El asunto del otro padre le empezó a carcomer la cabeza cuando Shen Yu cumplió tres años. Tal vez sus vecinos, colegas, profesores y todos quienes conocían a A-Yu no tenían la intención de incomodarlo
hablando del tema, sino que su hijo no se parecía en nada a él.
Al principio no era notable, pero los años pasaron y en vez de tomar la forma de Shen Jiu, empezó a parecerse a… otro. A-Yu era hermoso y vivaz, sus ojos redondos y brillantes eran de un profundo color oscuro.
Mantenía la postura de un jovencito valeroso y noble a pesar de su corta edad. Shen Jiu sabía que su hijo crecería para ser un hombre atractivo y grandilocuente.
No obstante, Shen Jiu se recordaba a sí mismo como un niño que parecía débil y enfermo aunque no lo estuviera.
Sus ojos rasgados y ligeramente más claros le daban una apariencia altiva que lo metía en problemas con frecuencia. Por lo menos en eso último sí que se parecía a él.
La pequeña bestia reaccionaba a las ofensas y no se quedaba con ninguno de sus rencores.
Cuando Shen Jiu fue a buscarlo a la escuela porque había roto los cuadernos de uno de sus compañeros, el niño fue directo y preguntó —Mama, ¿Dónde está papá? —Sus ojos estaban rojos aún, había llorado.
Le explicaron que ese día hablaron sobre la familia. A la hora de dibujar, A-Yu hizo uno muy bonito de él y su mamá para compartirlo con la clase. Antes de que su profesora pudiera explicar que hay diferentes familias, uno de los niños se había burlado de Shen Yu.
Desde que creció trataba de mantener la compostura y no discutir con nadie, a menos que se tratase a A-Yu. Shen Jiu insultó al padre del otro chico sin contenerse, luego se retiró de la dirección.
Saliendo de la escuela le respondió —Mama te lo dirá, pero primero iremos por un helado ¿Te parece? —Podía persuadirlo, pero no era lo correcto. Durante semanas había leído innumerables foros y artículos sobre el tema; engañar a Shen Yu estaba prohibido.
La heladería no estaba muy llena a esa hora. Ambos se sentaron en una mesa alejada con sus helados en mano, probando del sabor que pidió el otro, como siempre hacían.
—Papá no está —Shen Jiu lo dijo sin detalles— y no creo que esté en el futuro. Pero no es culpa de A-Yu.
»Mama estará contigo, así que no debes preocuparte por nada de lo que digan.
Shen Yu tenía 4 años, era un niño como cualquier otro y sus ojos se humedecieron al escuchar que no había papá para él. Su manita se alejó del helado y miró a Shen Jiu —¿Entonces quién protege a mama?
—Mama puede protegerse solo.
—La seño dijo que los papás se protegen el uno al otro. —El niño refutó con susurro.
—¿Mama se ve cómo alguien débil?
Shen Yu lo miró y sacudió la cabeza. Su cabello sedoso se despeinó con el movimiento y Shen Jiu estiró su mano para acomodarlo
—Entonces no necesitamos de nadie más.
Mientras caminaban a casa, un Shen Yu más animado dijo —Si mama no tiene quién lo proteja, entonces lo haré yo.
Shen Jiu le dio un golpecito en la frente —¿Una pequeña bestia como tú? Tan tonto.
El camino fue tranquilo y ambos bromearon un poco más. Por el momento, esa charla fue suficiente.
Shen Yu volvió a la escuela al día siguiente y Shen Jiu fue citado para disculparse con el padre, pero se negó a hacerlo.
Durante un largo año nadie volvió a hablar del "otro padre", al menos no frente a Shen Yu.
* * *
En cada cumpleaños de Shen Yu, Shen Jiu tomaba el fin de semana más cercano a la fecha para ir al parque de diversiones. Pasaban el día entero en el lugar, comiendo dulces y jugando juntos hasta primeras horas de la noche.
Aunque hubo una fuerte nevada ese año, el quinto cumpleaños se celebró de la misma forma.
Fue un breve momento en el que Shen Jiu se acercó a comprar algo de algodón de azúcar.
Shen Yu debía permanecer a su lado mientras recibía y pagaba, pero al girarse para darle su pomposa bola de algodón, el pequeño no estaba.
La primera reacción fue buscarlo con la mirada, pensando que A-Yu se había escondido cerca de ahí para asustarlo. No quería desesperarse y dio algunos pasos lentos observando alrededor.
Con tanta gente bloqueando su línea de visión, se movió más rápido, buscando tras los puestos de comidas o los enormes tanques de basura. Estaba seguro de que Shen Yu se escondió, no había manera de que él se esfumara así… Sin… sin dejar un rastro.
Los minutos pasaron y Shen Jiu empezó a correr entre la gente. Sus ojos eran ágiles al mirar los rostros de los niños que medían casi lo mismo que Shen Yu, tratando de encontrarlo.
Su cuerpo entero tiritaba a pesar del abrigo, y rogaba por un rayo de luz o un golpe de suerte que hiciera salir a su hijo de cualquier esquina.
Corrió y gritó el nombre de Shen Yu hasta volver al puesto de algodón de azúcar.
Mirando los dos pisoteados dulces que había dejado tirados cuando empezó a correr, sintió cómo su rostro cosquilleaba y su vista se cubría de humedad.
Sacó el teléfono y enseñó a los que pasaban por ahí la preciosa foto que tenía como fondo de pantalla, la foto que tomó el día de su reciente cumpleaños. Le preguntó a cada persona que pasaba, desesperado, mientras caminaba otra vez por todo el parque.
Casi una hora después y con las esperanzas hechas añicos, corrió al centro de ayuda. Las cámaras o cualquier cosa serviría, porque su hijo no podía haberse perdido. No su pequeño A-Yu. No la luz de su vida.
Sus ojos dolían y su cabeza palpitaba como si fuera a estallar, sí no encontraba a Shen Yu, entonces él de verdad, en serio podría…
Sus esfuerzos por no flaquear en cada paso eran sobrehumanos, evitaba derrumbarse a pesar de que su pecho le apretaba hasta el punto de creer que se asfixiaría. En ese límite lo vio.
Era alto y su complexión tan robusta que con solo estar quieto en un sitio emitía una fuerte aura de poder. Llevaba un largo abrigo negro y guantes oscuros, el cabello azabache caía a un lado de su rostro revelando un perfil guapo y juvenil.
Shen Jiu pensó que se había desmayado e imaginaba a su A-Yu convertido en un gran hombre, pero el ardor de las lágrimas en su cara le recordó que estaba despierto. Además, su A-Yu estaba en los brazos de ese tipo, mirando de un lado al otro.
Poco a poco los dos estuvieron más cerca y solo se dio cuenta de que era él quién caminaba hacia ellos cuando uno de sus pies se dobló. El hombre y el niño giraron sus rostros hacía Shen Jiu, y Shen Yu gritó de inmediato —¡Mama!
No se había caído, pero el peso que se quitó de encima al oír esa voz lo dejó endeble. El hombre bajó a Shen Yu, quién de inmediato corrió hacia su mamá y estiró sus cortos brazos para ser cargado.
—¿Se encuentra bien? —El hombre también se acercó a ellos y habló, manteniendo una distancia formal, sin embargo, Shen Jiu podía sentir su mirada recorriéndolo.
Ante la falta de respuesta, explicó —Mis socios lo vieron y me dijeron que… Bueno, el punto es que me acerqué a él y me dijo que perdió a su mama, así que le ayudé a buscar. Espero que no me malinterprete.
Una inquietud se apoderó de Shen Jiu; no sabía si levantar la vista o marcharse de inmediato, pero ninguna de las opciones parecía ser suficiente para quitarse la pesadez en su corazón.
—Es mi nuevo amigo, mama. Se llama… hmm…. —Shen Yu intentó recordar en vano.
—Es Luo Binghe. —Su voz sonaba divertida.
—Mama, es Luo Binghe, —repitió Shen Yu— es mi amigo y me ayudó a encontrar a mama.
Shen Jiu no se fijó de inmediato en el nombre, queriendo reprender a Shen Yu para que no le dijera amigo a ese… extraño, pero su cuerpo seguía bajo esa sensación de opresión.
Levantó la vista hacia el rostro del hombre y no, no podía ser tan hipócrita de negar que su hijo se parecía a él.
El rostro juvenil le devolvió una sonrisa tranquila, pero Shen Jiu pudo leer que traía intenciones ocultas.
Era familiar, aunque esta vez no la asoció a Shen Yu, sino a… algo en su memoria.
Tenía la cabeza a nada de reventar y estaba tan cansado por hoy… «No importa a quién se parezca, no es más que una coincidencia», pensó, compuso su semblante y dijo a secas —Mm. Nos vamos.
Antes de que pudiera tomar a Shen Yu en brazos e irse, escuchó —¿Están solos o el padre de Yu'er está aquí? Puedo ir con ustedes a buscarlo.
Una expresión feroz surgió en el rostro de Shen Jiu al escuchar aquellas palabras, volvió a mirarlo y esta vez se aseguró de hablar fuerte y claro —Soy el único padre de Shen Yu.
—Oh. —Fue la única respuesta de Luo Binghe.
Shen Jiu se alejó cojeando. A unos cuantos pasos escuchó su voz de nuevo —Déjeme llevarlos a casa entonces, mi auto está cerca.
Luo Binghe había caminado de nuevo hacia ellos, pero mantuvo esa distancia prudente. Shen Jiu iba a rechazarlo por completo de una buena vez...
—No necesitamos qué-
—Vamos, mama no puede caminar. —Shen Yu interrumpió.
—No. Puedo caminar, Shen Yu. —La voz que usó con su hijo también fue fuerte, algo que no hacía con frecuencia. Quizá esa fue la razón por la que los ojos de Shen Yu se humedecieron.
—M-Mama no puede, yo debo proteger… a… —Las palabras se entrecortaron por los sollozos del pequeño, sus grandes ojos brillaban por las lágrimas contenidas.
—Insisto, los dos deben estar cansados. —Luo Binghe habló suave,
esta vez de una manera en la que Shen Jiu no se sintió demasiado hostil.
Con A-Yu llorando y su propio dolor palpitando por todo su cuerpo, Shen Jiu suspiró, abrazó a la pequeña bestia traidora y miró a Luo Binghe —Está bien, vamos.
~FIN PARTE 2~
Bueno, por lo menos Shen Jiu ya descubrió a quién se parece su bebé.
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El primer día que Shen Jiu juró no volver a beber fue al despertar en un hotel de lujo con una resaca terrible. El segundo día sucedió dos semanas después, cuando el médico le anunció su embarazo.
Ese día salió del hospital y caminó hasta la cafetería más cercana para tomar algo de té. El clima era fresco, típico de inicio de primavera, y las calles aún no estaban abarrotadas de gente; pero Shen Jiu se sentía helado y observado por todos.
Un bebé… no era lo que esperaba.
Su mente volvió a esa noche, donde su único plan era salir de su dormitorio y echarse algunas copas. Entró a un bar cerca del trabajo y pidió algo fuerte, quizá dos o tres vasos luego del primero.
Cada noche Luo Binghe va al mismo strip-club, o intenta hacerlo a diario. Quizá lleva un mes —o mes y medio— visitando ese lugar que, cuanto menos, es interesante.
En aquel sitio, cada persona debe llevar máscara y peluca; los strippers, los camareros, el personal de seguridad y, por supuesto, los clientes.
Desde su primera visita, Luo Binghe se interesó por un particular mesero que, jura, es el hombre más hermoso que ha visto en su vida.
Sabe que es cínico porque esa fue la frase que le dijo a su esposo el día que se casaron, mientras ponía el anillo en su dedo, pensando que la vida matrimonial con el amor de su vida sería el paraíso.
responsable; un idiota confiable y mejor compañía que cualquier otro. Se conocían hace muchos años, eran profesores universitarios y convivían desde su época como estudiantes.
El problema realmente empezó cuando la pequeña rata se consiguió un novio: su estudiante de la
facultad de negocios. Cada vez que el hombre de casi dos metros venía de visita hacían un enorme escándalo por horas.
Se suponía que para evitar *ese tipo de inconvenientes* tenían un horario que le permitía a Shen Jiu largarse de ahí. Ahora volvía de su viaje y, aunque le avisó
au moderno donde lbg sea técnico de un operador de telefonía que llega a la casa de sj a reparar un daño.
Sj es el esposo de un empresario, vive como ama de casa lujosamente sin preocuparse de nada...
Excepto porque su marido lleva muchos meses sin comerle el jiussy 😾
Cuando ve a este atractivo y caliente joven siente palpitar su entrepierna y no puede evitar ofrecerle algunos aperitivos mientras soluciona el problema del internet.
(en realidad espera que se dé cuenta que él es el PLATO FUERTE y que solucione SU problema 😼)
Lbg se da cuenta de sus intenciones, sí SJ no hace más que agacharse enseñándole todo su jugoso trasero. A la mierda la reparación, mañana puede venir de nuevo y está seguro que
#BingJiu lbg —que está en modo 'conquistaré a shizun'— descubre que sj no acepta dormir con él porque tiene pesadillas (y odia que cualquiera lo vea vulnerable).
sj se acurruca cada noche en la esquina de su cama y solo se queda dormido unas pocas horas antes de soñar con qjl
pero los últimos días cada vez que se queda dormido está en un frondoso bosque de bambús. la brisa fresca acaricia su rostro y puede escuchar el sonido de la pipa entonando preciosas canciones.
días después agarra confianza y explora este nuevo lugar en sus sueños, encuentra un
jardín junto a un pequeño estanque. el lugar es extraño pero acogedor y hermoso. sj se relaja semanas después y su temor a dormir se reduce poco a poco.
lo que no sabe es que cada noche lbg entra en sus sueños y construye ese mundo para él, mientras se encarga de esconder
Luo Binghe no era un pequeño discípulo cuando descubrió el coño de Shen Qingqiu. Aunque shizun sí lo trataba como un mocoso tonto.
El día que vio su concha solo quería entregar un poco más temprano el té matutino junto con los dulces favoritos de shizun. En el momento pensó que el maestro estaba aseándose, pero después de haber huido en silencio y con las mejillas rojas se percató que tal vez
estaba jugando con /eso/.
Shen Qingqiu no se dio cuenta y siguió tratando a Luo Binghe como la pequeña bestia que asignó a la cocina. Era como si el maestro no pudiera ver los cambios obvios de Luo Binghe: el cabello creciendo y engrosando, sus músculos definiéndose,