El 6 de diciembre de 1912 un equipo de egiptólogos alemanes liderados por Ludwig Borchardt encontraba el busto de Nefertiti, esposa real del faraón Akhenaton. Su momia aun no se ha localizado. 
El busto fue entregado al patrocinador de la expedición, Jacques Simon, quien lo exhibió durante los siguientes 11 años en su residencia privada. Años más tarde fue reverenciado por Hitler y escondido de las bombas aliadas en una mina de sal.
"Jamás renunciaré a la cabeza de la reina", dijo Hitler. "Voy a levantar un nuevo museo egipcio en Berlín. Sueño con ello. Dentro de él construiré una cámara coronada por una gran bóveda y en el centro estará Nefertiti".
Ya en 1929 Egipto le reclamaba a Alemania la devolución del busto de #Nefertiti
Así aparecía en el NYT
Así aparecía en el NYT
Lo curioso es que en 1930 el busto iba a regresar a Egipto...
El busto de Nefertiti -que fue apropiado por arqueólogos alemanes- generó durante las primeras décadas del siglo XX un fuerte conflicto diplomático. Egipto prohibió a los arqueólogos alemanes. En 1930 Alemania iba a devolver el busto. Pero no sucedió...
(Mayo 1930, NYT)
(Mayo 1930, NYT)
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