Luo Binghe no era un pequeño discípulo cuando descubrió el coño de Shen Qingqiu. Aunque shizun sí lo trataba como un mocoso tonto.
El día que vio su concha solo quería entregar un poco más temprano el té matutino junto con los dulces favoritos de shizun. En el momento pensó que el maestro estaba aseándose, pero después de haber huido en silencio y con las mejillas rojas se percató que tal vez
estaba jugando con /eso/.
Shen Qingqiu no se dio cuenta y siguió tratando a Luo Binghe como la pequeña bestia que asignó a la cocina. Era como si el maestro no pudiera ver los cambios obvios de Luo Binghe: el cabello creciendo y engrosando, sus músculos definiéndose,
su espalda ensanchándose…
Sin saber que cada día que le pedía dulces junto al té de las mañanas, Luo Binghe se preguntaba a qué sabía el jugo que escurría entre los labios gordos de su concha.
Ahora sabe que es dulce, muy muy dulce. Luo Binghe mete su lengua entre la pequeña
entrada del coño de shizun y saborea cada gota de su néctar, a la vez que sostiene la mirada en cómo el maestro se retuerce y aprieta las sabanas de su cama.
A veces sube un poco para succionar ese pequeño bulto que se esconde entre los labios y parece que a su shizun le gusta
demasiado. No solo gime profundo hasta que necesita morder un dedo para silenciarse, sino que su coño se moja más y más.
Eso facilita las cosas cuando Luo Binghe mete un dedo dentro del coño. Ahí es caliente y resbaloso, la textura no es tan suave como afuera, pero se siente
bien tocar y que se apriete en su dedo. El pulgar está girando suavemente en el bulto hinchado y rojizo, derritiendo por completo a Shen Qingqiu.
—Shizun, tu coño está muy mojado, voy a meter otro dedo. —Luo Binghe mete dos dedos más mientras presiona y gira el pulgar sobre el
clítoris de Shen Qingqiu. El maestro arquea la espalda y un chorro grueso y espeso sale de su interior.
—Te corriste mucho, shizun. Este discípulo se alegra de servir bien a shizun.
—Bestia... Sigue... No te detengas...
Para Luo Binghe aquello es una orden y él no desobedece
a su shizun, solo que ya es hora de ir un poco más allá. Ya jugó con los tiernos y pequeños pezones de Shen Qingqiu hasta dejarlos hinchados, también beso muchas partes de su cuerpo pálido y terso.
Ni hablar de cómo realmente disfrutó comerle el coño a shizun.
Luo Binghe afloja
sus túnicas y saca su órgano sexual frente a la mirada incrédula de Shen Qingqiu. Sabe que es enorme, lo comprobó en los baños con los demás discípulos, y la mirada de shizun solo lo confirma más.
—Shizun puede ver que este discípulo ha crecido bastante. Me preguntó si la
pequeña concha de mi shizun podrá recibirla toda.
Primero frota la monstruosa verga entre los labios de Shen Qingqiu, bañándola en los jugos y degustando el calor del roce de los genitales. A propósito se mueve dejando que el glande golpeé el clítoris del maestro,
aquello les envía una sensación placentera desde la entrepierna hasta la columna.
Luo Binghe hace el mismo movimiento, paciente, hasta que Shen Qingqiu explota y exige con lágrimas en el borde de sus ojos —¡Basta... bestia! Aah- Hazlo rápido.
¡Y ahí está!
Lo que tanto quería Luo Binghe. No pierde la oportunidad de molestar a shizun —¿En qué debería apresurarse este discípulo?
—Bestia estúpida... Tú... lo sabes ya.
—Este discípulo lo lamenta pero no puede saber a que se refiere shizun sí shizun no le explica.
—Sabías dónde poner tu sucia lengua atrevida... Ngh... ¡Basta!
—¿Shizun lo quiere adentro?
—... eso es...
—¿Qué cosa es?
—¡Maldito bastardo! Qué metas tu jodida verga- ¡Aah!
Antes de que Shen Qingqiu termine sus maldiciones, Luo Binghe le empuja toda su enorme longitud
dentro del coño. Con las manos cubriendo su boca, el maestro recibe las enérgicas estocadas de su discípulo.
—Mmm shizun me está chupando tan fuerte. ¿Eran tantos los deseos de shizun por la verga de este discípulo?
—Ngh... C-Cállate...
—Hay una manera en la que shizun puede
silenciarme. —Luo Binghe se inclina hacia el rostro de Shen Qingqiu, qué estira sus brazos de inmediato y lo recibe con un beso. Uno bastante sucio.
Es la primera vez que se besan. Luo Binghe cree que la saliva de shizun también es dulce, y que la cavidad también es caliente y
húmeda como la de abajo. Sus estocadas no bajan la ferocidad mientras guía la lengua de Shen Qingqiu dentro de sus bocas.
Todo de shizun le gusta a Luo Binghe. Cómo abraza su cintura con las piernas, la manera en que su coño chupa y aprieta su verga, el beso sucio y sonoro que
comparten y las uñas afiladas que se entierran y rasgan su espalda.
No puede resistirlo más.
Luo Binghe se levanta y agarra las caderas de Shen Qingqiu. Sus golpes se hacen más rápidos y más violentos, rozando el lugar correcto de su shizun en cada entrada y salida.
También mueve sus pulgares alrededor del bulto que se forma en el abdomen del maestro cada vez que la mete.
—Shizun es increíble, ¿está bien si este discípulo se viene dentro de shizun?
Ante los ojos muy abiertos de Shen Qingqiu, Luo Binghe usa el encanto que ha desarrollado
en los últimos años para ganar el favor del maestro —Por favor, shizun. Este discípulo no cree que pueda detenerse.
—...hazlo. —La respuesta de Shen Qingqiu es baja y jadeante.
—¿Qué dijo shizun?
—Ngh... Te dije que... hagas lo que quieras.
—Ah shizun, quiero embarazarte.
—¿¡Qué demoni- Mmgh, Binghe, ahí, muévete ahí...
La emoción del joven no se hizo esperar, es quizá la primera vez que Shen Qingqiu dice su nombre, y no solo eso, ¡dijo Binghe! Así que repite el movimiento con precisión, viendo el placer de Shen Qingqiu desatarse en lágrimas
y gimoteos.
El coño se cierra sobre su verga y siente como si fuera a ser tragado entero por la cavidad; es tan bueno que no quiere terminar, y a la vez quiere derramar su semilla dentro de shizun hasta quedar seco.
Las caderas chocan entre sí de manera bestial, el ruido
obsceno de sus cuerpos no puede ocultarse al igual que los gemidos de Shen Qingqiu, pero a ninguno de los dos parece importarle aquello en este momento.
Cuando Shen Qingqiu se corre, su coño se aprieta mucho más sobre la pija de Luo Binghe y palpita cuando libera una cuantiosa
cantidad de flujo que corre hasta su trasero.
Luo Binghe siente el orgasmo de su shizun y, aunque le frustra no coincidir con él, solo demora unos segundos para lanzar un enorme chorro caliente de su semen en el interior del maestro.
El movimiento se detiene gradualmente y
Luo Binghe se acerca a su jadeante shizun para darle algunos suaves besos. Shen Qingqiu no le corresponde a sus mimos, pero tampoco los rechaza. Su rostro sonrojado se ve bastante complacido con su discípulo.
Después de eso pasan algunos meses y Luo Binghe está un poco triste porque Shen Qingqiu no está embarazado. Pero no es problema, él se asegurará de llenar a shizun cada mañana durante la hora del té hasta dejarlo preñado.
~Fin~
En serio esto no es funable pero si me funan igual pues qué pendejada añoña.
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#BingJiu lbg —que está en modo 'conquistaré a shizun'— descubre que sj no acepta dormir con él porque tiene pesadillas (y odia que cualquiera lo vea vulnerable).
sj se acurruca cada noche en la esquina de su cama y solo se queda dormido unas pocas horas antes de soñar con qjl
pero los últimos días cada vez que se queda dormido está en un frondoso bosque de bambús. la brisa fresca acaricia su rostro y puede escuchar el sonido de la pipa entonando preciosas canciones.
días después agarra confianza y explora este nuevo lugar en sus sueños, encuentra un
jardín junto a un pequeño estanque. el lugar es extraño pero acogedor y hermoso. sj se relaja semanas después y su temor a dormir se reduce poco a poco.
lo que no sabe es que cada noche lbg entra en sus sueños y construye ese mundo para él, mientras se encarga de esconder