"Quiero marcharme cuando yo quiera, es de mal gusto prolongar la vida artificialmente; ya aporté lo mío. Es hora de partir y lo haré con elegancia […]" #HistoriaMedicina#hilo 🧵⤵️
Los dolores abdominales eran muy fuertes. En los últimos años había tenido episodios similares, pero ni de lejos tan intensos. Los médicos se decantaban por problemas intestinales o en la vesícula
Aconsejado por el Dr. Rudolf Ehrnann y fundamentalmente por el entonces famoso radiólogo Gustav Peter Bucky, que era íntimo amigo suyo, decidió ir al Jewish Hospital de Brooklyn en Nueva York
Se hizo cargo del paciente de 69 años el eminente Dr. Rudolf Nissen, ampliamente conocido por sus aportaciones al tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico, de la hernia de hiato y de la cirugía pulmonar
Nissen tras explorar al paciente palpó un tumor pulsátil en el abdomen.
Ante las dudas, planteó realizar una laparotomía exploratoria
31 DE DICIEMBRE DE 1948
Al “abrir”, el Dr. Nissen se encontró un aneurisma semicalcificado “del tamaño de un pomelo” (unos 12 cm.) en la porción distal de la aorta. Él sabía que eso en casi la totalidad de los casos es una sentencia a muerte, pero aun así se decidió a meterle mano
El Dr. Nissen había estudiado intervenciones similares con ¡¡celofán!!
El galeno tomó un fragmento del fino, transparente y flexible material de color amarillo y envolvió el aneurisma con él, fijándolo a la pared abdominal (omentopexia)
Nissen esperaba que al fijar el aneurisma al retroperitoneo se ocasionara irritación y un gran proceso inflamatorio que formara tejido fibroso cicatricial sobre la masa pulsátil para evitar así su crecimiento y ruptura
El paciente fue dado de alta tres semanas después de la intervención. El “milagro” aparentemente se había producido, ya que no tenía ninguna molestia y podía volver a su ajetreada vida
Tanto es así que llegó a ser postulado a la presidencia de Israel en 1952 rechazándolo y escribió un importante artículo científico en “Annals of Mathematics” en 1954
De vez en cuando se quejaba de un dolor en la parte alta derecha del vientre, que sus médicos achacaban a una inflamación de su vesícula biliar
10 DE ABRIL DE 1955
Habían pasado 6 años largos desde que se había “fijado” su aneurisma y nuestro protagonista presentaba unos severos dolores abdominales, mucho más fuertes de los que nunca había sufrido
Cuando le visitó su médico de cabecera en casa, él mismo le dijo “seguro que me ha reventado el aneurisma y no hay nada que hacer […] no quiero que me operen, quedar mal y ser una carga para mi esposa […]”
Efectivamente, el Dr. G.K. Dean confirmó el autodiagnóstico del paciente, una posible y letal fisura de su aneurisma abdominal previamente reparado era la causa del dolor y de no operarse de emergencia, la muerte era segura
El paciente cada vez estaba peor y a los fuertes dolores se sumaron náuseas y vómitos. El Dr. Dean llamó de nuevo a los colegas del enfermo, los doctores Ehrnann y Bucky
Cuando los dos galenos llegaron a visitar al deteriorado paciente afirmaron que además del problema de la aorta, tenía una colecistitis aguda (importante inflamación de la vesícula), pero no las tenían todas consigo
El día 14 de abril llamaron al que era considerado mejor cirujano cardiovascular de los EE.UU. y para muchos del mundo, el Dr. Frank Glenn del New York Cornell Hospital…
Este planteó una cirugía de urgencia que consistía en reemplazar la parte de la aorta dañada con un injerto obtenido de una aorta de cadáver, pero ante las preguntas del paciente le fue sincero y no le brindó garantías sobre el resultado, rechazando de nuevo este operarse
El Dr. Glenn confesó que había hecho muy pocas de estas operaciones y con muy malos resultados.
El paciente dijo: "Quiero marcharme cuando yo quiera, es de mal gusto prolongar la vida artificialmente; ya aporté lo mío. Es hora de partir y lo haré con elegancia […]"
Independientemente de la decisión, como los dolores en el hipocondrio derecho no cesaban, siendo cada vez más intensos, y al sumarse ahora signos de deshidratación, fue internado en el Hospital de Princeton. En ese momento era muy evidente el latido del aneurisma
Pese a lo complicado de la situación, el paciente seguía trabajando en sus cálculos y recibía visitas, incluso estaba redactando un discurso pacifista en colaboración con Bertrand Arthur William Russell
El día 17 de abril el médico de cabecera pasó a visitarlo yéndose a las 23 horas con el paciente dormido. Dos horas más tarde, tras murmurar unas palabras en alemán, el paciente de 76 años de edad fallecía a la 01:15 horas del lunes 18 de abril de 1955
Acababa de fallecer por una rotura de aneurisma abdominal complicado el que para la revista “Time” ha sido el personaje más influyente del siglo XX, el “padre” de la Teoría de la relatividad ALBERT EINSTEIN
Tras la autopsia realizada por el Dr. Thomas S. Harvey, donde por cierto se observó la vesícula intacta y se confirmó la rotura del aneurisma, se incineró el cuerpo del Nobel de Física según su propia voluntad, salvo su “robado y viajero cerebro” #esoesotrahistoria
El aneurisma de aorta se produce cuando el diámetro de dicha arteria (la más gruesa del organismo) aumenta en algún punto por debilidad de su pared muscular. Si no es tratado puede romperse el vaso con un alto grado de letalidad por hemorragia interna
En la actualidad se definen muchos Signos (Cardarelli, Corrigan, Drucmond, etc.), pistas para poder detectar precozmente esta patología.
En 1984 J.J. Chandler, médico del Hospital de Princeton, el mismo donde falleció Albert Einstein 29 años antes, habló del “Signo de Einstein”
Es un cuadro similar a la colecistitis aguda ocasionado por la ruptura de un aneurisma de aorta abdominal.
De esta manera, un genio como Einstein pasaba también a formar parte de los libros que se estudian en medicina, entrando de pleno en la #HistoriaMedicina
El genio “envuelto en celofán” tuvo unos años tras la operación con plena calidad de vida, siendo está operación utilizada en muchas otras ocasiones en la época para casos similares al del físico
Hoy en día los avances han permitido hacer cirugías abiertas o endovasculares mucho más efectivas y con altísimos y duraderos resultados, reduciéndose la mortalidad por debajo del 4%
En una época donde la viruela mataba millones y la medicina occidental apenas tenía herramientas contra ella, una mujer inglesa presenció una práctica que cambiaría el mundo.
📍Turquía, siglo XVIII.
📌Nombre: Lady Mary Wortley Montagu
#HistoriaMedicina 🧵⤵️
Mary nació en mayo de 1689 y fue bautizada un 26 de mayo, tal día como hoy.
Poeta, ensayista, diplomática y… pionera en salud pública.
Pero también: rebelde, brillante y crítica feroz del machismo en la medicina.
En 1716, acompañó a su esposo, embajador británico, al Imperio Otomano.
Allí observó algo sorprendente:
💉Mujeres turcas practicaban la inoculación (variolización) contra la viruela.
Un método tradicional pero efectivo.
Una historia de obsesión, precisión… y un hilo telegráfico que cambió la #HistoriaMedicina.
Hoy hubiera sido el cumpleaños de un hombre que logró "ver" el corazón como nadie antes.
Pero no con bisturí.
Sino con ciencia, paciencia… y un hilo de cuarzo. 🧵⤵️
Finales del siglo XIX.
El corazón ya se podía oír.
Estetoscopios, relojes, dedos en la muñeca.
Algunos lograban registrar débiles impulsos eléctricos… pero lo que obtenían eran garabatos ruidosos.
Inútiles para un diagnóstico real.
Se sabía que el corazón emitía electricidad.
Augustus Waller incluso lo había demostrado en su perro Jimmy con un electrometro rudimentario.
Pero nadie entendía bien qué forma tenía esa electricidad.
Ni cómo usarla clínicamente.
Ahora que se ha elegido al nuevo Papa León XIV, muchos se preguntan: ¿Quién fue el último Papa que llevó ese nombre?
Te cuento la historia de León XIII, un pontífice que vivió hasta los 93 años en el siglo XIX…
¿Su secreto? Puede que te sorprenda. #HistoriaMedicina 🧵⤵️
León XIII nació como Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci el 2 de marzo de 1810 en Carpineto Romano, Italia.
Fue un hombre brillante: filósofo, diplomático, políglota… y un reformista dentro de la Iglesia.
Fue ordenado sacerdote en 1837 y ascendió rápidamente.
En 1843 ya era arzobispo y nuncio en Bélgica. En 1853 fue ordenado cardenal.
Pero nadie imaginaba lo que vendría después.
En una servilleta manchada de café se dibujó una idea que cambiaría la medicina para siempre.
El científico que la garabateó fue ignorado, rechazado y ridiculizado...
Pero...🧵⤵️
Paul no era un genio excéntrico ni un gurú mediático.
Era un tipo tranquilo, metódico, que hacía lo que todos los investigadores hacen: pensar mucho, cobrar poco y publicar cuando se podía.
En los 70, mientras el mundo alucinaba con las microondas y los láseres, Paul estaba obsesionado con otra cosa: cómo ver dentro del cuerpo humano… sin abrirlo.
Ni bisturí. Ni dolor. Ni radiación. ¿Cómo?
¿Sabéis que es esto? ¿Cómo se llama? ¿En qué famosa novela es “protagonista” y por qué? #HistoriaMedicina #minihilo 🧵⤵️
El objeto se llama “bacía”, y según la segunda acepción del Diccionario de la RAE es una “vasija cóncava, por lo común con una escotadura semicircular en el borde, usada por los barberos para remojar la barba”
Aunque la etimología reconocida de la palabra es latina medieval, de hecho, aparece en el vocabulario de Antonio de Nebrija de 1495, tiene relación con la palabra celta “bak” y con la griega “bathios” que significa cosa profunda
Cuando os doy la lata con los hilos de #HistoriaMedicina, suelo en ocasiones comentar libros sobre la temática, tanto de historia, divulgación, narrativa, etc.
Como me habéis preguntado bastante gente, voy a hacer un hilo de libros 🧵⤵️
Seguro que me dejo muchos, porque son muchos los hilos y los libros que he comentado. Iré actualizando la lista poco a poco.
El orden en el que los posteo no es significativo de nada...
Los libros del, entre otras cosas, neurocirujano Henry Marsh. Creo que muchos los conocéis pero si no, totalmente recomendables, tanto el que cuenta sus andanzas como neurocirujano como el de "Ante todo no hagas daño"