Thread by @cachitoradfem

Veo que muchas feministas radicales son comparadas con la ultraderecha y eso me hace pensar... 🧵

Me hace pensar en cómo la gente se ha creído que ser de izquierdas y ser feminista significa estar abierta a todo lo que se venda como moderno porque nosotras buscamos avances.

Se olvidan de que el feminismo radical se pregunta constantemente el porqué (el origen) de las cosas que afectan a las mujeres, porque
RAÍZ = CAUSA, y sólo si eliminamos las causas, eliminaremos la enfermedad (aquí, el patriarcado).

Feminismo y lucha obrera coinciden en que nuestras opresiones son aprendidas, construidas a partir de una asimetría de poder, ya sea causada por el sexo o por la posesión de los medios de producción y la riqueza. Si bien, la propia izquierda nos ha fallado.

Nos ha fallado porque el patriarcado lo impregna todo, incluso aquellos movimientos que luchan por la libertad (pensemos en la Revolución Francesa) y señalan la opresión perpetrada por el poder más rancio y conservador.

Algo que estamos detectando desde hace tiempo es que la verdadera izquierda se ha diluido porque sus discursos tambalean todos los cimientos de una sociedad clasista demasiado bien afianzada. Es más fácil ser buenista que ser de izquierdas, de izquierdas de verdad.

De esta forma, la izquierda que gobierna actualmente se ha quedado en la superficie de los problemas, y así es como legisla, de manera superficial (como en sus últimas campañas). La labor más genuina de la izquierda, sin embargo, la seguimos manteniendo las feministas radicales.

Molestamos. Molestamos, y mucho. Y buscamos la raíz del problema para, en nuestra lucha, emancipar a las mujeres.

De este cuestionamiento emanan críticas que son equiparadas con el discurso de la ultraderecha, como la crítica de la hipersexualización del cuerpo femenino.

Se olvidan estas personas de las opuestas motivaciones que tenemos unas y otros. Y dichas motivaciones importan porque de ellas derivan también las alternativas que proponemos ambos y, por tanto, las consecuencias sociales.

Ambos criticamos la prostitución, pero mientras que la ultraderecha lo hace para preservar la imagen de mujer noble, virgen y digna, es decir, desde la MISOGINIA, el radfem lo hace para proteger la salud sexual, física y psicológica de las mujeres, es decir, desde el FEMINISMO.

No entendemos que haya que preservar ninguna cualidad virginal en las mujeres, ni mucho menos cuestionamos su dignidad.

He aquí también una diferencia crucial:
Las feministas radicales señalamos al putero, la ultraderecha está llena de ellos.

Lo mismo ocurre con la crítica hacia la hipersexualización de las mujeres. La hipersexualización no nos molesta porque pensemos que una mujer solo es digna si se comporta de manera recatada. Nos molesta porque se está construyendo nuestra influencia entorno al deseo masculino.

De esta forma, vemos cómo prácticamente todas las artistas famosas performan lo que para el hombre es una mujer deseable y terminan creando productos que cumplen con las fantasías del patriarcado. Artistas que son espectaculares, por cierto.

¿Por qué todas estas mujeres artistas terminan haciendo videoclips y explotando una estética que recuerda tanto al porn0? ¿Se les permitiría llegar tan lejos si no fuera así? ¿Por qué no es suficiente con su talento artístico, como ocurre con los hombres? ¿Qué efectos tiene esto?

Esta hipersexualización representa para mí dos cosas:

1. Es una evidencia de que el patriarcado existe y que él decide sobre nuestros cuerpos.

2. Es la perpetuación de los mandatos del patriarcado, pues recibe el mensaje y éste rebota hacia la sociedad de donde procede.

El patriarcado no desea a las mujeres, sino a un relato fingido de lo que cree que son los deseos de éstas. Este relato se traduce en violencia sexual, pues se basa en prácticas donde la mujer, como ser humano, es borrada y solo queda su cuerpo. Para más inf leed a Mónica Alario.

Así que cuando vemos a una mujer promoviendo dicha hipersexualización y llamándola "empoderamiento", nos indiganamos por todo lo que sabemos que este sistema implica para nosotras, incluidas ellas.
Y vamos más allá de lo que se dice es una decisión "libre e individual".

Nosotras no podemos quedarnos en ese mensaje tan superficial porque, simplemente, no es cierto: actuamos como un rebaño. Es decir, vemos esa acción individual como una acción colectiva, global.

Y de mojigatas no tenemos nada. Es triste que nos llaméis así porque

significa que no conocéis relaciones sexuales que no reproduzcan los deseos masculinos, relaciones en las que la mujer desea, en las que la mujer existe. Precisamente por ello, lo que defendemos es el sexo.

También significa que no habéis entendido nada sobre feminismo radical.

Además, es curioso que se nos acuse de odiar todo aquello que criticamos cuando lo que queremos es, o bien, defender derechos humanos básicos y/o que exista debate. Es curioso también porque quienes odian, agreden, y la única arma que usamos las feministas radicales es la palabra

No podéis acusarnos de discurso de odio porque los discursos de odio se acompañan de agresiones, así sucede con la misoginia, homofobia, la lesbofobia, la transfobia, el racismo, la aporofobia,...

No somos nosotras quienes violan y matan a mujeres, homosexuales, lesbianas,

Y no somos nosotras quienes violan y matan a mujeres, homosexuales, lesbianas, transexuales, personas negras, personas sin hogar...

Sin embargo, nosotras sí tenemos miedo de hablar porque se nos violenta y censura por ello, como hemos visto ya varias veces.

¿Por qué?

#Radfem