Al observar tu ritmo de vida, ¿crees que está más asociado a los ciclos naturales (ciclos estacionales y diurnos) o a los productivos (agenda, productividad, entregas)?
La organización de nuestro tiempo, hoy está en manos de un sistema productivo que se basa en la competencia y que necesita incrementar la productividad, y con ello intensificar el ritmo de nuestra vida de forma constante.
Cuando la productividad conquista al reloj se adueña de nuestro tiempo.
Así, el ritmo de nuestra vida termina más asociado a la productividad que a los ritmos naturales.
Podemos estructurarnos asi porque hay una infraestructura que lo hace posible: el sistema energético.
La disponibilidad de energía abundante y estable desde la revolución industrial nos permitió desacoplarnos de los ciclos diurnos y estacionales.
Somos lo que comemos. Pero lo que comemos nos está matando, en diversas dimensiones.
¿Podemos cambiar lo que comemos sin cambiar lo que somos? En otras palabras, es viable una transición energética bajo los paradigmas actuales que estructuran nuestra sociedad?
Necesitamos minería para todo lo que nos rodea, es cierto. Pero no es cierto que necesitamos de todo lo que nos rodea para vivir bien. No necesitamos electrodomésticos diseñados para romperse o dispositivos para cambiarse en cada temporada. Eso necesita la economía para funcionar
El problema es que el sistema económico se independizó de la satisfacción de necesidades humanas y confunde fines (satisfacción de necesidades) por medios (producción de objetos).
Las necesidades humanas quedan subordinadas a la producción de objetos, como desarrolla Max-Neef.
La mayoría de los ingresos de las empresas productoras de artefactos proviene de nuevas ventas.
¿Cuál es su incentivo?
¿Qué las cosas duren o no? ¿Qué puedas o no repararlas? ¿Qué se puedan o no reutilizar?
¿Qué onda con la situación de los hidrocarburos en el mundo? ¿Cómo evolucionará la producción de petróleo en Latinoamérica durante la próxima década?
Comparto algunas consideraciones.
El @el_BID modela 480 escenarios de producción, determinados por la demanda global al 2035, según distintos escenarios de calentamiento global y políticas públicas.
El informe muestra cómo la transición energética impone riesgos financieros para países productores de hidrocarburos, dada la incertidumbre futura de la demanda global.
Esto impone la necesidad de diversificar ingresos fiscales para los países más dependientes.
Personalmente, me sirve pensar las tensiones entre ambiente-economía en capas:
1) una más superficial, más de corto-mediano plazo y "más realizable hoy"; 2) y otra capa más profunda, de mediano-largo plazo, “de horizonte".
Un poco de eso se trata el concepto de "transición"...
La capa más profunda la entiendo como la necesidad de una transformación sistémica de los paradigmas de producción y consumo. Tenemos un sistema socioeconómico insostenible que sólo puede -si puede- generar algo de bienestar a costa de la degradación del planeta.
Ahora bien, es poco práctico creer que desde la política pública HOY y bajo las condiciones actuales es posible llevar a cabo esta transformación sistémica desde nuestro país, por lo cual entramos en el campo de las políticas públicas y acciones dentro del actual paradigma.
La sociedad actual depende estructuralmente de los combustibles fósiles. Y de los agroquímicos. Y de la minería. También fue posible gracias a genocidios, guerras y colonialismo.
¿Eso convierte a todas las actividades en benignas? ¿Que sea dependiente de X, hace a X algo bueno?
Me imagino las discusiones en un bar Europeo durante el iluminismo:
- Tenemos que abandonar el esclavismo!
- ¿Vos estas loco? El progreso económico de nuestra región depende de la existencia de esclavos, ¿Cómo haríamos sin ellos? ¿Acaso vos querés volver a la Edad Media?
La logica es:
"Dependo de X => X es bueno => sin X no se puede vivir"
Reemplaza X con cualquier actividad destructiva y deteriotante de la cual la sociedad sea estructuralmente dependiente.
Con esa misma lógica argumental, a cualquiera que señale la imperiosa necesidad de abandonar los combustibles fósiles, le respondería con estos gráficos.
La lógica de razonamiento es la siguiente: todo lo que pasó post-guerra es fantástico y tanto los combustibles fósiles como los fertilizantes fueron determinantes en ello, ergo criticar sus impactos y señalar la necesidad de su abandono en el futuro implica volver al pasado.