La inversión en los estadios deportivos que sean capaces de albergar la #CopaDelMundo es muy alta. Basta con ver que Brasil 🇧🇷 y Sudáfrica 🇿🇦 siguen pagando los costos de tal inversión.
Te contamos qué pasa con los estadios luego del #Mundial2022. 👀
La inversión del Mundial Qatar 2022 es por mucho la más grande de la historia: 220,000 millones de dólares, esto es 22% más del PIB anual de ese país y 51 veces más de lo que gastó Alemania en el mundial de 2006.
A pesar de eso, el CEO del Mundial Qatar 2022, Nasser Al-Khater, asegura que el retorno financiero esperado para la economía qatarí se proyecta a unos 17,000 millones de dólares.
Pero, ¿gastar miles de millones en un evento de un mes de duración es una inversión inteligente?
Aún cuando el gobierno ha dicho que luego del mundial reutilizará y donará las instalaciones, todo apunta a que Qatar sufrirá el fenómeno del “Elefante blanco”: proyectos no culminados con un costo de oportunidad muy alto que generan un gran desperdicio de recursos públicos.
Sobre esto, el economista Ludwig Lachmann habla de la “multiespecificidad del capital” y explica que los bienes de capital destinados a un propósito específico son difíciles de readaptar a un propósito distinto al que fueron destinados en primer lugar.
Un buen ejemplo de la multiespecificidad del capital es el caso del estadio Mane Garrincha, el más grande que se construyó en Brasil para el mundial de 2014, que hoy en día funciona como un estacionamiento de autobuses. milenio.com/deportes/extra…
En países en vías de desarrollo, a pesar de que estos eventos generan empleos y estimulan el consumo en el corto plazo, realmente representan un uso extremadamente ineficiente del dinero de los contribuyentes que pudo haber sido usado en proyectos más rentables de largo plazo.🧐
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