Hace un chorro de tiempo, en una galaxia muy lejana, el canciller Pejetin convenció al Senado para militarizar la seguridad ciudadana, nombrarlo empeorador y crear una guardia de clones...
Desde luego que para llegar a ese punto, tuvo que prometer que sería un imperio New Age que controlaría al crimen mediante la fuerza del abrazo y fundaría la capital del amor...
Por todo el imperio fluiría el equilibrio a partir de la fuerza moral de Pejetin donde los delincuentes desestirían de su maldad apabullados mediante correctivos maternos...
Quedaría erradicada la vieja policía de los malos pensamientos cuya inteligencia artificial, llamada Pedasus, era instrumento de espionaje antidemocrático y no de combate al crimen.
El ejercito de los clones fue creado en secreto, pero no a partir de un policía modelo como sería de esperarse, sino a partir de los genes de un criminal conocido como La Tartamuda.
En vez de erradicar el crimen, lo monopolizaron, eliminando a los competidores independientes, para que solo el empeorador y sus huestes pudieran delinquir.
Lord Disgusto pidió mano y se apartó el huachicol, Lady Chambas pidió el ordeñe de la capital imperial. El contrabando, espionaje y mando de los clones fueron entregados al General Crustáceo Sinpujar
Finalmente y en contra de sus promesas amorosas, estableció secretamente un comando: la orden 66 que significaría la localización y el exterminio de las fuerzas democráticas de la galaxia a manos de los clones.
Para lograrlo, retomaron el programa Pedasus, asi localizarían y espiarían las comunicaciones de las fuerzas democráticas, pero el creador de Pedasus al ver que otra vez le darían mal uso, neutralizó el programa.
Ahora que se hicieron públicas las intrigas del empeorador Pejetin, no puede dar la orden 66, por ello desesperado ha invocado a las fuerzas de una civilización de otra galaxia: los Trusos
Siendo gobernador de Tabasco, el hoy titular de Gobernación encomendó la seguridad de su Estado a elementos de cárteles y se puso a las órdenes de los ladrones de combustible...
Pero Patán Disgusto se les aparece y le truena los dedos a los representantes populares cuando él debería tener miedo de pararse en el Congreso, donde ya debe explicaciones.
[1] Sobre la consulta de revocación de mandato se argumenta que es una herramienta de la dictadura pero lo cierto es que fue instituida como un medio de apertura democrática que se viene promoviendo por líderes de distintas corrientes ideológicas desde hace más de dos décadas.
[2] Estos ejercicios son parte de una trancisión necesaria hacia una democracia con mayor peso ciudadano. Los antiguos romanos tenían sus plebiscitos y podían ser empleados bien o mal, pero fueron una forma de democracia directa, es decir, sin intermediarios o representantes.
[3] Ningún argumento de derecho contra la revocación es de peso y debió plantearse en algún amparo o controversia constitucional en contra de la ley reglamentaria pero no se hizo. Nadie lo hizo. Por ello se está aplicando: su constitucionalidad no fue cuestionada.