Como ya es tradición, dejo por aquí la lista de los libros que más me han gustado este 2022: algunos son novedades, otros no, pero todos me han inspirado de alguna manera, u ofrecido respuestas para este mundo caótico en que vivimos. Hilo👇🏽📚
1. Canto yo y la montaña baila, joya de Irene Solà. Una fábula de realismo mágico made in Cataluña donde los animales hablan y los personajes (rurales) se funden en un abrazo con la naturaleza que evoca dolor atenuado. Prosa poética magnífica. @AnagramaEditor
2. Extinción, de Thomas Bernhard. Novela proustiana que indaga en el pasado familiar aristócrata, las culpas ante la muerte y la degradación que provoca el dinero con un lenguaje quebrado que corta el aliento. Creo que está en mi top 10 y no sólo de este año.
3. Miedo, de @patriciasimon. Un ejercicio de periodismo honesto y lúcido, comprometido sin ser partidista; un viaje por múltiples conflictos bélicos desde la empatía que busca aportar otra mirada, más humana, de ésas que ya no abundan. Maravilla.
4. Realismo capitalista, clásico donde los haya. Fisher desmadeja la sociedad actual y sus males (soledades, desigualdad, pérdida de agarre moral) a partir de un capitalismo fallido que ha perdido toda legitimidad desde la crisis de 2008. Lo releo a menudo.
5. Filosofía ante la crisis ecológica, lo nuevo de @TafallaMarta. Un análisis exhaustivo de la crisis climática que propone soluciones basadas en el ecofeminismo, el veganismo y el rewilding. Tuve la suerte de entrevistarla: lamarea.com/2022/11/14/mar…@plazayvaldes
6. En el fondo del valle ha muerto @JorgeRiechmann. Ese juego poético de Jorge con el yo que en realidad es otro personaje desliza en verso un duelo por la salud de la biosfera donde caben chispas de esperanza. Memento mori de una belleza sublime. @bailedelsol
7. La ciudad, de @lara_morenom. La historia de tres mujeres -dos de ellas migrantes- que se ven obligadas a afrontar algún tipo de violencia. Maltrato de muchos tipos en el vórtice de precariedad que es Madrid, con gran exploración psicológica de los personajes. Me encantó.
8. Cuando el trabajo mata. Cómic editado por @GarbuixBooks que me dejó temblando, basado en hechos reales: una serie de suicidios laborales ocurridos en Francia. Cuando el trabajo es lo único, explotación y abandono de toda vida que merezca la pena.
9. La tumba de Antígona, de María Zambrano. Genialidad del exilio de la filósofa andaluza que explora el personaje clásico en su "delirio" lleno de razón; un canto a la no violencia y el amor fraternal que pude ver representado en el teatro romano de Mérida. Pura poesía.
10. Posverdad, de McIntyre. Pocos libros me han hecho pensar más: el investigador analiza la degradación actual de los medios, fake news y distintas estrategias comunicativas que destrozan el tejido democrático. Clave estos días de infames cloacas e inestabilidad política.
11. Intemperie, de Jesús Carrasco. Una alegoría sobre la violencia, la desesperación y la necesidad de un otro que nos guíe en momentos críticos. Mundo rural desértico, despiadado, contado con vocabulario de orfebre y gran habilidad para mantener la tensión.
12. Monfragüe, novela corta de @javiermoralesor que recrea las desventuras de varios niños en parajes extremeños, mezcla de recuerdos del propio autor a partir de la cual articular una historia de bullying con momentos de ternura y ciertos trazos periodísticos. @TresHermanasLib
13. El capitalismo o el planeta, ensayo de Frédéric Lordon. A diferencia de otros libros sobre cambio climático, el autor busca apuntalar un sistema político y económico que resuelva el problema, con medidas muy concretas. Tiene mucho mérito. @Erratanaturae
14. The limits to growth, estudio liderado por Donella Meadows (1972), mi descubrimiento del año, imprescindible para entender que no podemos crecer eternamente y que, si nos empeñamos, toparemos con barreras que acabarán en colapso. 50 años avisando.
15. Y mi criatura, claro. Poemas para sobrevivir a la meritocracia, para superar primero el paro y luego la alienación de los #bullshitjobs, prologados por @RemediosZafra. Retrato millennial del mercado laboral y sus sacudidas. Juzguen ustedes :)
Y ya. Sepan que mi rinconcito literario suele ser IG, que nadie me paga por "hacer listas", y que me voy dejando llevar por donde me manden la curiosidad y las ganas de aprender. Felices fiestas, people 🎅🏽🎄
Es de una tristeza inenarrable que, para buena parte de la izquierda, "estudiar" sea clasista. Estudiar ha supuesto una de las pocas herramientas que la gente humilde hemos tenido para confrontar a unas élites depredadoras; ha sido el sueño de madres, padres y abuelos que querían
para su descendencia un lugar mejor en el mundo; estudiar, al margen del gran timo de la meritocracia -que, ya lo decía Bourdieu, sirve para legitimar el privilegio de los de siempre-, nos ha hecho más críticos y conscientes de los grandes problemas del mundo.
Claro que estudiar no te convierte en un ser celestial. Mi abuelo era una persona muy culta que casi no fue al colegio, pero vivió la II República, devoraba los periódicos, y justamente por eso peleó para que sus hijas fuesen a la universidad.
Laura: hoy he leído que nuestra ciudad será inhabitable en 2050. No falta tanto, un suspiro. Mi hijo tendrá 35 y le estaba haciendo la cena y me he puesto a llorar porque no hay futuro. ¿Mamá, qué te pasa? Nada, cariño; tonterías. Anda, cómete el filete.
Eva: nos vamos a Irlanda un mes. No hay quien aguante el calor pero, sobre todo, me preocupa el crío. Lo he apuntado a un campamento en inglés. Porque tendrá que emigrar cuando sea grande, ¿no? Tendrá que defenderse de esto. Lo único que puedo hacer es pagarle las herramientas.
Paco: ¿esto es una alerta, una excepción? ¿Amarilla, roja? Tú que escribes sobre estas cosas. ¿O es un verano normal? Sabes que tengo dos hijos, ¿no? Dime, anda. Prefiero no preocuparme, pero normal no es, ¿verdad?
Hola. Sí que existe una fractura generacional. Nadie está intentando enfrentar a jóvenes y mayores, simplemente es un hecho constatable, una particularidad histórica tan incómoda como ineludible, que genera mucho malestar👇🏽
La generación llamada 'boomer', en occidente, disfrutó de un crecimiento económico inaudito acompañado de la creación de los estados del bienestar, más derechos sociales, trabajos estables y, en general, una mejora de las condiciones de vida frente a la generación anterior.
Como me dijo el científico D. Goulson: "Quizá nacer en los años 60, en el mundo desarrollado, es lo mejor a lo que podíamos aspirar. Porque nuestras vidas mejoraron, la calidad de vida, la esperanza de vida, todo mejoró y, de repente... las cosas están empezando a desmoronarse"
La crisis climática no es sólo cosa de "ecologistas" ni su información debe quedar relegada a la sección "clima" de los medios. Todavía no se ha entendido que estamos ante una amenaza que abarca todos los aspectos de la vida. 1. Salud. Mayor presencia de enfermedades 👇🏽
relacionadas con olas de calor, la contaminación, los plásticos; riesgo de epidemias por la pérdida de ecosistemas. 2. Alimentación. Fenómenos meteorológicos extremos que arruinan cosechas. Mares esquilmados que no permiten más pesca. Ganadería que contribuye a la deforestación.
3. Empleo. #PeakOil que amenaza el turismo; otros trabajos insostenibles que deberán desaparecer; industrialización en retroceso. 4. Seguridad, migraciones. Se esperan millones de refugiados climáticos y guerras por los recursos naturales.
El debate sobre la sanidad pública no se reduce a "puedo pagar la privada" o no puedo, como muchos creen. Comento algunos matices basados en mi experiencia viviendo en #EEUU más de una década: 1. Cuando la sanidad es privada no se es paciente, sino cliente. Importante.👇🏽
2. En un modelo basado en el lucro, cronifican enfermedades curables, aumentan artificialmente estancias de hospital, operan sin necesidad; en definitiva, sale rentable que estés enfermo y la salud pasa a un segundo plano. Se aprovechan de tu vulnerabilidad.
3. Con esto, se altera la relación con tu médico/a, en quien ya no confías, y dejas de ir. Un 40% de la población de #EEUU no busca atención sanitaria cuando lo necesita por miedo a las facturas, pero también a diagnósticos fantasma. La gente pasa a estar desatendida.
Los jóvenes -y no tanto- atravesamos un doble duelo:
1. El del mercado laboral fallido, con sueldos de mierda, explotación, y "oportunidades" sólo para los de siempre ($$$), mientras el precio de todo aumenta y se reducen derechos (ej. sanidad y vivienda). Y...
2. Una crisis climática que amenaza toda noción de futuro, merma las posibilidades de pensar a largo plazo, y nos hace replantearnos cada paso ante la inacción de los gobiernos y datos cada vez más catastróficos.
1.1- El primero desata las iras de profesores que no entienden que la universidad, una vez se vendió como pasarela para el mercado, y éste se hizo añicos, tiene el mismo sentido que pegarse un tiro en el pie. Más valdría fomentar el conocimiento sin rentabilidad.