Thread by @Endbeatriz

El asunto del enano fue así:
Mi mejor amigo y yo fuimos a una fiesta de esas dónde en la puerta te dan dos pastillas y una botellita de agua mineral.
Entramos y El Bebo (mi bff) se perdió entre la gente y yo me senté en un sofá donde había otro chamo que lucía aburrido como yo.

Pasado un buen rato el chamo por fin me habla y me dice que está aburrido, que "esas pepas" no le hicieron nada, a lo que yo le respondí: ¿Quieres las mías? Él aceptó y se las dí. Cómo a las dos horas él dice: "Nah, me voy" Y se levantó y se fue con sus pepas y las mías encima.

Casi ya de día, Bebo y yo nos vamos a dormir en su casa. En la tarde despertamos y ambos teníamos el teléfono full de llamadas perdidas de Jairito, otro amigo. Le llamamos y nos dice que su mejor amigo está en problemas, que nos van a pasar buscando para ir a verlo.

Yo era estudiante de medicina y pues por eso nos llamaron con tanta insistencia. Llegamos a la casa del chamo, Jairito sabía cómo entrar y al abrir la puerta vimos lo que evidentemente era un desastre. La casa estaba patas arribas cómo si alguien hubiese entrado a robar.

El chamo estaba en su cuarto porque pudimos oírlo. Cuando abrimos la puerta, que me muero, era el chamo de las cuatro pepas en el sofá. Desorientado, diaforetico, sialorreico he hiperventilando. Su cara de loco no era normal. 123 este pana está paniqueado. Todos culo a la pared

"Beba dale" dice Bebo por más tonto. Y yo empiezo a hacer lo poco que había aprendido en la carrera. Efectivamente el afirmaba que tenía a un duende en el closet y que nos iba a entregar las monedas de oro que estaban detrás del arco iris.

Que ya le había dado de comer porque preguntó en preguntas Yahoo "¿Que comen los duendes?" Y otro más loco le respondió "lechuga y zanahorias". Luego de que dijo esto, escuchamos ruido dentro del closet. Todos en la habitación en silencio porque el cuadro era fuerte.

Le dije a Bebo: abran la puerta. Y ahí estaba, amordazado y lleno de lechuga y zanahorias por todos lados, con los ojos que se le iban a salir... Era un enano que vendía flores en la calle. Todo desde ahí fue una locura. Policía, demanda y exilio para el chamo.

Y bueno nada, si quieren síganme, que aquí echo los cuentos de las cositas del hospital que no cuento en público, porque no tengo amigos.