Thread by @Aisling_

Buenas noches; tarde y todo pero ya arrancamos con el #Tweetmarillion de hoy. Nuestro tema será los derechos de las obras de Tolkien. Espero que puedan acompañarme junto a la @STolkiendiliMex . ^^

Como siempre, mis tuits no están preparados, pero traigo notas. Estaré tuiteando en vivo aquí durante las próximas dos o tres horas, pero podemos seguir la conversación en la semana si ustedes gustan. ^^

Cualquier pregunta, comentario o aportación, que mucho agradeceré, por favor pónganmelo en un reply con el HT #Tweetmarillion .

Procuraré responder todo al instante, pero les pido que me tengan poquita paciencia. ^^

Antes de que empecemos, nuestro comercial de costumbre. ^^'

Esta vez volveré a contarles de mi canal de YouTube que hago con @SNAKE_D_SERGIO . La semana pasada alcanzamos 250 suscriptores, ¡muchísimas gracias! 😃💕

youtube.com/channel/UC6Jo3…

Bueno, pues la semana pasada también empezamos con charlas en directo en el canal. Me acompañaron mis amigos @milosflaca y @Trancos1985 . Estuvo muy divertido y decidimos repetir el asunto, los lunes a las 8 pm tiempo del centro de México.

Por supuesto que mucho de la charla...

...se trató de despedazar (se tenía que hacer y se hizo) a la bendita serie de Amazon. ^^'
Para mañana el plan es contrastar opiniones así que en mi cuenta que no habla de política colgué un hilo con una encuesta sobre cada capítulo de la serie. ^^

Me ayudaría muchísimo si la contestaran y le dieran RT para mayor difusión. ¡Gracias de antemano! ^^

Se me olvidaba. Bautizamos la sección de directos como #Talk-marillion . ^^'

https://twitter.com/Tweetmarillion/status/1574225223351619584?s=20&t=PVyMH1wIsbo_Q1CniNGW4w

Pues vamos al tema.

Sobre algunos rumores que se soltaron sobre la serie de Amazon y la subasta a principios de año de la compañía Middle-earth Enterprises, intenté hacer una recopilación lo más amplia posible de la información fidedigna que tenemos al respecto.

Mis fuentes para este hilo fueron los libros Middle-earth Envisioned de Brian J. Robb y Paul Simpson, más The Making of Middle-earth de Christopher Snyder de donde tomé algunas referencias finas, al igual que la Biografía de Humprhey Carpenter.

Mi amiga @Monigliani , una de las mejores cuentas de Tolkien que se puede hallar aquí (les recomiendo que la sigan ASAP), me permitió utilizar datos de varios hilos suyos en los que ha estado tratando este tema...

...como muestra, aquí hay uno de ellos:

https://twitter.com/Monigliani/status/1560328497171779586?s=20&t=1tFMhy_FWQ8FE08J2MS1MA

Ella me remitió también al artículo de la @SocTolkien que pongo a continuación.
sociedadtolkien.org/blog/2022/03/0…

...y también a la página de Middle-earth Enterprises. middleearth.com

Utilicé la tolkiengateway.net para hacer una lista de nombres y referencias puntuales, y después les remitiré a una gráfica que tienen ahí creada por @timboltonuk .

Finalmente, para conclusiones me referiré al artículo del Dr. Michael D.C. Drout publicado en New York Times, que tiene un nombre de lo más elocuente: Please Don’t Make a Tolkien Cinematic Universe.

Creo que es posible leerlo en línea todavía.

nytimes.com/2022/09/01/opi…

Pues bueno.

Cuando El Señor de los Anillos se convirtió en un éxito de aquellos, Sir Stanley Unwin, el editor de Tolkien, le advirtió a nuestro autor que su trabajo ya era una propiedad intelectual cotizable, y que no tardarían en llegar propuestas para la compra de derechos...

...cinematográficos de su obra. Lo que le planteó a Tolkien fue, con estas palabras: “cash or kudos”, dinero o gloria. Es decir, recomendó el editor, o la obra original debía ser tratada con el más absoluto respeto, o bien un muy buena cantidad de dinero tendría que pagarse.

A Tolkien ya le había tocado cuando menos una adaptación de El Señor de los Anillos (a radio, con la BBC), y aunque no le había gustado, no era tampoco que estuviera en contra del todo a la adaptación de su obra. Estaba consciente de que a fuerzas el cambio de medio dramático...

...tendría que implicar cambios. Entonces resultó que él y Rayner Unwin (hijo de Sir Stanley) entraron en contacto con Forrest Ackerman, que tenía una propuesta para hacer una película de dibujos animados; a Tolkien no le gustaba para nada la animación...

... pero el concept art que le llevaron le pareció bonito y acordó un plazo de seis meses para que le presentaran una propuesta de guión.

Ésta resultó ser la escaleta hecha por el guionista M. G. Zimmerman, que hemos comentado en alguna ocasión antes, y que, sin más, horrorizó a nuestro autor. La anotó completa y la regresó, con el mensaje muy poco discreto de que Zimmerman no estaba preparado para adaptar su obra.

Ackerman había llamado a todo el proyecto “Operación Ringlord”, para que nos demos una idea de qué tan en serio se tomaba las cosas. En lo que se pudo negociar, no había mucha gloria que digamos, y tampoco mucho dinero, así que no quedó en nada.

Pero Tolkien sabía que sus editores contaban con las posibles ganancias económicas de una adaptación y no cerró del todo las puertas a ello. Lo que sí es que llegó a lamentar, supongo que por las malas experiencias, es que su propio trabajo tal vez fuera inadaptable.

En 1962 Tolkien y Allen & Unwin le vendieron al productor norteamericano William L. Snyder de Rembrandt Films, de quien conoceremos trabajos como Tom y Jerry y Popeye el Marino entre otros, los derechos para hacer una adaptación de El Hobbit.

Snyder contrató al animador checo-estadounidense Gene Deitch para el proyecto; en ese entonces muchos clásicos de la animación norteamericana eran maquilados fuera del país. El plan original era un largometraje en forma que siguiera los acontecimientos del libro...

...aunque, como Deitch confesaría más adelante, él era muy bueno para “hollywoodizar” las cosas, así que típico, le puso canciones, cambió eventos y el rol de ciertos personajes, y añadió uno femenino, un princesa, que se convertiría en el interés romántico de Bilbo. (?)

Dos años después la cosa seguía sin cuajar y el mismo Tolkien se preguntaba que qué onda con esos gringos, que si le iban a mostrar algo o no. Snyder entonces le pidió a Deitch que hiciera cualquier cosa, rápido, para evitar que los derechos caducaran.

El resultado fue un curiosísimo cortometraje animado (animado es un decir; en realidad son algunas imágenes fijas con musiquita, efectos y narración) donde podemos tomar un probada de las libertades que el largometraje se hubiera tomado con el original.

Aquí lo tienen. Véanlo bajo su propio riesgo. ^^’

Creo que antes de seguir deberíamos platicar un poquito de lo que significa la compra-venta de los derechos de una propiedad intelectual. Nos vamos a terminar metiendo con un término que a mí la verdad todavía me confunde un poco: las licencias.

Una propiedad intelectual, hasta donde sé, le pertenece al autor y al “publisher”, que en este caso podría ser el editor o el distribuidor. A ellos o a sus representantes se les puede comprar una “licencia” para llevar a cabo un trabajo con esa propiedad intelectual.

Una propiedad intelectual, hasta donde sé, le pertenece al autor y al “publisher”, que en este caso podría ser el editor o el distribuidor. A ellos o a sus representantes se les puede comprar una “licencia” para llevar a cabo un trabajo con esa propiedad intelectual.

Así que por ejemplo si decimos que Tolkien vendió los derechos para hacer una película de El Hobbit, la persona que compró los derechos no podría ponerse tan tranquila a publicar y vender su propia edición de este libro. Mucho menos modificarlo, por ejemplo cambiándole el final.

Las licencias, dependiendo del acuerdo que se llegue entre la parte compradora y la parte vendedora, pueden caducar al cabo de cierto plazo o de ciertos objetivos.

En 1969, Tolkien vendió a United Artists y A PERPETUIDAD los derechos para cine, televisión, teatro y merchandising de El Señor de los Anillos y El Hobbit por cien mil libras, unos doscientos cincuenta mil dólares, el equivalente a un millón seiscientos ochenta mil libras hoy.

Eso sería más o menos cerca de dos millones de dólares, con el compromiso de 7.5% de regalías de adaptaciones futuras. United Artists tendría derecho a revender esa propiedad o a otorgar licencias si así lo deseaban.

Para entonces, nuestro autor tenía ya 77 años (moriría a los 81) y ya no tenía esperanzas de ver su obra adaptada a cine, así que no le interesaban los derechos, pero con el dinero pudo pagar impuestos pendientes.

Cuando Tolkien falleció, el compromiso del 7.5% de regalías por adaptaciones pasaría al llamado Tolkien Estate, la organización legal que gestiona el patrimonio y las propiedades intelectuales del autor, sobre todo las literarias.

United Artists fue propietaria de los derechos fílmicos por poco menos de diez años hasta que los compró el productor Saul Zaentz, convencido por Ralph Bakshi que anteriormente había trabajado con él y tenía su propio proyecto para hacer El Señor de los Anillos.

El estire y afloja que hubo ahí ya lo comentamos en el hilo de Bakshi...

https://twitter.com/Aisling_/status/1272351083562536960?s=20&t=rt3q8-C562J2qVJ-SuNmdQ

...así que no me detendré mucho en ello. Nada más quisiera mencionar que Zaentz creó una división llamada Tolkien Enterprises para manejar su reciente adquisición.

Lo primero que salió de Tolkien Enterprises fue la movie de Bakshi (no precisamente un éxito de taquilla).

¿De dónde salieron las películas de Rankin & Bass? De otra licencia, adquirida por NBC. Los subproductos de estas movies, como álbumes de música y libros ilustrados, fueron distribuídos por (agárrense) Buena Vista, una subsidiaria de Disney. ¿La pesadilla de nuestro autor...?

Sí, también pensé en algún momento que era bastante raro que un programa como #CriminalMinds fuera de Disney pero en fin. ^^’

¿Qué ocurría mientras tanto con los libros? Bueno, en 1986 la editora original de Tolkien, George Allen & Unwin, se fusionó con la editorial Bell & Hyman, y se convirtió en Unwin & Hyman. Esta firma fue adquirida en 1990 por Harper Collins y los libros ahora nos vienen de ahí.

Para la historia de los derechos editoriales de Tolkien en español, les dejo el hilo sobre El Hobito.

https://twitter.com/Aisling_/status/1487985022862651395?s=20&t=rt3q8-C562J2qVJ-SuNmdQ

En fin. En este período de tiempo que hubo entre Bakshi, Rankin & Bass y Jackson, ¿qué tuvimos licenciado por Tolkien Enterprises? Algunas cosas bonitas, como pins, figuritas (algunas basadas en Bakshi, otras por completo diseños originales; yo tengo una Galadriel)...

...y algo de mercancía que todavía estaba por llegar al gran público.

Pero no tardaremos en llegar al proyecto de Jackson, y la cesión de los derechos de Zaentz a Miramax, que según lo que se esperaba, trabajaría con el director neozelandés. Fue con Miramax...

...con quien el proyecto se planeaba en dos películas largas, pero la compañía se espantó con la ambiciosa propuesta y decidió comprimir todo en una sola.

Jackson estuvo a punto de abandonar lo que ya llevaba realizado y la posibilidad de tener acceso a los derechos...

....cuando New Line Cinema entró al quite, y el proyecto creció no sólo a dos, sino a TRES películas como Jackson deseaba en primer lugar.

Si lo vemos atrás en el tiempo, era un gigantesco RIESGO.

En 2004, New Line Cinema y Tolkien Enterprises licenciaron en conjunto el videojuego The Battle for Middle-earth, producido por Electronic Arts.

Esta misma compañía, con el auge de las películas de Jackson, lanzó una docena de videojuegos basados en la Tierra Media...

...(en la de Jackson, fuertemente) entre los que podemos mencionar The Two Towers, The Return of the King, y el RPG copia de Final Fantasy: The Third Age.

A partir del siguiente año, Tolkien Enteprises otorgó muchas licencias, algunas nuevas que estaban relacionadas con la propiedad literaria de Tolkien, para productos como juegos de mesa, joyería, figuritas de acción y miniaturas para pintar.

Lo basado en la película salió por medio de Warner, que había adquirido New Line Cinema a su vez (notaremos que la trilogía de El Hobbit salió bajo el sello de Warner, que de hecho licenció también la futura movie de animación War of the Rohirrim; ahorita War está en disputa. ).

En 2008, el Tolkien Estate demandó a New Line Cinema por incumplimiento del compromiso de 7.5% de regalías de la adaptación de Jackson. Warner liquidó la deuda para poder hacer las películas de El Hobbit. No se hable de ambición aquí; todo lo obtenido se donó a caridad.

En 2010, Tolkien Enterprises cambió de nombre a Middle-earth Enterprises. En un momento veremos qué pasó ahí.

Y bueno, vamos acercándonos a la última parte... y donde las cosas se ponen un poquito peliagudas.

Christopher Tolkien, por muchos años cabeza del Tolkien Estate, siempre fue muy celoso del tratamiento que se le diera a la obra de su padre; por dar un ejemplo, toda la vida rechazó la obra de Jackson.

Tolkien Enterprises y la mayor parte de quienes hicieron uso de los derechos tenían por esta obra respeto, y en algunos casos podría decir hasta cariño, y si bien no tenían que hacerlo, cuando menos sentían una responsabilidad moral hacia Christopher Tolkien.

Él se retiró del Estate en agosto de 2017, y zaz, en noviembre se dio la noticia de que Amazon Studios estaba en pláticas con Warner y el Estate para producir una serie basada en El Señor de los Anillos; la compra de los derechos, se confirmaría después, incluía esta novela...

...con sus Apéndices, y El Hobbit. El asunto dio lugar a veinte mil especulaciones, pero no fue sino hasta 2019 que se empezó a revelar parte del proyecto y a quienes estaban involucrados en él.

La información caía a cuentagotas y pasarían todavía tres años para que todo se concretara.

¿”Cash or kudos”? Con el cierre del trato con el Estate por aproximadamente 250 millones de dólares y el rumbo que está tomando la serie de Amazon Los Anillos de Poder...

...podríamos tener muchos malos pensamientos sobre por qué el Estate, que siempre se ha preciado de proteger la integridad de la obra de Tolkien, está permitiendo a la multimillonaria compañía que se pase por el arco del triunfo alegremente algunos de los estatutos...

..que aparecen especificados en su PROPIA PÁGINA.

Ahora, un punto de aclaración: por muchas barrabasadas que Amazon haya cometido, no significa eso que tengan ningún tipo de campo abierto sobre otras propiedades...

...(está el rumor por ahí de que la compañía tiene que pagar extra por el uso de ciertos elementos no incluídos con la compra, por ejemplo el nombre de Armenelos, la capital del reino de Númenor), ni que lo vayan a tener.

Ni siquiera sabemos si eso depende de cómo le vaya a la serie. Jeff Bezos, propietario de Amazon, ya prometió cuando menos cinco temporadas de unos ocho capítulos cada una. Pero el futuro está en movimiento y todavía no hay seguridad de lo que ocurra.

Ahora, lo que a principios de este año hizo poner el grito en el cielo a muchos fue el anuncio de que los derechos que poseía Middle-earth Enterprises se habían puesto a subasta. Se manejaron varios nombres, por ejemplo Disney (Dios nos agarre confesados)...

...y se barajaron teorías, a cual más descabellada, sobre qué ocurriría con el cambio de propiedad.

Bueno... pues en realidad no es mucho más de lo que ya tenemos. Middle-earth Enterprises cambió de dueño (lo adquirió Embracer Group), pero no de nombre...

...ni tampoco de lo que básicamente la hacía lo que es, incluyendo licencias. Así que no esperemos un parque de diversiones temático, al menos no pronto, ni que de repente aparezcan montones de novelitas o películas o series que tengan como escenario la Tierra Media de Tolkien...

...o algo similar.

Y eso, como dice el doctor Michael D. C. Drout, no es en absoluto algo malo. Porque lo que menos necesitamos es un universo cinemático basado en Tolkien. A lo mejor es posible hacerlo con otras propiedades intelectuales...

...(podemos jugar otro título de Zelda y esperar con confianza a que los juegos no bajen de calidad), pero Tolkien es un caso especial y raro. Alguien cuyo espíritu es difícil de imitar. Y, dice Drout, cuando un trabajo tan conocido y querido como El Señor de los Anillos...

...se intenta AMPLIFICAR hasta convertirse en FRANQUICIA (estoy tentada a marcar eso como mala palabra) con frecuencia se pierde la visión única que atrajo al público original de la obra. Como mantequilla untada sobre DEMASIADO pan (¿les suena la cita?...

...¿Les da más o menos el mismo saborcito que la serie de Amazon, aunque en este caso podría mencionar que se trata de margarina rancia sobre pan de mediana calidad?).

Adaptar a Tolkien no es sencillo. Va más allá de poner guiños a su trabajo, copiarse alguna que otra frasecita conocida, recrear un ambiente conocido y utilizar a sus personajes. Con mucha menos razón se debería pretender REESCRIBIRLO, o completarlo.

Pero si alguna vez tuviéramos que hacerle una adaptación, hay que realizar el trabajo a plena consciencia de sus retos, que no son pocos. Y uno de ellos implica un profundo conocimiento del material con el que se trabaja. El amor es extra, pero ayuda.

Tomar la postura de que quien tenga los derechos puede hacer lo que se le dé la gana, es un enorme retroceso.

Por cierto, yo ya tengo mi propuesta de merchandising: una camiseta que diga “reescribir a Tolkien es una MALA IDEA”. ^^'

Para terminar, les dejo esta gráfica de @timboltonuk
que explica muy bien aquello de las licencias, quién pertenece a quién y quién tiene facultad de qué, y podamos localizar productos actuales y futuros.

https://twitter.com/timboltonuk/status/1560645188279627777?s=20&t=rt3q8-C562J2qVJ-SuNmdQ

Espero que el #Tweetmarillion de hoy haya sido de su agrado. ^^'

Para la próxima semana volveremos al Legendarium para hablar un poco sobre algunos personajes injustamente olvidados.

El tema será Beregond, el guardia de Minas Tirith, y sus hijos. Espero que sea de su interés.

Muchas gracias, y buenas noches/buenos días a todos. ^^