El plan perfecto de LBH para ese día era simple: iría a la casa de Shen Yuan, su vecino, para retarlo en un juego y luego, en la noche, inventaría cualquier excusa para que le dejase dormir con él.
Desde ya podía saborear la victoria.
Shen Yuan no solo era amable, también caía muy fácil en sus miradas de cachorro lastimero.
Debajo de ese cachorro miserable había un perro en celo que esperaba subirse sobre A-Yuan en la madrugada, pero eso era algo que su mayor no tenía que saber aún.
Sin embargo, un balde de agua fría bañó a su animal interior cuando escuchó la voz despreocupada de SY decirle —Ah Binghe, bien, puedes quedarte, pero en la habitación de mi ge porque, cómo verás, mi dormitorio es pequeño para los dos.
'¡Pequeño mi trasero! Si no tuvieras todos estos estantes llenos de mangas podría dormir aquí mismo', fue lo que pensó LBH, sonriendo mientras veía a SY salir de la habitación para hablar con su hermano.
LBH odiaba al ge de SY. Todo el tiempo tenía una horrible cara de culo.
Ni hablar de su personalidad espantahumanos.
Pero LBH aceptó de todos modos, pensando que sería muy extraño decir "Si mira eh, ya encontré mis llaves" o la mierda que sea. Además, tal vez podía colarse en medio de la noche, quién sabe.
Y así, a media noche, fue como LBH entró a la habitación en la que menos esperaba —y quería— dormir.
En el suelo había un futón y en la cama estaba el ge de SY, Shen Jiu.
LBH se acercó al futón mientras se quitaba la camisa, con la intención de dormir y olvidar su fracaso
pero observó el rostro durmiente de SJ y tuvo que retractarse un poco; su apariencia era más linda de lo que creía.
'Qué desperdicio', pensó LBH mientras se metía bajo la sábana, jurando que si SJ no fuera amargado, tendría una pareja.
Eso, y si no fuera tan ruidoso para dormir.
No había pasado tanto desde que se durmió cuando LBH se despertó por el sonido de SJ sobre la cama. Levantó la cabeza y lo vio, agitándose mientras dormía, bastante inquieto.
Lo primero que LBH pensó fue que,
si era igual que SY, SJ tendría calor. Sin pensarlo mucho se levantó a abrir la ventana y cuando giró de regreso, vio algo increíble.
SJ se había quitado la sábana en medio de su desorden, dejando su cuerpo entero visible.
Sobre todo porque solo llevaba una delgada camisa de dormir y su ropa interior... de gatitos.
El esfuerzo que hizo LBH para no reírse fue enorme, pero pensó que una foto para el recuerdo no estaría mal. Una prueba de que el gruñón de la cuadra, SJ, usa ese tipo de interiores.
Caminó hasta la mesita de noche de SJ, donde dejó su teléfono y, esta vez, su visión dejó de ver las cosas en chiste.
Algunos botones de la camisa de SJ se habían abierto, dejando ver uno de sus pezones; un poco duro y completamente provocativo.
La mirada de LBH siguió revisando aquel cuerpo parcialmente iluminado por la luna. Las largas piernas de SJ se mantenían algo separadas y quietas, quizás más cómodas al no tener nada cubriéndolas.
Entre más lo veía, mas hermoso le parecía.
Aunque tenía las cejas fruncidas, parecía más un gesto de inquietud y no de enojo, y eso hizo pensar de más a LBH.
Si lo molestaba más, ¿qué otras expresiones vería? ¿Tendría SJ gestos más dulces? ¿atrevidos? ¿o más eróticos?
Se subió a la cama con ligereza, escuchando la respiración algo pesada de SJ. Si se despertaba armaría un escándalo, podría echarlo pero, con lo quejumbroso que era, LBH se explicaría diciendo que era un malentendido.
Se aferró a su decisión
y se inclinó hasta el pezón de SJ, rozándolo con la lengua.
Sus ojos se fueron de inmediato al rostro de SJ, quién solo arrugó más el entrecejo.
Volvió a lamer, esta vez de forma más pausada y moviendo la punta de su lengua sobre la protuberancia.
SJ solo aspiró un poco.
Sin mover la vista del rostro de SJ, LBH se cernió sobre el pezón, jugueteando con él. Su corazón latía como loco, temiendo que SJ abriera los ojos y, al mismo tiempo, deseando que lo hiciera.
Mientras se sostenía con su brazo izquierdo, bajó la mano derecha sobre el abdomen
y la encaminó poco a poco hacía el pubis, levantando la ropa interior y metiendo los dedos.
El vello recortado era suave al tacto y, en su mano, aquella parte se sentía mucho más gorda que solo viéndola. LBH llevó su dedo hasta la hendidura entre sus labios y se sorprendió.
SJ estaba mojado, por no decir pegajoso. Era imposible que se humedeciera tan rápido cuando, apenas y había lamido un poco su pezón... ¿Tal vez su agitación anterior era por un sueño húmedo?
LBH sonrió pensando 'Vaya zorrita, eh'
La cosa en sus pantalones se terminó de endurecer ante la idea de lo deseoso que era este Jiu-ge, qué bajo esa capa fría solo había un minino urgido.
Con los dedos babosos por el fluido, LBH frotó el hinchado clítoris a la vez que succionaba el pezón.
Había dejado atrás la delicadeza pero sin dejar de mirar a SJ, cuyos labios y parpados temblaban ligeramente.
Aunque todo en el cuerpo de SJ —para estas alturas— le resultaba atractivo, LBH abandonó el pezón, motivado aún más por ver, chupar y joder su coño mojado.
Se movió con sigilo y acomodándose como pudo, rodó la ropa interior de SJ y miró esa bonita concha a poca luz.
Uno de sus dedos pulgares se fueron al clítoris a la vez que su boca se abrió paso entre los gordos labios y lamió la entrada de su sexo.
Las piernas de SJ se agitaron un poco y meneó su cadera con suavidad, como entregándose a la sensación.
LBH pasó su lengua por toda el área, bebiendo aquellos fluidos que le supieron a gloria y lo excitaron como nunca.
La mano que no masturbaba recorría el muslo tierno y lechoso de SJ, apretando la carne en tanto su cabeza se agitaba en su tarea de devorar aquel jugoso coño.
Y los ojos, sin lugar a dudas, seguían mirando el rostro de SJ, vigilando su sueño.
Solo que ahora la vista era mucho mejor, porque el cuerpo de SJ temblaba a causa de su lengua y sus dedos.
Su miembro parecía a punto de explotar, exigiendo salir de su prisión y tomar las riendas del asunto, pero LBH quería esperar, ver cuanto más ese Jiu-ge podía soportar.
La expresión de LBH se iluminó un poco cuando los labios de SJ se separaron y un curioso gemido escapó de ellos. También apretó sus dedos en el edredón con fuerza, su abdomen estaba tenso y su espalda algo curvada.
Incluso si era un sueño, ese Jiu-ge lo estaba sintiendo,
¿Qué cara pondría al ver que era él, LBH, la bestia que no le agradaba, quién le estaba llevando al límite?
LBH separó su boca de los labios de SJ levantándose un poco; sus propios labios brillaban debido a la humedad. No hacía falta más preparación,
asi que curvó dos dedos y los frotó en círculos alrededor de la entrada vaginal de SJ.
A pesar que SJ estaba dormido, LBH susurró no tan bajo —Estando así de mojado, ¿debería poner dos o tres dedos, Jiu-ge? Creo que me tocará averiguarlo por mi cuenta.
LBH hundió los dos dedos, tan lento como pudo, hasta que fueron succionados por completo.
Dentro de SJ era cálido, húmedo y apretado. Las paredes atraparon las falanges, LBH sentía el órgano entero palpitando ansioso en su mano.
Era el jodido cielo.
LBH no era virgen, diablos, no. Y había probado muchas cosas pero nada semejante a ese coño delicioso y estrecho en el que ni siquiera había metido su verga.
Incrustó los dedos mientras soñaba con el momento en que metiera su sexo,
cuando sus caderas golpearan la carne hinchada de su vulva o su culo. ¡Maldita sea, ¿a qué hora se iba a despertar esta zorra?!
Porque quería que SJ le viera cogiéndoselo, le encantaba la idea de que SJ supiera quién le estaba jodiendo el interior y haciéndole gemir lastimoso.
LBH movió con vehemencia sus dedos, sumando un tercero y disfrutando el sucio chapoteo mientras lo hacía. SJ no dejaba de levantar sus caderas, cada vez más descarado y de prisa, gimiendo un poco más, respirando aceleradamente.
Entonces, cómo si LBH hubiera tocado el punto preciso, SJ abrió los ojos.
LBH se detuvo, con la totalidad de sus falanges dentro de SJ, y le observó.
SJ miró al techo y parpadeó dos veces, después de eso sus miradas se encontraron.
Ante los ojos somnolientos de SJ, LBH sonrió y retomó sus movimientos sobre su punto g.
Así que, antes de que SJ pudiera hablar, ya estaba gimiendo.
—Buenos días, Jiu-ge, —LBH se acercó al rostro de SJ para murmurar —¿este pequeño hermano te despertó bien?
Se enfrentó a los ojos llorosos y labios temblorosos de SJ con una sonrisa sardónica, y ni con toda la preparación mental que se había hecho, se esperaba la respuesta de SJ
—Bestia... Ngh, se siente bien, ah.
LBH se detuvo, viendo la sensación de perdida en el rostro de SJ.
¿Porque era SJ, verdad? Se veía algo confuso, a lo mejor por el sueño, pero...
Pero los pensamientos de LBH se disolvieron cuando SJ jaló su cabeza y lo besó.
Bien. Incluso si habían explicaciones y esto era producto de la somnolencia, LBH no planeaba detenerse.
Mientras besaba a SJ usó sus dedos para follarlo y presionar su punto g. Entre mordidas y besos en esos labios finos y rojizos LBH susurró sin aliento
—Tu coño es el mejor que he probado, Jiu-ge... Tu cuerpo es tan obsceno...
Sj se limitaba a gemir, con los ojos al borde de las lagrimas. Aunque LBH alcanzó a vislumbrar una mirada agresiva, está se perdió fugaz en el deseo.
Y es que SJ sacudía sus caderas y apretaba los dedos de LBH, entregado al placer más que a la cordura.
—Este pequeño hermano tiene una sorpresa para ti, Jiu-ge. Mira.
LBH se levantó sobre sus rodillas y abrió su pantalón ante la vista atenta de SJ, revelando su enorme miembro.
Poco se podía ver en la noche, pero la monstruosidad de aquel objeto era innegable. Tal vez en ese momento SJ reaccionó, ya que un dejo de nerviosismo pasó por su rostro.
Dispuesto a molestarlo, LBH preguntó en broma —¿Acaso es la primera vez de Jiu-ge...?
Antes de terminar la pregunta, SJ murmuró —Cállate.
LBH rió, el significado de 'Entonces si es la primera vez de esta zorrita' estaba impreso en su burla.
Sin dejar de mofarse, dirigió su miembro sobre la entrada inexplorada de su Jiu-ge y habló mientras frotaba la punta —Ya veo... Entonces lo haré tan bien que, incluso si te acuestas con otro hombre, no harás más que desear mi verga.
Sin mediar otra palabra, tomó las caderas de SJ y embistió su interior. Cada parte de su dureza sintió el calor y la suavidad de esas paredes que le recibían, incluso haciéndole querer perder el control y moverse sin pies ni cabeza.
Gruñó por lo bajo y vio a SJ arqueado y estremeciéndose por el impacto. La cantidad de flujo le hizo pensar a LBH que, tal vez, SJ había llegado al orgasmo con esa intrusión.
Pero aún le faltaba probar muchos más, se encargaría personalmente de ello.
Atrapó las piernas de SJ en el pliegue del codo y lo jodió en esa postura, metiendo y dejando salir a medias su dureza.
SJ no contuvo sus gemidos, dejó que su voz produjera esos sonidos exquisitos llenos de lujuria sin importarle que su hermano estaba en la habitación contigua.
Se aferró a la espalda de LBH, enterrando sus uñas con fuerza a medida que la violencia de las embestidas hacia su coño se volvían furiosas.
—Mierda, Jiu-ge... Me estás apretando tan bueno. Parece que este didi está cogiéndote como te gusta, eh...
—No... Más, más profundo...
LBH se detuvo de manera súbita y giró a SJ fácilmente, dejándolo boca abajo. Estaba a punto de levantar su culo para follarlo por detrás cuando vio como SJ elevó su trasero y lo agitó de manera seductora frente a él.
En definitiva, su Jiu-ge era una caja de sorpresas.
Frotó dos dedos en la jugosa hendidura en tanto decía —Jiu-ge, si hubiera sabido que eras una puta te habría jodido hace mucho tiempo.
La respuesta de SJ fue aún mejor de lo que esperaba:
—Las bestias... estúpidas como tú.. solo entienden de esta forma.
—Estabas despierto, eh... —Los dedos ya habían cambiado por la punta de la pija de LBH, abriendo paso poco a poco —Supongo que si soy algo estúpido.
—No, pero... Aah... —LBH lo embistió antes de dejarle terminar.
SJ, que recibía los empujes, envió sus caderas más atrás, esperando recibirlo en lo más profundo.
En esa posición LBH se sentía apretado como nunca, rozando el límite de SJ hasta casi dividirlo en dos.
Sin contar que ver ese culo redondo y gordo moviéndose para tragarse su verga era demasiado estimulante. LBH no lo pensó dos veces y mojó su pulgar en los jugos sexuales y, después de lubricado, lo presionó sobre la hendidura más pequeña de SJ.
Los gemidos de SJ sonaban más lastimeros, endulzantes para sus oídos, tan fuertes que no solo era SY quien podría escucharlos sino que incluso llegaría hasta los vecinos.
Pronto la mano libre abofeteaba las gordas nalgas de SJ, mientras su pene entraba y salia descontrolado,
y la otra entrada de SJ se tragaba dos de sus dedos.
Y, por supuesto, escucharlo era lo mejor —Ahí se siente bien... ngh, Binghe... Más duro, ah...
—Joder... Pequeña perra escandalosa, si sigues gimiendo así voy a llenarte el coño de semen.
La presión sobre la verga de LBH aumentó y escuchó a SJ susurrando —Mierda... nggh, bestia... lo quiero adentro... mmm
LBH aceleró sus embestidas, motivado por aquella declaración. Justo cuando empezaba a sentir las contracciones del orgasmo de SJ sobre su verga,
sintió su propio orgasmo salir caliente y pesado. Sacó su sexo y se deleitó viendo aquella concha rebosante de su corrida, tal como había amenazado.
Antes de que SJ se moviera, se acercó hasta su oído y dijo con voz ronca —Espero que Jiu-ge aún no esté cansado.
* * *
A la mañana siguiente SJ no podía moverse de la cama, SY no escuchó un carajo y LBH insistió en pasar todo el día en casa de los Shen. Y cuando SY salió a comprar cosas, LBH volvió a coger con SJ.
~FIN~
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Me gustaría mucho leer un fanfic tipo The Truman Show, protagonizado por LBH.
No me refiero a una adaptación, sino a qué pasaría si Luo Binghe se da cuenta que está dentro de un libro, y que es el protagonista.
A este punto tengo que decir que no sé si existe, quizá si, pero en dado caso, me gustaría leer algo más psicológico.
Y es que, yo puedo creer que LBH (BM) aceptaría sin problemas que su shizun no es SQQ, sino SY transmigrado de cualquier dimensión.
Pero dudo que tome con la misma tranquilidad que su vida es una obra donde el autor decidió sus pasos, le hizo vivir muchas injusticias y lo llenó de problemas.
El asunto del otro padre le empezó a carcomer la cabeza cuando Shen Yu cumplió tres años. Tal vez sus vecinos, colegas, profesores y todos quienes conocían a A-Yu no tenían la intención de incomodarlo
hablando del tema, sino que su hijo no se parecía en nada a él.
Al principio no era notable, pero los años pasaron y en vez de tomar la forma de Shen Jiu, empezó a parecerse a… otro. A-Yu era hermoso y vivaz, sus ojos redondos y brillantes eran de un profundo color oscuro.
Mantenía la postura de un jovencito valeroso y noble a pesar de su corta edad. Shen Jiu sabía que su hijo crecería para ser un hombre atractivo y grandilocuente.
No obstante, Shen Jiu se recordaba a sí mismo como un niño que parecía débil y enfermo aunque no lo estuviera.
El primer día que Shen Jiu juró no volver a beber fue al despertar en un hotel de lujo con una resaca terrible. El segundo día sucedió dos semanas después, cuando el médico le anunció su embarazo.
Ese día salió del hospital y caminó hasta la cafetería más cercana para tomar algo de té. El clima era fresco, típico de inicio de primavera, y las calles aún no estaban abarrotadas de gente; pero Shen Jiu se sentía helado y observado por todos.
Un bebé… no era lo que esperaba.
Su mente volvió a esa noche, donde su único plan era salir de su dormitorio y echarse algunas copas. Entró a un bar cerca del trabajo y pidió algo fuerte, quizá dos o tres vasos luego del primero.
Cada noche Luo Binghe va al mismo strip-club, o intenta hacerlo a diario. Quizá lleva un mes —o mes y medio— visitando ese lugar que, cuanto menos, es interesante.
En aquel sitio, cada persona debe llevar máscara y peluca; los strippers, los camareros, el personal de seguridad y, por supuesto, los clientes.
Desde su primera visita, Luo Binghe se interesó por un particular mesero que, jura, es el hombre más hermoso que ha visto en su vida.
Sabe que es cínico porque esa fue la frase que le dijo a su esposo el día que se casaron, mientras ponía el anillo en su dedo, pensando que la vida matrimonial con el amor de su vida sería el paraíso.
responsable; un idiota confiable y mejor compañía que cualquier otro. Se conocían hace muchos años, eran profesores universitarios y convivían desde su época como estudiantes.
El problema realmente empezó cuando la pequeña rata se consiguió un novio: su estudiante de la
facultad de negocios. Cada vez que el hombre de casi dos metros venía de visita hacían un enorme escándalo por horas.
Se suponía que para evitar *ese tipo de inconvenientes* tenían un horario que le permitía a Shen Jiu largarse de ahí. Ahora volvía de su viaje y, aunque le avisó
au moderno donde lbg sea técnico de un operador de telefonía que llega a la casa de sj a reparar un daño.
Sj es el esposo de un empresario, vive como ama de casa lujosamente sin preocuparse de nada...
Excepto porque su marido lleva muchos meses sin comerle el jiussy 😾
Cuando ve a este atractivo y caliente joven siente palpitar su entrepierna y no puede evitar ofrecerle algunos aperitivos mientras soluciona el problema del internet.
(en realidad espera que se dé cuenta que él es el PLATO FUERTE y que solucione SU problema 😼)
Lbg se da cuenta de sus intenciones, sí SJ no hace más que agacharse enseñándole todo su jugoso trasero. A la mierda la reparación, mañana puede venir de nuevo y está seguro que