1. Pintarse la cara o el cuerpo de negro para representar al Rey Baltasar y a sus pajes; es racista. Esto lo decimos, porque las representaciones se basan en una recreación de los cuerpos de las personas negras y se explica en muchas publicaciones.
2. ¿Por qué nos sentimos apeladas las personas que pertenecemos a grupos poblacionales no blancas? Pues, por el proceso de opresión racial, histórico, social, cultural e ideológico que soportaron nuestros antepasados.
3. El hecho racista radica precisamente en la recreación bufónica que subalternaliza a las personas representadas, promoviendo estereotipos negativos, y recordándonos como antaño se hizo, que lo que somos o representamos, puede usarse para un fin lúdico.
4. Estos hechos del pasado, siguen teniendo vigencia y consecuencias sobre nuestras vidas en el momento actual, por eso no nos detendremos a la hora de señalar la carga de racismo que representa que una persona considerada blanca se pinte la piel de negro.
5. Con esa actitud se naturaliza que el color de piel de las personas negras es un divertimento. Existe una amplia bibliografía para conocer este tema y sensibilizare con las líneas que exponen las organizaciones antirracistas.
6. Pintarse la cara de negro, parte de un hecho histórico asociado a la esclavitud, a la Trata Trasalántica de personas esclavizadas y al racismo estructural.
7. El color de nuestra piel no es un juego, representa la resistencia que tuvieron que enfrentar nuestros antepasados y es importante recordar que por el color de nuestra piel seguimos expuestas y expuestos a los procesos estructurales de la mundialización de la economía.
8. Hechos como el Blackface masivo ayudan a arraigarse culturalmente en nuestra memoria y generan que se acepten prácticas coloniales actualizadas para justificar el racismo.