Thread by @elchinosb

Hoy es viernes, tenemos historia para #AdoptenNiñesGrandes
Alguna vez escuché que la única lucha que se pierde es la que se abandona…
Y fue entonces cuando decidí emprender este viaje, está historia, que recién empieza como familia, que empezó a escribir sus primeras líneas

el 3 de marzo de 2022, cuando fuimos, junto a la trabajadora social del hogar a la plazoleta Discépolo. El niño L, tímido, silencioso, caminaba lentamente y mirándome de reojo sin soltar de la mano a su persona de confianza.
Todavía pandemia, pero sin barbijo para vernos las

caras por primera vez, yo buscaba el dialogo, esa primera charla, aunq me habían anticipado que podía no hablarme o no responderme xq se “aferraba” a su círculo de confianza. De a poco miraba más y susurraba, ya estabamos en la plaza y lo invité a los juegos,

accedió, me dio la mano y empezamos en la calesita, luego pasamos al tobogán, ese que permitía que las emociones pasen de 0 a 100, ese que ya no escondía las palabras sino que mostraba la alegría de un niño jugando, regalando sonrisas, sonrisas del juego compartido,

de la complicidad y del desafío de una nueva construcción, una más. Una apuesta al amor, que no sólo se logra con amor, sino que hay madurar la paciencia, la escucha, la empatía, la posibilidad de elegir: ¿Alguna vez fuiste a un kiosco y pudiste elegir que querías comprar?

El niño L pudo tener su primera vez, tmb pudo elegir su primer juguete, su primer calzado, el niño L pudo elegir tener familia, una familia monoparental, sólo un papá. Xq en adopción los niños eligen familia y después se construye la vincular ¿pero sólo un papá?

No, gracias a todos mis apoyos, mi red, novia, familia, amigos, compañeros de trabajo y de la vida que ayudan a que no sea solo un papá. A veces se habla de valentía y un día leí a paula @niunSiniunNo “La valentía no es la decisión, sino sostener esa decisión contra viento y

marea todos los días”. Y en ese todos los días me descubro como papá, primerizo e ignorante, pero con toda la garra y la frente en alto para aprender. Niño L te agradezco como me enseñas todos los días, como me aceptas y como vamos aprendiendo juntos ser familia. No la familia

idealizada de las pelis, la de la vida real, con altos y bajos, con sonrisas, llantos, expresando las emociones a flor de piel y teniendo como pilar de la relación el amor de padre e hijo.
Cuando empecé a relacionarme con la posibilidad de adoptar, sólo escuchaba ruidos,

que no es posible, que en argentina es sólo burocracia, que había muchos ejemplos de personas que no lo lograron, pero cuando te adentras en la realidad argentina de la adopción la cosa cambia, no es lo mismo hablar de bebes que de niños grandes. Y si hablamos de familias

monoparentales y de hombres. Chau, la estadística cayó a los más bajo de sus indicadores, pero eso lo hace imposible? Eso logrará detener el deseo per sé? De ninguna manera, con la ilusión a cuestas y un largo camino de entrevistas y espera activa me fui preparando, fui buscando

herramientas y cada vez cambiando más mi concepción sobre la adopción. Conociendo historias sobre la vulneración que sufrieron nuestros hijos, sobre los duelos, sobre la violencia, es entonces cuando empieza un click, un nuevo despertar, un acompañar para sanar, para recuperar,

para ir de la mano, para correr y dar eso que antes no estuvo, eso que se desea y que muchas veces tarda, pero cuando llega, preparate, agarrate xq ya no es lo mismo, ahora soy xq somos. Y luego de años de lucha, esa imposible, que no iba lograr, que tuvo tanto silencio

empezó a florecer, a brotar con los te quiero mucho, con los papá, y con todo lo que representa una familia, por eso a no bajar los brazos, a no aflojar, nadie dijo que iba a ser fácil, que hay que aprender y hay que sostener todos los días pero hoy más que nunca reafirmo,

que la única lucha que se pierde es la que se abandona.
#AdoptenNiñesGrandes