Thread by @ElAquelarreCast

El siempre heterodoxo Arthur Schopenhauer fue uno de los filósofos que más reconoció la valía sapiencial de las doctrinas orientales. Y junto a otros, como Schelling o Krause, quisieron mostrar al mundo entero la deuda que tenían sus pensamientos con la sabiduría oriental.

Friedrich Schelling llegaría a afirmar que los textos hindúes eran muy superiores a la Biblia y que el vedanta era la forma más avanzada de espiritualismo. Similar a Karl Krause y sus continuas críticas al modo en que Occidente despreciaba el legado asiático.

Un paso más allá fue Schopenhauer al considerar a las Upanishads la cumbre del pensamiento humano y la obra más enriquecedora de cuantas han sido creadas. Llegando al punto de afirmar que fueron el consuelo de su vida y que serían el consuelo de su muerte.

Y del mismo modo decía a sus lectores:

"Por ello la mística constituye un excelente complemento de mi filosofía: y quien me ha leído, hará muy bien en leer todo lo que hay de místico en los Upanishads, después los Torrens de Guyon y, finalmente, la mística de los sufíes."

Todo ello llegando finalmente a afirmar que tanto el Buda, como el Maestro Eckhart y él mismo enseñaban la misma doctrina, pero con distintos nombres. Una doctrina que estaría en total sintonía con la de pensadores indios del vedanta, como el célebre Shankara.

A pesar de todo ello, el desprecio por el pensamiento oriental sigue siendo una constante dentro del estudio filosófico occidental. Lo que allí hay se considera muchas veces religión en el mejor de los casos, pura superstición en el peor de ellos. Aunque su influencia es enorme.

Y no sólo en la filosofía, sino también en la obra de dramaturgos del siglo de oro español, como Calderón; de poetas románticos como Goethe, Wordsworth o Percey Shelley; o de trascendentalitas americanos como Ralph Waldo Emerson o Walt Whitman. Pero eso sin duda es otra historia.