Hoy hace 10 meses que la vida familiar dio un vuelco inesperado. Mi hija que por problemas muy graves en su salud mental se habia dejado los estudios, me dejó una carta cuyo encabezado era: "Mamá, soy trans".
Respiré aliviada, hacía una hora que se había ido a pasear y 1/7
llegué a pensar que era una carta de suicidio.
Años de acoso escolar, intento de suicidio, cambio de colegio, depresión, brotes psicóticos oyendo voces y viendo sombras, autolesiones, bloqueo mental, bulimia,... Qué más podía esperar? Ser trans, eso nunca. 2/7
En la carta me llamó la atención cuando decía que lo descubrió hace poco gracias a internet... Eso no me cuadraba, cómo puede alguien saber quién es a través de las RRSS?
Hablando tranquilamente con ella me aseguraba que había nacido en el cuerpo equivocado, que le asignamos 3/7
el sexo femenino al nacer...yo no daba crédito a ese discurso.
Quería ya hormonas y mastectomía que le habláramos en masculino y le llamaramos por su nombre sentido porque ya lo hacían sus amistades, esas amistades en las que hay, que yo sepa 8 adolescentes más que son trans 4/7
una de ellas mi sobrina.
Ahora, 10 meses después no tiene claro ni las hormonas ni la mastectomía. Le hablamos en femenino y con el nombre que con todo el cariño le pusimos al nacer.
Meses trabajando su autoestima con su terapeuta, su ángel de la guarda, vuelve a sonreir. 5/7
Pero a partir de ahora, con la #leytrans nos exponemos a que, esta prudencia con la que hemos abordado su malestar nos cueste una multa económica, porque a los Servicios Sociales, de momento los hemos podido evitar.
Si, una multa de hasta 150000 € sólo por pedir PRUDENCIA 6/7
y tratar antes todos los problemas de salud mental derivados por su acoso escolar es la única solución lógica que haría cualquier padre y madre que quiere a su hija más que su propia vida 7/7 #RompeElGeneroNoSuCuerpo #NoContabanConLasMadres
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