de los niños se están satisfaciendo de manera lamentable e inadecuada y algunos vivirán con las consecuencias dañinas".
También está Keira Bell, quien contó su desgarradora historia al Daily Mail en

enero de 2020.
Me explicó que, cuando tenía 16 años, ya no quería ser una niña y le recetaron bloqueadores de la pubertad después de tres consultas de GIDS de una hora. Le extirparon los senos en una operación del NHS tres años después, pero luego se arrepintió de su decisión de

convertirse en hombre y abandonó la transición, aunque teme que su fertilidad se haya visto dañada de manera irreparable. Keira se presentó valientemente en el Tribunal Superior, rogando a los jueces que controlaran a los médicos que administran bloqueadores de la pubertad a los

a los niños con tanta facilidad.
El año pasado, el organismo de control de la salud de la Comisión de Calidad de la Atención calificó la clínica de género infantil como 'inadecuada' y exigió actualizaciones periódicas sobre el número cada vez mayor de la lista de espera

(particularmente entre las niñas que desean hacer la transición a los niños).
Sajid Javid, como secretario de Salud, también hizo sonar las alarmas. Dijo que el temor entre los médicos de ser etiquetados como 'transfóbicos' había impedido el debate adecuado, o la investigación,

sobre los tratamientos médicos de las personas trans jóvenes. Anunció un cambio de ley a principios de este mes, antes de su renuncia, para permitir la inspección de registros confidenciales del NHS de pacientes trans, muchos de ellos ahora adultos, que recibieron bloqueadores

cuando eran niños o adolescentes. Los registros se examinarán en la revisión en curso del Dr. Cass, lo que permitirá que surja la verdad sobre aquellos que se arrepienten de haber tomado los bloqueadores, o sienten que los obligaron a hacerlo.
Los medicamentos que detienen la

a pubertad en sí mismos también se someterán a un escrutinio "rápido", y el Dr. Cass advierte que hay evidencia "insuficiente" de sus beneficios. Esa es una forma educada de decirlo.
En Suecia, pionera en tratamientos para niños transgénero antes de retractarse, los peligros de

estas drogas son claros. Un adolescente llamado Leo, que recibió bloqueadores de la pubertad cuando tenía 11 años en el servicio de identidad de género infantil del Hospital Universitario Karolinska, sufrió lesiones catastróficas como resultado de ellos, junto con otros 12 niños.

Sus dolencias incluyen daño hepático, aumento de peso inexplicable, problemas de salud mental y, en el caso de Leo, huesos debilitados que se observan en personas de 70 años, y la imposibilidad de crecer tanto como debería.
Los jefes de salud de Suecia dicen que el caso de alto

perfil de Keira Bell, que ahora tiene 20 años, influyó en su decisión de limitar los bloqueadores. Un informe poco publicitado sobre medicamentos para detener la pubertad, publicado por la clínica de género Tavistock hace dos años, admitió que algunos pacientes infantiles tenían

signos de retraso en el crecimiento y densidad ósea delgada en comparación con sus pares que no los habían tomado. En ese momento, el informe parecía haber sido pasado por alto. Por el bien de nuestros hijos, esperemos que este tipo de pruebas nunca vuelvan a oscurecerse.

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