Estoy leyendo que un personaje radiofónico ha manipulado un audio de Luis Enrique. No me extraña. Hizo lo mismo conmigo hace 22 años. Lo cuento:
Era mi primer Tour. La etapa acabó en Briançon, una ciudad entre las grandes cimas alpinas, agobiante por los atascos y el kilometraje.
Era mi primer Tour. La etapa acabó en Briançon, una ciudad entre las grandes cimas alpinas, agobiante por los atascos y el kilometraje.
Al final de la etapa, mi colega Javier De Dalmases, de MD y yo, buscábamos el hotel, y por la carretera, nos paramos a cenar, ya tarde. Entramos en una brasería que encontramos en el camino. Dentro estaban cenando los compañeros de la Cadena Ser...
...mi gran amigo Iñigo Markinez, mi amigo González Linares, que me recibió como siempre: “¡Hombre!, el vasco”, creo que también David Alonso, con el que tenía una estupenda relación, el técnico Balduque, que contaba los mejores chistes del mundo, y el personaje en cuestión...
Hablamos, hicimos bromas. Justo ese día había surgido el rumor de que José María García iba a volver a la radio. Les dije en medio de las bromas: “Va a volver Butano y os va a comer a los del Imperio del Monopolio”, que era como llamaba el comunicador a la Cadena Ser...
Hubo más risas por mi comentario entre amigos. Ahí quedó la cosa. A final de año, alguien me avisó. “Oye, ¿has visto el libro de De la Morena y el personaje? Te ponen a parir”. No lo había visto, lo compré...
El libro se titulaba Los silencios de El Larguero. Estaba hecho en dos partes, la de De la Morena contaba cosas, reuniones, secretos, en un tono moderado, nada hiriente. La parte del personaje destilaba bilis. Ponía a caldo a decenas de personas, entre ellas a mí...
Contaba la historia de Briançon totalmente manipulada: “El redactor de un periódico segundón, cuyo director hace cosas raras vestido de mujer, nos amenazó desde su mesa: Cuando vuelva García os va a hundir a los del Imperio del Monopolio”. Daba más datos sobre mí...
...Quien lea esto, se dará cuenta de la manipulación de mis palabras dichas en tono jocoso a un grupo de amigos, alguno muy amigo, con el que luego cené la penúltima noche de aquel Tour y con el que he colaborado durante años en sus programas...
Mi enfado fue monumental. Llamé a la SER en Madrid, pero no conseguí que el personaje se pusiera al teléfono. Fue un cobarde que no quiso dar la cara. Le pillé al año siguiente en El Escorial, en una etapa de la Vuelta. Le pedí explicaciones...
...No supo darlas, estaba muy nervioso, intentaba zafarse. Era una broma, decía. Lo mismo que ahora.
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