¿Por qué? este es el resultado de un sistema de movilidad que no solo lastima a las personas involucradas sino a toda la sociedad. #Microbuses
https://twitter.com/RaulGtzNR/status/1559053489292169218
Con la idea de que los privados prestan mejores servicios que el gobierno ( y para desarticular al entonces fuerte sindicato de trabajadores) en 1995 se declara la quiebra del Sistema de transporte metropolitano popularmente llamado Ruta 100 
Este sistema llegó a tener 7500 unidades que prestaban servicio al 86% del entonces Distrito Federal y área conurbada, con misma calidad de servicio en autobuses del mismo tipo con una tarifa con subsidio gubernamental. Este sistema conectaba con la red del metro.
Ante su desaparición regresó el modelo de prestación de servicio a través de concesiones a privados, que se llamaron "peseros" porque cobraban un peso en zonas marginadas en donde existían esos servicios autoorganizados por la sociedad.
De las "combis" se pasó al modelo de "microbuses" adaptando vehículos de carga de mercancías para transporte de personas. Hoy en día este es el modo de movilidad más usado en la #CDMX
https://twitter.com/INEGI_INFORMA/status/965679355614646272?s=20&t=TcgnMUU1-HB1MqaVXTv3lA
Este servicio tiene una lógica comercial antes que social, a pesar de tratarse de un servicio básico para la #CDMX. En el argot de los de la movilidad su operación es llamada "La guerra del centavo":
El concesionario que es quien tiene un papel del gobierno, contrata a choferes la mayoría de las veces de manera informal sin seguridad social, sin horarios, sin derechos laborales garantizados para prestar el servicio a cambio de una "renta"
o "cuenta" que es un monto diario que varía dependiendo de la ruta. El acuerdo es "me pagas esa cuenta y todo lo demás es para tí". Este modelo hace que choferes se sobreexploten a sí mismos y al vehículo para sacar la mayor cantidad posible para su ingreso.
Esto los hace choferes super agresivos, que comen, socializan, ligan sobre sus unidades, a veces acompañados por sus familias. La pelea por el pasaje ocasiona siniestros viales o retrasos en paraderos: el objetivo es ir lo más llenos posibles.
Las víctimas de este modelo de negocio son los trabajadores, los usuarios y toda la ciudad. Tenemos un modo de transporte "barato" que realmente nos sale caro.
Los choferes ahorran lo más posible en mantenimiento lo que produce unidades inseguras, con constantes fallas mecánicas y muchas veces sucias y vandalizadas.
Los dueños de la concesión/unidad no meten las manos más que para cobrar, ignorando todo tipo de abusos como conducción peligrosa, fumar o beber, música a todo volumen, acoso, discriminación, exclusión de personas con discapacidad, entre otros.
En donde el número de viajes no resulta lucrativa simplemente no se presta este servicio, dejando a las comunidades más marginadas casi en el desamparo. Muchas de esas comunidades organizaron cooperativas de bicitaxis y mototaxis que se están transformando en #ciclotaxis
Tal es el desorden de los #microbuses que ni el gobierno tenía claridad de sus rutas, paraderos, número de trabajadores, horarios, unidades, tamaño del negocio. Ni información ni capacidad de gobierno para poner orden.
Va a tomar años mejorar esta situación porque toca intereses muy fuertes, tanto privados como electorales. Y transportistas ejercen un poder real sobre la ciudad por lo básico del servicio que "prestan".
Desde 2020 la movilidad en condiciones de seguridad vial, accesibilidad, eficiencia, sostenibilidad, calidad, inclusión e igualdad es un DERECHO CONSTITUCIONAL lo que obligará a todos los gobiernos de #México a trabajar para garantizarlo ¡Exijamos nuestro #DerechoALaMovilidad!
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