Me ha gustado bastante #Prey. Me ha parecido una película considerablemente redonda, que aunque no tiene un gran presupuesto maneja muy bien los medios de los que dispone y como lo lleva a pantalla. Conectas con Naru desde el primer minuto.
Expandir la mitología #yautja siempre es bien, y el rediseño del Depredador es maravilloso. Impone y consigue transmitir el salvajismo intimidante de la primera película, con referencias deliciosas a la 1 y la 2. El resto de intentos de películas podemos borrarlos de la memoria.
La atmósfera que se crea alrededor de la tribu, del comportamiento de Naru y todos sus dilemas y problemáticas por el hecho de ser mujer, están muy bien transmitidnos y plasmados en el guion. La relación con su hermano es preciosa. Esa intimidad y compañerismo
Hay confianza plena entre ambos, y admiración fruto de la cotidianidad más allá del parentesco. Te encariñas con ambos personajes desde el primer fotograma de la película. No me olvido de reseñar la fotografía, que paisajes tan sumamente evocadores. Maravillosos.
Hacía muchísimo tiempo que esperábamos una película a la altura de la mitología del Depredador, y tiene guasa que con menos medios a su disposición (presupuesto) llegase antes que una gran secuela de #Alien. Cosas de la vida.
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Un Estado de Alarma de 15 días para aplanar la curva. Solo 15 días, que serán los necesarios para evitar el colapso del sistema sanitario y salvar infinidad de vidas. 15 días van a pasar volando, no os vais a dar ni cuenta.
Fueron 42.
Fue otro Estado de Alarma, esta vez de 6 meses.
Fue una emergencia sanitaria temporal, por circunstancias de fuerza mayor.
Fue 1 año.
Fueron 2 años
Más de dos años desde aquel fatídico día en el cual nuestros derechos civiles fueron coartados en base a una ilegalidad sobre la cual persiste una defensa acérrima de una buena parte de la población. Porque era un bien mayor.
Es seductor pedir a la población que racione. Raciona el consumo de gas, raciona el consumo de carne, raciona el consumo de agua, raciona el uso del coche, raciona viajes, raciona el consumo de comida, raciona la calefacción, raciona la luz, raciona la felicidad, raciona la vida
Es seductor pedir a la población unas obligaciones que quien tiene la desfachatez de pedirlas, cumple más bien pocas; bueno vale, digamos que ninguna. Pero me quedo con pocas porque al menos sí racionan algo, y ese algo es la decencia. Me explico.
La decencia moral la llevan al mínimo. Han conseguido que sus remanentes históricos permanezcan en números más que verdes: morados. Ya sabéis que de 500 a 500 tiro por qué el lobby de turno me deja. Pero no vamos a pedirle moralidad a esas élites que han vendido a su madre.
¿Podéis decirme la huella de carbono de Ana Botín? @bancosantander Porque viendo el hilo de Chak, quiero pensar que esa preocupación por el medio ambiente también tocará a vuestra líder suprema y el resto de ejecutivos y sus gastos groseros. No vayamos a pensar mal.
Me imagino que Santander se preocupa por la contaminación pero todo depende de qué contaminación, por supuesto. La contaminación de la élite es necesaria porque ellos necesitan enseñarnos lo malos que somos viviendo lo mejor posible.
Supongo que la subida del nivel del mar solo afectará al currito, que no tendrá balsas para salir a navegar en su barquito chiquitito. Entonces verá marcharse esos veleros llamados Libertad, de las propiedades que tiene Ana a su nombre en la preciosa Santander.
Si el haberos encerrado en casa no es suficiente para enfadaros. Si que os cercenasen vuestros derechos, tampoco. Si que os quitasen la libertad de reunión, movimiento, trabajar o simplemente ser, tampoco os cabrea. Si sois padres e hijos y todo eso os da igual…
Pensad en lo que le han hecho a vuestros hijos: como les culparon de cada ola durante meses, como les señalaron por querer ser niños. Cómo permitieron tener más derechos a un perro que a ellos. Cómo le tuvieron en clase cagando cubitos de hielo. Como han sido apestados.
Pensad en lo que le han hecho a vuestros padres: solos en hospitales, abandonados en residencias, muriendo en la más miserable soledad de una habitación bien desinfectada acompañados de un personal que no se acercaba. Enterrados en el anonimato.
Hace un par de horas estaba corriendo en el gimnasio, y me dio por levantar la mirada a la televisión. Tenían tve y estaba viendo el bombardeo sobre la ‘crisis energética’ entre noticias sobre pinchazos. Histeria total. Pero me quedo con una cosa que me llamo la atención ->
En invierno habrá que mantener las puertas y ventanas de comercios cerradas para resguardar el calor, por el bien de la salud de quienes estén dentro. Por el bien de la salud. Me quedo loquérrimo con tamaña desvergüenza periodística y gubernamental.
Hace 3 días contados, las ventanas abiertas en los colegios era algo prioritario por encima de cualquier otra medida previsora contra el covid (y demás virus respiratorios) incluso de la ventilación en sí misma.
No necesito un estado que controle cada aspecto de mi vida.
No necesito un estado que se inmiscuya en lo que hago o dejo de hacer.
No necesito un estado que me diga cómo pensar.
No necesito un estado que me diga que comer.
No necesito un estado que me diga que beber.
No necesito un estado que me diga dónde debo trabajar.
No necesito un estado que me diga cómo debo criar a mis hijos.
No necesito un estado que me diga que perro o gato debo o tener.
No necesito un estado que me diga dónde vivir.
No necesito un estado que me diga cuando dormir.
No necesito un estado que me diga qué, cómo, dónde y cuándo debo conducir.
No necesito un estado que me diga que coche debo comprar.
No necesito un estado que me extienda un carnet para todo.
No necesito un estado que controle cada paso que doy.