Thread by @Aisling_

Buenas noches; un poquito tarde pero ya comenzamos con el #Tweetmarillion de hoy. Nuestro tema será la segunda y última parte de la historia de Isildur.
Espero puedan acompañarme junto a la @STolkiendiliMex . ^^

Como de costumbre, mis tuits no están preparados, pero traigo notas. Estaré tuiteando en vivo durante las próximas dos o tres horas, pero podemos continuar la conversación en la semana si ustedes gustan.

Cualquier pregunta, comentario o aportación, que mucho agradeceré, por favor pónganmelo en un reply con el HT #Tweetmarillion . Haré lo posible por responder al instante, pero les pido que me tengan un poco de paciencia si tardo incluso un día. ^^'

Recordaremos que la semana pasada relatamos la juventud de Isildur en Númenor, su hazaña de rescatar una futura semilla del árbol sagrado Nimloth, cómo él y su familia sobrevivieron al cataclismo, y finalmente su participación en la guerra de la Última Alianza contra Sauron.

La Alianza triunfó, recordaremos, pero a un precio altísimo. Murieron Gil-galad, el último rey de los elfos Noldor en la Tierra Media; su aliado Elendil, rey de los Numenóreanos, su hijo Anárion; y también Oropher y Amdír, reyes respectivamente del Bosque Verde y de Lórien.

Y a pesar de que Sauron fuera derrotado, el Anillo donde había vertido gran parte de su poder permaneció... Isildur lo tomó y se lo quedó, y eso sólo lo presenciaron Elrond y Círdan.
Veamos entonces qué ocurrió después.

Tras la victoria de la Última Alianza, Isildur y sus tres hijos regresaron a Gondor por un tiempo. Isildur había decidido, como único sobreviviente de su generación en su familia, convertirse en rey tanto de Arnor como de Gondor. Se puso lo que su padre usaba como corona...

...que era una pieza especialísima llamada Elendilmir, heredada de su antepasada la princesa Silmariën, y se quedó un muy buen rato echándole un rollo a su sobrino Meneldil, a quien, según él, estaba instruyendo para gobernar Gondor en su ausencia.

Meneldil era un hombre discreto y perceptivo y de seguro sabía muy bien lo que tenía que hacer; ya estaba un poco harto de que su tío lo tratara como niño chiquito y no podía esperar la hora en la que se marchara con los hijos a su propio reino del norte.

Isildur se tomó también tiempo para construír una bella tumba para su padre, plantar otro retoño del árbol blanco en Minas Anor memoria de su hermano, y redactar un texto algo perturbador sobre el objeto que había arrebatado de la mano de Sauron.

Fue este texto, casi desconocido, lo que cientos de años más tarde encontró Gandalf tras mucho tiempo de investigación en Gondor.

En él, Isildur declaraba que el Anillo se convertiría en reliquia para el Reino del Norte, y procedía a describirlo. Puso que al principio le había quemado, como si estuviera al rojo vivo, y que parecía tener una inscripción en una lengua rara que se había puesto a copiar...

...antes de que se desvaneciera al enfriarse el objeto. Tal vez si se volviera a calentar el Anillo la escritura podría reaparecer, puso, pero él no iba a arriesgarse a dañar el objeto, pues era, a su punto de vista, la única cosa bella entre las obras de Sauron...

...y preciosa para él, aunque la había comprado con gran dolor.

¿Empezamos a notar aquí el principio de una obsesión? Probablemente. En todo caso, Isildur se mandó hacer una cajita de oro a manera de dije, puso el Anillo ahí y se lo colgó del cuello con una cadena fina.

El Anillo lo fascinaba, en efecto, pero, y esto ni Gandalf ni nosotros tendríamos manera de saberlo todavía, también le causaba una ENORME repugnancia. Y no se atrevía siquiera a tocarlo; el objeto, ya frío, lo seguía quemando. 😳

Además de su testimonio escrito, que por lo visto mantuvo escondido, a nadie de los suyos le dijo una palabra sobre el objeto, salvo a Elendur, su hijo mayor y probablemente el favorito.

Cuando por fin terminó sus asuntos en Gondor, Isildur decidió marchar primero a Rivendel. Su esposa y su hijo menor continuaban allá, y necesitaba urgentemente consultar a Elrond... ¿tal vez por el Anillo? Tenía dos opciones para hacerlo...

...o se movía hacia el oeste de regreso a Arnor y de ahí hacia el norte, que era el camino más seguro, pero más largo, o subía desde Osgiliath directo hacia el norte, siguiendo la corriente del río Anduin para luego tomar el paso de las montañas hacia Rivendel...

...que sería relativamente rápido y lo llevaría cerca del Bosque Verde, Lothlórien y Erebor, todos sede de pueblos aliados. Optó por eso.

Para el camino, se llevó a doscientos soldados; la mayor parte de su ejército ya se había mudado para Arnor. Fueron a pie porque no tenían monturas apropiadas, y los diez caballos que pudieron conseguir los utilizaron para llevar carga y provisiones.

No que les preocupara; todos los del contingente eran personas en buena forma, acostumbrados a moverse con cierta velocidad, y además conocían la ruta. Isildur calculó unos cuarenta días de viaje.

Viajaron sin novedad, salvo una tormenta que hizo crecer el río y los obligó a apartarse del camino. Para el trigésimo día de viaje estaban en la región llamada Campos Gladios, por un camino que llevaba al reino de Thranduil. La gente de Isildur estaba de buen humor...

...y algunos hasta cantaban porque el viaje estaba a punto de concluír. Pero de pronto una nube cubrió el sol, y como si la oscuridad fuera una señal, oyeron los gritos de guerra de los orcos y sus pasos que se acercaban.

No había manera de decir cuántos eran pero testigos calcularon CUANDO MENOS dos mil.

Estos orcos de seguro eran tropas perdidas que no sabían de la derrota de Sauron y estaban ahí cumpliendo todavía órdenes. Tal vez sentían también la presencia del Anillo.

Isildur rápidamente organizó una defensa de escudos, que sirvió bastante bien cuando los orcos lanzaron una primera nube de flechas. El difícil terreno no le dejaba otra opción que la defensa. A Elendur le dijo que tendrían que resistir solos...

...pues Moria y Lothlórien estaban demasiado lejos para enviar ayuda, y el reino de Thranduil todavía estaba a cuatro días de distancia. Elendur le recordó que llevaban consigo objetos que habría que salvaguardar, e Isildur se volvió a su joven escudero, Ohtar...

...y le entregó los fragmentos de Narsil, la espada de Elendil, con el encargo de que hiciera todo lo posible por que no cayera en manos enemigas. Ohtar besó la mano de Isildur y escapó con otro compañero hacia la oscuridad. Los orcos no les prestaron atención...

...y los muchachos llegaron eventualmente a Rivendel.

Los orcos cargaron entonces, esperando romper la defensa de Isildur. Fueron rechazados con grandes pérdidas, mientras que los Dúnedain apenas sufrieron bajas.

Le pareció a Isildur que los orcos se retiraban hacia el bosque; y bueno, esa era su costumbre, de huír cuando la presa les oponía resistencia. Ordenó seguir la marcha pero esta vez hacia un terreno más plano que les daría ventaja en caso de otro ataque.

Pero apenas habían avanzado un poco cuando los orcos volvieron a caerles encima. Esta vez ya no gritaban, sino que permanecían en un silencio aterrador. Poco a poco, muy poco a poco, comenzaron a cerrar un círculo en torno a los Dúnedain.

Elendur fue hacia Isildur, quien estaba como sumido en sus pensamientos, y le dijo:
-Papá, ¿qué hay del objeto que tienes? ¿No podrías usarlo para detener a estas viles criaturas? ¿No sirve de nada?

-No, hijo. No puedo usarlo. Me lastima cuando lo toco y no he encontrado fuerzas para dominarlo; se necesita alguien más grande que yo. El objeto debe entregarse a los Portadores de los Tres Anillos.

En ese momento los orcos hicieron sonar sus cuernos...

...y se arrojaron contra los humanos. De dos en dos, los más grandes se abalanzaban sobre uno de los Dúnedain y lo hacían caer, mientras que las garras de otros tantos de sus compañeros lo arrastraban para darle muerte.

Era un Dúnedain muerto por cada cinco orcos pero eso no parecía importarles a los enemigos.

Ciryon, otro hijo de Isildur, sufrió ese destino. Al intentar rescatar a su hermano, Aratan recibió una herida mortal.

Isildur combatía en el lado este, donde la pelea era más encarnizada. Estaba ileso, porque los orcos le temían a la luz de la Elendilmir que llevaba en la frente. Elendur le puso la mano en el hombro y él se volvió asustadísimo...

...pensando que era un orco que lo atacaba por la espalda. Por fortuna se detuvo.
Elendur le dijo que Ciryon estaba muerto y que Aratan no sobreviviría. Que como el último consejero que le quedaba tendría que recomendarle... no, ORDENARLE que se pusiera a salvo...

...y que llevara ESE OBJETO a los sabios, incluso si el costo era abandonarlo a él y a sus hombres.

Isildur, ante ello, finalmente se rompió. Sabía lo que tenía que hacer, dijo, pero no podría haberlo hecho sin el permiso de Elendur.

Le pidió perdón a su hijo porque su soberbia lo había condenado a ese terrible destino. Elendur besó la frente de su padre y le pidió que se fuera ya.

Isildur echó a correr mientras sacaba el Anillo de la cajita-dije, donde lo llevaba. Con un grito de angustia y dolor, se lo puso, y desapareció. Pero la joya que adornaba la Elendilmir brilló de pronto, como una estrella, e Isildur tuvo que cubrirla con su capucha.

Siguió corriendo hasta llegar al extremo del valle, sólo para asegurarse de que los orcos no lo seguían. Caminó despacio esta vez, porque sabía que incluso invisible los orcos podrían rastrearlo por el olor. Ya para la medianoche, llegó a la ribera del Anduin. No se oía nada...

...salvo la corriente tumultuosa del río. Solo y desesperado, Isildur se quedó ahí de pie un rato, y comenzó a despojarse de su armadura y sus armas, salvo una espada corta que conservó colgada del cinturón. Esperaba cruzar y encontrar, del otro lado, el paso a Rivendel.

Tenía que llevar el Anillo al menos hasta allá, con Elrond. Ya en su juventud había emprendido una proeza similar, cuando rescató el fruto de Nimloth para dárselo a su abuelo, en circunstancias igual de hostiles y con desventajas similares. Tendría que repetirlo. Podría lograrlo.

La corriente, sin embargo, era demasiado fuerte, y aunque Isildur luchó contra ella con todas sus fuerzas, pronto se vio arrastrado hacia el sur, donde había dejado a sus tropas. Se debatió e intentó por igual aferrarse y deshacerse de hierbas podridas y arbustos...

...que le impedían cruzar. Y entonces se dio cuenta de que el Anillo se le había escapado del dedo. Ni siquiera había notado en qué momento había ocurrido, y por supuesto, no había ni esperanzas de volverlo a recuperar.

La sensación de pérdida fue tan tremenda que dejó de nadar, y sintió deseos de simplemente dejarse hundir. Pero al mismo tiempo experimentó un gran ALIVIO, como si una carga muy pesada se le hubiera quitado de los hombros. Se enderezó y notó que sus pies tocaban fondo.

Avanzó un poco y halló un islote lodoso cerca de la costa occidental. Salió del agua, escribe Tolkien, “sólo un hombre mortal, un pequeño ser perdido y abandonado en aquellos parajes agrestes de la Tierra Media”. 😢

Desde ahí lo vieron algunos orcos que vigilaban la orilla del río, y les pareció una sombra monstruosa con un solo ojo brillante (la Elendilmir) que traspasaba la oscuridad. Llenos de miedo, le dispararon sus flechas envenenadas y salieron huyendo.

Tal vez, después de todo, Isildur aún podría morir como un auténtico rey de Númenor, en sus cabales y consciente de que su hora había llegado. Una flecha le atravesó la garganta, otra se le hundió en el pecho. Cayó hacia atrás sin exhalar un grito.

Ahora, hasta finales de la Tercera Edad, lo único que se sabía de todo esto era que Isildur había escapado de la emboscada en los Campos Gladios y que había intentado huír con ayuda del Anillo, y había fracasado. El cuerpo nunca fue recuperado.

¿Había sido Isildur un cobarde y un corrupto? Las cosas no iban a ponerse en claro sino hasta el inicio de la Cuarta Edad, cuando Aragorn, ya como rey de Arnor y Gondor, comenzó a ordenar las cosas y dirigir algunas investigaciones.

Aragorn sin duda admiraba a su antepasado, y podemos culpar al buen Peter Jackson por otra impresión equivocada. En otra de las jugadas que con frecuencia se repiten en las movies, Jackson puso en los labios de Arwen una frase de él.

Arwen dice en la movie La Comunidad: Eres el heredero de Isildur, no Isildur mismo. Aragorn le responde algo así como, ajá, pero que la misma sangre, la misma DEBILIDAD corre por sus venas. En el libro, la frase se la dice Aragorn a Boromir: Soy el heredero de Isildur...

...no Isildur mismo, pero no lo hace para señalar la debilidad de Isildur, sino como muestra de su gran humildad: él no se atreve a compararse con su ilustre ancestro.

¿Cuál fue el resultado de la investigación? Según relatara Elrond, se decía que de la emboscada en los Campos Gladios sólo habían sobrevivido tres hombres. Ohtar el escudero de Isildur y su compañero, que llegaron a Rivendel, eran dos, pero, ¿y el tercero?

La respuesta nos llevaría a conocer el destino de Isildur.

Resulta que Elendur tenía también un escudero, un chico llamado Estelmo. Estelmo presenció las conversaciones entre Isildur y Elendur (yo creo que nada más entendió la mitad de lo que se trataban). Se quedó atrás...

...junto a su señor en la batalla. Al día siguiente, unos leñadores del Bosque Verde, advertidos por Thranduil y su gente, fueron al sitio de la batalla. Evitaron así que los orcos, ya muy diezmados y sin ganas de seguir combatiendo, profanaran y despedazaran los cuerpos...

...de los caídos. Bajo el cadáver de Elendur (como si hubiera intentado cubrirlo) encontraron a este muchacho, Estelmo, herido por un golpe de garrote en la cabeza; inconsciente pero vivo.
Más adelante, Estelmo pudo dejar por escrito su testimonio...

...de las últimas conversaciones entre Elendur y su padre. La historia de los últimos momentos de Isildur se reconstruyó por conjeturas, pero bien fundamentadas, cuando más detalles adicionales se encontraron. El destino de los restos de Isildur siguió siendo un misterio.

Una de las primeras acciones de Aragorn como rey fue restaurar la ahora abandonada torre de Orthanc en Isengard. Se encontró ahí toda clase de tesoros, joyas y reliquias, algunas saqueadas de tumbas (me gusta la frase de Tolkien de que Saruman...

...en lugar de comportarse como dragón había terminado como corneja).

En la residencia de Saruman se encontró, medio escondida, una puerta metálica imposible de abrir. Aragorn fue al lugar acompañado de su amigo Gimli el enano, y Gimli le ayudó a forzar la cerradura.

...Era como un armario chiquito y prácticamente vacío... salvo por dos cosas. Una era una cajita de oro en forma de dije, que colgaba de una cadena fina. Y la otra... la otra era la Elendilmir, la corona de Arnor que se creía perdida para siempre.

A Aragorn casi se le vuela la cabeza. Tras la muerte de Isildur, Elrond había mandado a hacer con sus herreros una copia de la Elendilmir para Valandil, el hijo menor, por puro cariño, y era ésa la corona que habían portado los reyes dúnedain de Arnor a partir de entonces.

Aragorn la tenía en su poder y la había portado en la batalla de Pelennor. Pero eso que tenía ahí era la AUTÉNTICA Elendilmir, la que se había heredado de la princesa Silmariën, hecha con una joya élfica montada sobre una diadema de mithril.

Y ahí estaba la respuesta que Aragorn buscaba también.

Seguramente Saruman, que ya sabía del Anillo y esperaba hacerse con él, había mandado a sus orcos a buscar el cuerpo de Isildur por el Anduin. Y sí, habían dado con los restos...

...y quién sabe qué había hecho el mago con ellos (no la peor de sus maldades, escribe Tolkien). Y no habían hallado sobre él más que ese dije donde había estado guardado el Anillo, y la corona.

Aragorn tomó ambos objetos con mucha reverencia, y cuando asumió el reino de Arnor su esposa Arwen le ciñó la Elendilmir auténtica, y todos se quedaron sorprendidos de lo bien que se le veía. Pero Aragorn no iba a arriesgar una vez más la joya...

...y sólo la utilizaba en ocasiones especiales. Fuera de eso usaba la copia, y decía que esa corona la habían llevado cuarenta antes que él, cuarenta que eran personas mucho más grandes que él mismo.

En otras palabras, Aragorn seguía siendo de una humildad excelentísima. ^^

De esta manera, Aragorn no sólo descubrió el destino final de su antepasado, sino que también consiguió rehabilitar su memoria. Y no creo que haya encontrado mejor recompensa que esto.

Y así es como termina la historia de Isildur.

Espero que este #Tweetmarillion haya sido de su agrado. ^^

Viene una pequeña selección de imágenes de Pinterest.

Isildur, príncipe de Númenor.

Arte por Samo-art.
pin.it/2ZyIADa

Isildur corta el Anillo de la mano de Sauron. No hace constar el autor pero estoy casi segura de que es Denis Gordeev.
pin.it/5ZMTgxU

La misma escena, por Cor Blok.
pin.it/1mBVqZO

Isildur le entrega los fragmentos de Narsil a Ohtar, mientras que Elendur, a la izquierda, observa. Arte por Anke Eißmann.
pin.it/5aXIrIr

La muerte de Isildur, por Anke Eißmann. pin.it/7rQEGK2

Gandalf examina el manuscrito de Isildur. Arte por Matthew Stewart.
pin.it/24nFKbE

Me gustó mucho la química entre Lloyd Owen (Elendil) y Maxim Baldry (Isildur) en la serie de Amazon. ^^
pin.it/7E3LrZm

Y con esto terminamos.

Para la próxima semana, traeré un hilo más cortito, biográfico, sobre un personaje con frecuencia pasado por alto.
Hablaremos sobre Ioreth, la enfermera de Gondor. Espero que les guste (sé que le gustará a @Trancos1985). ^^

Muchas gracias, y buenas noches/buenos días a todos. ^^