Thread by @clutterbuck_19

Sí, según este estudio por la OMS (WHO por sus siglas en inglés), hay demasiadas personas con obesidad.
Aunque el estudio se centra en la referencia de alimento vs. actividad física, pero no define algunas otras cosas.
Va un 🧵

Obesity - Our World in Data ourworldindata.org/obesity

El peso de una persona también lo define la masa muscular. Puede haber una persona que pesa 80 kg y mide 1.70; sin embargo, gran parte de ese peso es por masa muscular.

Dentro de mi experiencia como madre de un atleta y mi propia salud, los especialistas que he consultado me han dicho que el peso es relativo. No importa si una persona pesa X kg, siempre y cuando su IMC sea menor al promedio por grupo de edad. Este es un punto importante porque

la edad sí es un factor importante. Muchos adultos mayores tienen déficit de porcentaje magro porque ya no comen muchas proteínas, ya sea por prescripción médica o por falta de recursos para consumirla.
En este punto, también hay muchos factores que determinan el consumo

óptimo de alimentos: alergias, intolerancia alimentaria a ciertos productos. Pero en México, lo que es muy representativo es la carestía. Una familia, lo he mencionado muchas veces, de bajos recursos, no puede comprar 1 litro de leche para ofrecérselo a 5 hijos. No les alcanza.

Por 26 pesos que cuesta, pueden comprar refresco, que atonta algo el hambre por el azúcar que contiene y rinde más.
Esa es la realidad. Una persona con poco dinero en el bolsillo, puede comer 5 tacos de canasta, que van desde los 2 pesos hasta los 12 cada uno, dependiendo

de la zona, y no es el pináculo de la alimentación balanceada. Hay personas que desayunan su tamal, su guajolota, y lo acompañan con atole. Todo esto es carbohidrato y sí es la base de la energía del cuerpo… pero llegan a sentarse a una oficina por 6 u 8 horas. No hay

forma de que quemen el exceso energético.
Otros pueden decir qué hay parques, que solo con caminar a paso veloz es suficiente por 20 min. No para todos.
Para los que sí tienen presupuesto para una dieta balanceada, no la aplican por falta de tiempo. Podríamos decir que gerentes,

directores, vendedores, etc; pueden conseguir alimentos más balanceados, pero el tiempo que se les da para comer o que no lo toman, es poco y comen lo que tengan a la mano. ¿Y qué hay a la mano que no cueste más de 50 pesos diarios para comer? Puestos de garnachas, tacos,

tamales y otro tipo de comestibles llenos de carbohidratos. Las fondas ofrecen un menú mejor balanceado y más variado, pero están arriba de los 70 pesos. Cómo está la economía en este sexenio, si antes no alcanzaba, ahora menos.
Y no hablemos de comer fruta o verdura porque

ahí hay otro tema, más de inflación que de consumo. Un kg de cebolla costaba, máximo, 30 pesos; subió a 70 en algún momento del año. Igual pasa con la papa, el jitomate, el aguacate, limón…
La fruta es cara si compras para consumo de 4 personas en casa. Una piña está en 35

pesos la pieza. Y son pequeñas. Manzanas, 65 el kg, uva, 100; plátano, 19. Y así nos vamos.
El mexicano come lo que está a su alcance, punto. Ese es un hecho que no justifica, pero explica mucho sobre la obesidad en el país.
Pero hay otros factores.

La salud mental también incide en la alimentación. Hay personas que suplen una necesidad emocional con comida, y alta en grasa y azúcar. Pero no hablan de ello y ni mencionar la terapia psicológica.
Factores hay muchos que inciden en la obesidad del mexicano.

Lo más que puedo añadir es que, si tienen los recursos, acudan con su médico y Nutriologo. La educación alimentaria y los avances científicos acerca de los alimentos, son ya muy relevantes. Lo que antes se creía que podía hacer daño, ya no es cierto, gracias a las investigaciones

y a los estudios que se han desarrollado rápidamente.
Mi única sugerencia es que acudan con un especialista, formulen todas las preguntas posibles y traten de seguir lo más posible el régimen que les receten.
Pregunten sobre lo keto, lo vegano, vegetariano, sin gluten, etc.

Nadie más que un especialista en nutrición puede señalarles el buen camino de la alimentación y sin sacrificar lo que les gusta. Por lo menos, esa ha sido mi experiencia.
#YoNomásDigo