Una madre en Ohio asesina a sus 3 hijos para que "no crecieran y abusaran de mujeres". Y eso no es lo más atroz...
Lo más grave es que los tres asesinatos de los niños sucedieron a lo largo de 13 MESES, y hasta el tercer #infanticidio las autoridades intervinieron, hasta entonces sólo eran "muertes inexplicables".
Brittany Pilkington, de 27 años, se declaró culpable de matar a Gavin, de 4 años, Niall, de 3 meses, y Noah, de 3 meses, entre julio de 2014 y agosto de 2015. Cada vez que Brittany mataba a un niño, esperaba a que su esposo regresara del trabajo para encontrarlo
Niall fue el primero en morir, en julio de 2014. Su muerte se consideró "inexplicable". La investigación criminal no comenzó hasta que Gavin murió en abril de 2015. Debido a esa investigación, Hailey y Noah quedaron fuera de su cuidado.
Cuando fueron devueltos en agosto de 2015, mató a Noah menos de una semana después.
Este es un ejemplo tristemente típico de por qué es importante romper con los sesgos #ginocéntricos de nuestro sistema social. Si el primer niño hubiera muerto bajo el cuidado de un hombre, los otros niños habrían sido retirados de inmediato de su custodia.
Pero, como la asesina es "mujer" y "madre", tiene la cobertura de dos escudos #ginocentristas muy poderosos que sesgan la acción de las autoridades.
Estos sesgos permiten que una mujer adulta quien bajo su cuidado ha tenido dos "muertes inexplicables", reciba de nuevo a su cuidado a otros niños. Repito: un hecho inadmisible de haber sido un varón.
La desidia de las autoridades para priorizar la seguridad de los niños es un escenario tristemente común, donde no se escuchan las advertencias y se omiten las alertas rojas que delatan a las madres asesinas.
Brittany recibió cadena perpetua por los 3 infanticidios. La defensa alegan depresión y un historial de abuso familiar. En 10 años podrá pedir libertad condicional.
Las personas son más escépticas con respecto a la investigación sobre diferencias sexuales cuando los hallazgos favorecen a los hombres.
Un experimento ha encontrado, una vez más, que las personas tienen una aversión constante a la investigación que favorece a los hombres (especialmente cuando esa investigación está escrita por hombres).
Primero, a los participantes se les mostró un artículo (falso) que informaba una diferencia de sexo: que los hombres eran mejores o dibujaban, o que las mujeres lo eran