Las semanas habían pasado y por fin Horacio había despertado de aquel coma. Las lágrimas caían como cataratas por los ojos azulados del licántropo en el momento que vio aquellos hermosos ojos bicolores abrirse lentamente, enfocando su mirada en él. El moreno en un débil
intento de consuelo alzó su mano, posandola en la mejilla húmeda y colorada del ruso, quitando con dulces caricias las lágrimas. — моя маленькая, Horacio tú — La voz del mayor se entrecortaba entre sollozos, inclinado su cabeza hacia la mano moreno a la vez que sus manos
rápidamente son llevadas a las mejillas de Horacio, como si quisiera comprobar de que todo era verdad, de que su luz por fin había despertado terminado aquel martirio que había estado viviendo últimamente.
El de cresta simplemente sonrió con alegría, dejando caer unas cuantas lágrimas y expandiendo su aroma reconfortante por toda la habitación — Ya...ya estoy aquí rusito —murmura con una voz ronca y quebradiza por la falta de uso, haciendo un gesto para que se acercará más,
cosa que Volkov no dudo en obedecer, envolviendo con sumo cuidado el cuerpo de su pareja entre sus brazos, hundiendo su rostro en la unión del cuello y hombros mientras rompe en llanto ya no pudiendo controlarse, aspirando el olor de Horacio, sintiendo a su lobo aullara en
alegría al sentir como lentamente el olor a hospital iba desapareciendo del cuerpo de Horacio. — Me alegro tanto, y-yo no sabría que hacer sin tí Hache, eres la luz que ilumina mi vida querido mío, por favor no me dejes otra vez —Dice luego se unos momentos en silencio, ya
más calmado al sentir las largas y delicadas caricias del moreno en su espalda, murmurando palabras cariñosas y dejando suaves besos en su cubierto hombro.
Se separan unos centímetros, encontrando sus ojos nuevamente
— Lo importante es que ya estoy aquí, si? Al final prometimos estar siempre juntos —Una sutil curvatura aparece en los pomposos labios del moreno, dándole la tranquilidad que necesitaba el ruso en esos momentos — Siempre juntos — Repitió cual niño pequeño reafirmando aquella idea
con fuerza en su mente, Horacio solo pido reír suavemente, quitándose con cuidado la mascarilla de oxígeno para unir sus labios con los finos del licántropo causando que sus aromas se mezclarán por completo en aquella habitación de hospital,
aunque solo Volkov estuviera consciente de ese diminuto, pero importante detalle para su lobo.
Pero de eso ya había pasado hacia unos cuantos días,los cuales no se habían separado casi, solo cuando les tocaba ir al baño o cuando los médicos venían a revisar el estado de Horacio,
acomodándose como podían en la diminuta cama para dormir acurrucados refugiándose de los friolentos vientos del otoño — Estoy harto de esto —Se quejó el moreno dejándose caer en la cama de hospital dejando un rastro de incomodidad en su aroma evidente
— Es necesario para tú salud —Recuerda el licántropo sentándose a su lado, riendo por lo bajo ante balbuceos de molestia que soltaba el peliblanco con mechones rosas. Horacio se levanta de golpe usando sus manos de apoyo, mirándolo fijamente
con el ceño ligeramente fruncidos, dándole aires tiernos desde la perspectiva del ruso.
Ambos mantienen ese juego de miradas antes de que el moreno soltara un suspiró cansado— Estoy cansado de estar encerrado aquí Volkov, no me dejan ni salir al patio por órdenes de Maia...
vieja bruja —Murmura con clara molestia en su tono, inclinándose para apoyar su mejilla en el hombro del peligris. Volkov tararea para si mismo llevando una de sus manos a la cabellera del más joven, dejando pequeños mimos. — No te preocupes, esperá a la cena y luego te daré
una sorpresa — Susurra luego de unos segundos, sonriendo ante la idea que había surgido en su mente. La curiosidad invade el aroma del moreno por completo, quien se levanta para míralo a los ojos nuevamente, los brazos vendados de Horacio se apoyando en los hombros del ruso, el
el cual abraza por la cintura al menor — Sabes que me encantan las sorpresas, pero no esperar por ellas — Murmura entrecerrando los ojos ganándose una risita divertida del ruso— No pienso decirte nada, espera —Responde juntando sus labios en un diminuto rocé.
————
Tal y como dijo Volkov luego de la hora de la cena, y de que el personal médico les dejará solos, el licántropo le entregó su típica chupa de cuero al moreno para resguardarlo de cualquier frío que pudiera tener, tomándolo de la mano y guiándolo por los vacíos pasillos del
hospital hasta llegar a una puerta trasera — ¿Qué es todo esto ruso? —Pregunta con curiosidad, pero su aroma delatando la emoción y felicidad que sentía en esos momentos, alegre de por fin no tener que estar encerrado entre aquellas blancas cuatro paredes haciendo que
su lobo ronroneara de alegría también, contento de complacer a su destinado.
— Tú sorpresa —Responde con una sonrisa enorme surcando en sus labios abriendo la puerta para dejarle pasar primero, el cielo anaranjado daba una vista preciosa desde aquel pequeño patio
Horacio sonríe soltando su mano para poder recorrer un poco el bonito lugar, habían sido demasiados días encerrados y ésto era lo que necesitaba definitivamente— Muchas gracias cariño mío —murmura volteandolo a ver, alzando las cejas con intriga al ver como se acostaba con
tranquilidad en el pasto— mereces esto y más Мое солнце —Dice haciendo un gesto para que se acercará, cosa que Horacio no duda en obedecer,
acostándose a su lado y entrelazando sus manos, quedando en un ambiente tranquilo e íntimo, no necesitando palabras para comunicarse el amor mutuo que sentían.
El silencio cae durante un largo tiempo, simplemente mimandose entre ellos con dulzura. Ahora el moreno se encontraba entre los brazos del licántropo, quien tenía su rostro escondido en su lugar predilecto, el cuello de Horacio, donde su aroma era más fuerte, siendo
una especie de dopamina para su cerebro, teniéndolo en una nube constante de euforia y alegría al tenerlo cerca. — Я люблю тебя, мой маленький, так, как ты даже не представляешь (Te amo, mi pequeño, de una manera que ni siquiera puedes imaginar) — Murmura contra la cálida piel,
sonriendo ante el deje de nerviosismo que aparece en conjunto al dulce aroma del amor puro— Yo también te amor ruso— Susurra de vuelta en el mismo tono meloso, causando risitas por lo cursi que podían llegar a ser a veces,
pero después de tantos días estando tan cerca, pero a su vez tan lejos, nadie podía culparlos de parecer dos adolescentes enamorados por primera vez. Aunque de cierta forma si era la primera vez que experimentaban el
sentimiento del amor tan fuerte al punto de que la palabra "amor" ni siquiera alcanzaba para poder describir lo que sentían por el otro.
Fin ;)
El canon para mí no es canon (´∩。• ᵕ •。∩`)
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Los minutos pasaban y Volkov se sentía cada vez más agobiado, los entrenamientos entre la milicia y el CNP se le hacían cada vez más prolongados y molestos para su gusto. Sus brazos, ya, acalambrados por el esfuerzo físico y aguantar todo el peso de su cuerpo
"𝙲𝚑𝚘𝚌𝚘𝚕𝚊𝚝𝚎 𝙲𝚊𝚕𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚢 𝙲𝚊𝚏𝚎́"
Tw: V! Licántropo ♡ + Baby licántropo
- Salto en el tiempo (5/6 años)
════════════════════════════
Las siete de la mañana llegaban junto a una tenue llovizna, el otoño asomándose cada vez más, empujando con sutileza al verano, bajando las temperaturas y desempacando las ropas más calentitas. Horacio se movía con tranquilidad por la cocina mientras hablaba entre susurros
con su madre, Charlotte, planeado una fiesta sorpresa para su pequeña bebé que dentro de poco cumpliría ya cuatro añitos y ya luego una cena romántica con su ruso, para celebrar sus diez años de pareja y cuatro de casados.
Con cero ganas de cocinar o siquiera hacerse un café
Tras varias semanas de papeleo intenso y una visita esporádica de Maddison y Philips para joderle la vida a todo ser vivo en el buró federal, Volkov por fin llegaba a la casa vacacional. Estaba harto de todo, sentía todo su cuerpo cansado, al borde del colapso
por las pocas horas de sueño en los últimos días, y más al abstenerse de convertirse en su forma animal en luna llena, y todo por qué a la bruja mayor se le ocurrió mandar a Horacio a un viaje a otra sede durante esa semana, haciéndole sentirse abandonado de cierta manera, sabía
Volkov miraba a todos lados de manera nerviosa, buscando entre las distintas habitaciones de la mansión a su pareja sintiendo la abrumante necesidad de estar ahí junto a él. Por culpa del reciente operativo su nariz no le dejaba distinguir el dulce aroma del moreno con claridad
entre tanta pólvora que había estado respirando en el ambiente en el que estuvo durante unas largas horas. Apretando con fuerza el botiquín en sus manos sube las escaleras de manera apresurada entrando a su habitación compartida antes de ingresar al baño,
𝙳𝚒́𝚊 17
Tw: V! Licántropo ♡
Pd: Hache canon tiene el pelito rosa y Hache au tiene el pelito rubio
════════════════════════════
Horacio ladea ligeramente su cabeza con curiosidad notable en su expresiones, delante de él estaba su Volkov y una réplica exacta a este, solo que aparentaba ser unos años más joven, el cual a su vez tenía tomado de la mano a una versión idéntica suya. Si ahora
mismo venía algún random y le decía que el apocalipsis zombie había iniciado se lo creería sin dudar de sus palabras.
Hombres lobos y universos alternativos, resonó en su mente mientras veía atentamente al segundo Volkov, según
El día había empezado bien para Horacio, había ido a trabajar como cualquier otro domingo, solo que medio turno por capricho suyo y de su marido, aprovechando sus puestos para tener un horario mas flexible. Ahora mismo ya devuelta en casa y solo con su pequeña bebé, danza por la
con maestría, disfrutando de las melodías de la música que salían del parlante mientras le hecha un ojo a su niña entretenida con Mika.
Aquella imagen hizo que las comisuras de sus labios tirarán hacia arriba enternecido por completo, su