Thread by @Aisling_

Buenas noches; justo a tiempo arrancamos con el #Tweetmarillion de hoy. Esta vez continuaremos narrando la Caída de Gondolin; parte 3 de probablemente 5. Espero puedan acompañarme junto a la @STolkiendiliMex . ^^

Como de costumbre, mis tuits no están preparados, pero traigo notas. Estaré tuiteando en vivo durante las próximas dos o tres horas, pero podemos continuar la conversación en la semana si gustan. ^^

Cualquier pregunta, comentario o aportación, que mucho agradeceré, por favor pónganmelo en un reply con el HT #Tweetmarillion . Procuraré responder al instante, pero les pido de favor que me tengan un poquito de paciencia. ^^'

La semana pasada nos quedamos en el momento en que Morgoth lanzó TODAS sus fuerzas sobre Gondolin: algunos de sus horrores ya conocidos, y otros más que estaban por verse. Pero para los habitantes de la ciudad escondida todo eso era aún sombras...

...manchas de rojo sobre las montañas circundantes, que se movían con cierta lentitud.

Turgon suspendió la ceremonia de las Puertas de Verano, despachó a la gente a sus hogares a esperar instrucciones y se reunió con los doce jefes de sus Casas y algunos soldados más...

...en consejo de guerra para evaluar sus opciones y diseñar una estrategia rápida.

Para el relato que viene y los siguientes, nos convendría tener un mapa a la mano; les recomiendo esta serie, muy detallada y muy bonita, de la artista @Sirielle . sirielle.com/maps2.html

Para ubicarnos vamos a necesitar de preferencia los mapas con los nombres de las calles y de algunos lugares clave; pueden elegir los que gusten.

No se olviden de apoyar a la artista; de ser posible adquieran sus piezas. ^^

Decíamos, pues, que Turgon convocó a sus capitanes en consejo de guerra. Tuor y Maeglin estaban a la cabeza, como príncipes que eran.
Las tropas de Morgoth en las montañas avanzaban lento, pero seguro, y calculaban que todavía les llevaría algunas horas cruzar el valle.

Surgió una discusión: Tuor sugirió una salida general hacia el valle, los civiles cubiertos a los flancos por los soldados. Obvio que deseaba evacuar la ciudad antes de que ésta se convirtiera en una trampa mortal; Ulmo lo había enviado justo para ello e Idril tenía sus planes.

Ahora, de todos los presentes Tuor era el único que no había estado antes en una batalla a gran escala, y se le recontranotaba. 😓
Quienes no pensaban que aguantar un sitio fuera opción aconsejaron que la salida tendría que hacerse en grupos...

...todos en diferentes direcciones, para cuando menos minimizar las bajas, y a eso Tuor terminó accediendo. Así de grave la situación que ya se contaba con que habría muertos. 😳

Nota: No hubieran aguantado un sitio, veremos más adelante por qué.

Pero Maeglin tenía otra idea. Había cometido traición, estaba dispuesto a llegar hasta el final, y lo que menos deseaba era dejar TESTIGOS. Le dijo a su tío Turgon que Gondolin, SU ciudad, estaba llena de riquezas, de arte, del trabajo de todos sus súbditos. ¿Cómo perderla?

Turgon frunció el ceño. “No te enamores demasiado de la obra de tus manos”, le había advertido Ulmo. Pero eso era lo que había terminado haciendo.
Maeglin continuó hablándole de que la ciudad de hecho estaba bien protegida y tenía un buen sistema de defensa (esto era cierto)...

...y que salir hacia el valle así nomás a lo loco terminaría en masacre (esto también era cierto). Salgant le hizo coro, sólo porque siempre secundaba lo que decía su amigo, y porque con sus limitaciones físicas no creía que le fuera a ir bien en una salida...

...y finalmente Turgon cedió ante el consejo de estos dos, aunque los otros señores de Gondolin no estuvieran de acuerdo.

Gondolin en efecto estaba en un sitio privilegiado para resistir un ataque. Pero había algo que Turgon no sabía, y que nosotros ya sabemos: Morgoth estaba perfectamente al tanto de los accesos que tenía la ciudad, pues Maeglin se lo había informado. 😰

Así que la decisión de repeler el ataque desde adentro estaba tomada, y lo que había que hacer era definir la distribución de las tropas. Recordemos que, de cualquier manera, el ejército de Gondolin seguía siendo el mejor preparado y el mejor equipado de la Tierra Media.

La Casa del Arco Celestial, al mando de Egalmoth, y la Casa de la Golondrina, al mando de Duilin, se apostarían en las murallas hacia el norte y el oeste, donde se esperaba que llegara el enemigo. Contaban con los mejores arqueros y podrían al menos retrasar el primer avance.

Rog de la Casa del Martillo de la Ira y Galdor, de la Casa del Árbol, cubrirían la puerta principal, al oeste.

La gente de Penlod (Casa del Pilar y Casa de la Nieve) se colocaría en la avenida principal hacia el palacio del rey, lo que permitiría desplazamientos rápidos...

...Tuor y su gente de la Casa del Ala de Cisne estarían a la entrada de la plaza del rey, con la Casa del Arpa de Salgant de apoyo.

Glorfindel con su Casa de la Flor Dorada cubriría el este, donde se encontraba el mercado principal...

...y en los huecos de la avenida central estarían Ecthelion de la Casa de la Fuente, en el lado norte, y Maeglin, de la Casa del Topo, en el sur; ambos grupos en reserva.
Turgon y su guardia personal permanecerían en las altas torres, desde donde se pudiera dirigir la batalla.

Mientras cada facción se movía hacia los puntos acordados, las luces rojas del ejército de Morgoth se iban acercando.
A Tuor se le llenaron los ojos de lágrimas. Se llevó a Voronwë y una parte de su guardia consigo y echó a andar hacia su casa...

...porque no creía sobrevivir a lo que venía y deseaba despedirse de su esposa y su hijo y proporcionarles guardaespaldas para que se adelantaran por el túnel secreto que había diseñado Idril.

Idril ya estaba en casa desde hacía un buen rato, y se preparaba a su vez. No era una guerrera pero contaba con algunas armas y su propia cota de malla. Se la puso. Su hijito Eärendil lloraba de miedo, porque las luces rojas dibujaban siluetas siniestras en las paredes...

...de su habitación, y tenía una niñera llamada Meleth que, cuando se portaba mal, le contaba muchas historias horribles sobre Morgoth. Digo, para que se fijen las señoras con quién dejan a sus niños, pero bueno... ^^'

Idril sacó una cota de malla chiquitita, de su medida, que le había mandado hacer en secreto, y cuando se la puso, Eärendil dejó de llorar y se sintió muy orgulloso de poder llevar un traje de guerra como su papá y su mamá; ahora sí estaba listo para lo que viniera. ^^'

A Idril solían hacerla reír las ocurrencias de su hijo, pero esta vez no pudo sino llorar disimuladamente; amaba su ciudad, amaba su hogar donde había sido tan feliz con su marido, y presentía que muy pronto iba a perderlo todo. 😰

A unas horas antes de la medianoche, las tropas de Morgoth estaban ya al pie de la colina de Amon Gwareth. Y ahora se podía distinguir qué eran: serpientes, serpientes gigantescas color bronce y acero. Todos los Balrogs de Angband junto con su capitán, Gothmog, llegaron también.

Y dragones de fuego, más pequeños que Glaurung pero aún así de temer, los seguían.

A la orden de los capitanes, los defensores de las murallas soltaron una primera lluvia de flechas hacia las serpientes. Las flechas rebotaron en las escamas de las bestias...

...y cayeron, inutilizadas, al suelo. Una segunda descarga, igual. Las serpientes no parecían tener puntos vulnerables; ni los ojos, ni los orificios de la nariz, nada. Y entonces la gente de Duilin y Egalmoth se dio cuenta de algo aterrador: aquellas cosas NO ESTABAN VIVAS. 😳

Los dragones comenzaron a rodear la colina, y hubo ahí una media sombra de esperanza; las laderas de Amon Gwareth eran en efecto muy escarpadas y no podían treparlas. Sin embargo, las bestias empezaron a exhalar fuego y a incendiar el perímetro de la ciudad...

...y emanaban tal calor que, notaron horrorizados los habitantes de Gondolin, los manantiales y fuentes dentro de la ciudad empezaron a evaporarse. Se empezó a soltar un vapor sobre toda la ciudad (Gondolin estaba llena de fuentes). Era cada vez más difícil respirar.

Entonces Gothmog, el capitán de los Balrogs, hizo que sus serpientes mecánicas se apilaran una sobre otra junto a la ladera junto a la puerta norte. Las que quedaron arriba de las demás empezaron a estrellar la cabeza contra las puertas y las murallas.

Se pusieron en funcionamiento las maquinarias de defensa de Gondolin: catapultas, ballestas, metal fundido. Nada funcionaba, y los proyectiles que caían sobre las serpientes hacían un sonido a hueco antes de resbalar.

Una de las serpientes chocó con fuerza contra la puerta, y consiguió abrir un boquete. Entonces la serpiente se partió en dos, y de su interior salieron varios cientos de orcos armados con lanzas y cimitarras. Con las otras serpientes ocurrió lo mismo...

...y los orcos empezaron a inundar la entrada norte.

Nunca se había visto algo parecido en la Tierra Media: monstruos mecánicos. Y no hay manera de saber si Maeglin hubiera reconocido en ellos la huella de su propio ingenio e inteligencia; sus ideas, llevadas a la realidad...

...por herreros y hechiceros de Morgoth; lo de “hechiceros”, en el texto, lo deja pensando a uno si no podría remplazarse por "ingenieros". Indistinguishable from magic; me robo la idea y la cita de Clarke de este artículo de @JohnGarthWriter .

johngarth.wordpress.com/2016/12/09/tan…

El estruendo llamó la atención de Rog, que estaba cerca. Con un grito, se lanzó junto con su gente hacia el norte, y Galdor y los suyos fueron tras ellos. Se encontraron con los orcos y se enzarzaron en una violentísima lucha cuerpo a cuerpo.

Ante los golpes de martillos y mazos los orcos caían, escribe Tolkien, como hojas. La gente del Arco Celestial y de la Golondrina, que estaba en las murallas todavía, volvió sus arcos al interior, hacia los orcos invasores...

...pero había tanto vapor y humo y confusión que no pocas veces sus flechas alcanzaron a sus propios compañeros además de los enemigos. 😢

Los civiles, llenos de pánico, empezaron a huír de sus casas. Tuor escuchó el ruido y se detuvo en seco. Era hora de unirse a la batalla. Pero con todo el dolor de su corazón, tenía que asegurarse de que su esposa y su hijo estuvieran a salvo.

Mientras tanto, Maeglin, con algunos de los miembros de la Casa del Topo, había abandonado su puesto e iba derecho a la casa de Idril y Tuor. Llevaba con él una especie de salvoconducto que le había dado Morgoth en caso de que se encontrara con las tropas de orcos y Balrogs.

Muy para sus adentros empezaba a comprender que el objeto ése no le iba a servir de nada, pero no iba a dejar que Morgoth incumpliera su promesa. Al menos, se propuso, iba a llevarse con él lo que deseaba, y que, ahora creía, le correspondía con todo derecho.

Pensaba que Tuor no sobreviviría al ataque, y de hecho, él juraba, se había asegurado de ello: le había encargado a Salgant que entretuviera todo lo posible a Tuor frente a la plaza. En otras palabras, que para este momento también estaba dispuesto a sacrificar a Salgant...

...y éste no tenía idea de qué estaba pasando. Pero Salgant estaba demasiado atemorizado para moverse, y ni siquiera había hecho el intento de detener a Tuor.

Maeglin llegó a la casa de Idril y Tuor, puso una guardia de sus hombres más leales frente a la puerta y les ordenó que no dejaran pasar a nadie. La casa estaba entonces completamente vacía, salvo por Idril que, con su niño, esperaba noticias de su marido o alguna otra señal.

(Lo que viene a continuación es un headcanon para rellenar un huequito mínimo). Maeglin recorrió las estancias y le llamó la atención una puerta cerrada y polvorienta. La abrió y descubrió lo que le habían ocultado por años: el pasaje secreto de Idril. (Fin del headcanon...

...Parte de mi headcanon es preguntarme si Maeglin, además de todos sus retorcidos sentimientos hacia Idril, no le tendría de casualidad algo de celos profesionales). 🤔

Bien, pensó Maeglin, ese túnel debía dar hacia la vía de escape de la ciudad, la entrada oculta por donde habían llegado él y Aredhel, su madre. Ya lo usaría para sus propios fines, y obligaría a su prima a soltar sus secretos antes de llevarla con él a las tierras del enemigo.

Maeglin entró repentinamente en la habitación de Idril, se apoderó de Eärendil y cuando ella fue hacia ambos, la derribó y la empezó a arrastrar por los cabellos hacia la muralla sur; recordemos que una parte de la casa de Tuor estaba comunicada con la muralla. 😳

Idril, desarmada como estaba, se defendió como una fiera, y Eärendil mismo se resistió y se le colgó del brazo a su tío, de modo que a Maeglin le costaba trabajo avanzar. Pero no se detuvo. Ahora estaba completamente cegado por la ira y el rencor...

...y pretendía lanzar a Eärendil desde la muralla al incendio que rodeaba la colina de Amon Gwareth. Delante de su madre. 😳

Tuor y su guardia se aproximaron a la casa, y se sorprendieron al hallar gente de Maeglin en la entrada. Pero en la muralla Maeglin trataba todavía de llevarse a Idril y Eärendel entre tropiezos y maldiciones; Tuor los vio a lo lejos y lanzó un grito de rabia tan fuerte...

...que hizo temblar a los orcos que peleaban en la puerta norte, a buena distancia. Se precipitó hasta la puerta y su guardia le ayudó a abrirse paso y hacer a un lado a la gente del Topo.

Tuor no tardó en estar frente a Maeglin. Éste había soltado a Idril y sostenía en alto a Eärendil para amenazarla, y ella no se atrevía a moverse. Cuando vio llegar a Tuor, sacó un cuchillo para apuñalar al niño, pero Eärendil le mordió la otra mano de tal manera...

...que lo hizo errar el golpe y la hoja se desvió contra la cota de malla del niño. Ya para entonces un muy furioso Tuor estaba sobre él; lo tomó del brazo que había sujetado el cuchillo y se lo retorció para que lo soltara; el jalón fue tan violento que el brazo se fracturó...

...y entonces Tuor sujetó al joven por el talle y lo arrojó al vacío. El cuerpo de Maeglin rebotó tres veces contra la escarpada ladera antes de perderse en el incendio de abajo. 😳

La gente de Maeglin que había conseguido llegar a la muralla se arrojó sobre Tuor pero nada iba a detener en ese momento al hijo de Huor y Rían. Algunos de la Casa del Topo cayeron a su vez por la muralla, y otros no tuvieron más remedio que huír.

Tras la espantosa escena, Tuor pudo por fin abrazar a su familia. Pero había que partir hacia la puerta norte; el estruendo de las armas era ahora más estridente.
Tuor encargó a su esposa y a su hijo con Voronwë, aunque él quería seguirlo a la batalla...

...y les dejó también algunos hombres de su guardia para protegerlos, con instrucciones de que lo esperaran ahí en su casa hasta su regreso o hasta que les enviara algún mensaje.

La batalla de Gondolin no había hecho sino comenzar, y en muy poco tiempo no quedaría ningún lugar seguro en la ciudad.

RIP Maeglin, y vamos a quedarnos aquí.

Espero que este #Tweetmarillion haya sido de su agrado. La próxima semana continuaremos. ^^

Muchas gracias, y buenas noches/buenos días a todos. ^^