Tw: V! Licántropo ♡
Pd: Mate = Soulmate:)
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El mediodía poco a poco hacia acto de presencia en la casa vacacional junto a los fuertes rayos de sol que invadían y se
colaban por las rendijas de las persianas semi cerradas. El licántropo eleva su mano con pereza pagando el despertador antes de que sonará y logrará lastimar sus sensibles tímpanos.
Refunfuñando por lo bajo busca el cálido cuerpo de su pareja, gruñendo en desaprobación al
notar la fría manta a su lado— Hache —alargando la última vocal deja escapar el apodo del moreno en tono berinchudo, ahora entendía como se sentía Horacio cuando lo dejaba solo en la cama, no era bonito despertarse sin su pareja a su lado. Y más si últimamente se sentía
necesitado de mimos, el cambio de estación se dijo a si mismo Volkov para evitar el bochorno y las bromas del moreno en un futuro.
Suspirando aguidiza sus oídos escuchando como el más jóven se encontraba en la piscina ya, cantando alguna canción de moda mientras disfrutaba del
buen clima, y renegado al saber que el de cresta no le iba a escuchar a tanta distancia, se levanta de la cama con toda la pereza del mundo comenzando con su rutina matutina, por una vez que se quedaba dormiemdo más tarde Hache lo abandonaba por completo pensó para sus adentros
formando un leve puchero en sus labios, definitivamente la primavera le estaba afectando de más y haciéndolo incluso más cariñoso que antes, o era simplemente el hecho de estar demasiados años aguantando el estar lejos de su mate, aunque lo tuviera al alcance de sus manos.
Su época de comisario desde luego era algo de lo que se avergonzaba, pero día a día esta cambiando poco a poco, mejorando como persona y en su mayor parte gracias al moreno quien nunca lo abandonó, ni lo juzgó.
Y con una sonrisa de oreja a oreja se pone el bañador y una camiseta celeste, un regalo de Gaia por su cumpleaños recordó mientras salía de la habitación y bajaba las escaleras rápidamente, su sonrisa se amplía al ver el desayuno que el de cresta le había preparado.
Tomando la tasa de café frío, uno que Horacio había insistido en aprender a hacer y a qué lo probará, cosa que le termino gustando y unas tostadas con Nutella y fruta picada.
Tarareando para si mismo, contento de sentirse, él y su lobo, cuidados por su pareja, se dirige a la
parte trasera de la casa, donde el moreno se encontraba recostado en una plancha inflable en el medio de la piscina, vestía únicamente uno de sus shorts de baño y unos lentes de sol que le impedían ver sus hermosos ojos heterocromáticos. — Buenos días querido mío —Dice
acercándose al moreno, dejando la tasa junto al platito con el desayuno en el suelo, algo lejos de borde así no se mojan antes de él sentarse en el borde de la piscina para remojar sus pies y estar más cerca del pelirosa y poder conversar tranquilamente.
Horacio lleva una de sus manos a las gafas, bajandoselas ligeramente, lo suficiente para dejar ver superficialmente sus ojos y conectar mirada con las orbes grisaseas — Días cariño mío, porqué bueno estás tú rusito —El moreno le guiña el ojo antes de volver a subir sus lentes a
la vez que su aroma se torna ligeramente picante causando una risita nerviosa en el licántropo.
Volkov nego avergonzado haciendo gestos al de cresta para que se acercará, su pareja alzo una de sus cejas antes de obedecer y acercarce, bajando de el inflable para nadar hacia él,
complacido al tenerlo lo suficientemente cerca, pidiendo permiso silencioso y sinedo concedido al instante, sus manos se posan el la cadera ancha para elevarlo y sentarlo en su regazo. Automáticamente su rostro se dirige a su cuello, olfateando y disfrutando con pura alegría el
poder saciar a su lobo, el cual se encontraba saltando de la euforia al estar rodeado del aroma de su mate — Ahora si que son buenos días...hueles tan bien Hache, mi Hache —murmura con dulzura separándose unos centímetros para poder admirar y disfrutar de las hermosas facciones
del pelirosa.
El menor simplemente soltó una risita, acostumbrado a lo mismoso que era el de nacionalidad rusa desde que empezaron su relación, e inclusive antes era bastante cariñoso, buscando su atención y cercanía constantemente, y sin olvidar su devoción y cuidado hacia su
aroma, cosa de hombres lobos justificaba cada ves que alguien se atrevía a preguntar. Llevando sus manos a las mejillas coloreadas de rojo del peligirs comienza a dejar pequeñas caricias en estas, sonriendo ampliamente con cariño
—Dime, que se siente tener una pareja tan bonita como yo, eh? — El tono bromista del de cresta se deja oír claramente entre sus palabras.
— Mmh, muy bien la verdad, sobretodo porque él es muy hermoso de aquí también —Murmurá rozando su dedo índice con el pecho del moreno,
sobre el corazón. Automáticamente las mejilla de Horacio se tornan de un rojo intenso, seguido de su aroma que se hace incluso más dulce que antes y su corazón acelerado — Uve —Responde apartando la mirada tímidamente unos momentos para luego volver a unir sus miradas
— Tú si que eres bonito de corazón lobo tonto, y eso solo me hace amarte más —Susurra retomando las caricias en las mejillas ajenas antes de dejar un casto beso en los finos labios.
Volkov solo pudo devolverle la sonrisa cargada de amor y cariño, sintiéndose extasiados al
sentir la verdad en aquellas palabras — Я тоже тебя люблю, моё солнце (yo también te amo, mi sol) —Dice antes de llenar la carita del moreno con besitos, agusto y contento de estar junto al de cresta a su lado.
Puede oler la ligera confusión, pero simplemente decidió
dejarlo descubrir que significaba solo, le gustaba que no entendiera sus cursis palabras, se sentía más agusto así, aunque algún día se las diría en inglés, se prometió a si mismo mientras dejaba diminutos besitos en los labios pomposos del moreno.
Fin ;)
Más tarde subo otro (´∩。• ᵕ •。∩`)
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Horacio se encontraba tranquilamente cocinando mientras cantaba y bailaba las canciones de su playlist, era temprano en la mañana, 10:30 para ser
más exactos y se sentía con todos los ánimos del mundo. Volkov cómo todos los días se había marchado alrededor de las 4 am dejándolo solo en la cama junto a una notita, pegada en la heladera, despidiéndose y deseándole un bonito día, por su parte respondió con un mensaje de
texto y un sticker de perrito, una mala broma rutinaria de su parte.
Hoy se había tomado el "día libre" entre muchas comillas, ya que se pasó la mayor parte de la mañana transcribiendo informes y soportando el hablar con superiores de otras sedes para llevar la cuenta de todos
El dolor, el dolor lo estaba matando lentamente, no podía aguantarlo más, todo el día temblando y mareado le habían dejado agotado por completo, la náuseas constantes evitaron que logra comer aúnque sea una miseria fruta, sintiéndose aún peor con el estómago completamente vacío.
Su cuerpo, su mente y su corazón gritaban por un descansó a través de dolorosas punzadas por todo su cuerpo, ya no daba a basto, sintiendo como cada parte de su cuerpo poco a poco perdía las fuerzas, dejándolo sin poder respirar casi de lo agobiado y sofocado que se sentía.
Haciendo puchero como un niño pequeño que se le negaba un dulce, Volkov miraba a Horacio dándole órdenes a los nuevos agente recién ascendidos y a
los novatos de la lspd con desgana, ahora se estaba arrepintiendo muy seriamente de atender la llamada de Madisson y de aceptar aquella práctica de entrenamiento.
Podía oler la asquerosa exitacion de algunos de los cadetes hacia su pareja, impidiéndole disfrutar del dulce aroma
que desprendía el moreno, aumentando su malhumor a niveles extraordinarios, Horacio no era un pedazo de carne para qué lo mirarán con aquellos ojos, era su superior el cual deberían de respetar. Además hoy se suponía que era un día en pareja, sin gente a su alrededor, pero