Hoy tenemos una #RistraDeTuits donde presentaremos al mayor cazador de globos de la historia, por el momento.
¡Vamos a ello!
🔽🔽🔽
Hace unos días, la CNN transmitió imágenes como ésta.
Se trata de un globo espía chino. Así, como suena.
Como flotaba por encima de territorio de los EE.UU., al final tuvieron que derribarlo. Salió un avión, le disparó un cohete y adiós.
Por lo visto, no es el único globo-espía chino detectado este último año.
Como habréis adivinado, hoy los protagonistas serán los globos militares. Más concretamente, los que se emplean para adivinar qué está tramando el enemigo.
Iba a decir "empleaban", pero los globos chinos demuestran que al globo militar todavía le queda carrera por delante.
Fue Jean-Marie.Joseph Coutelle, francés, quien lideró la primera Compagnie d'Aérostiers en 1793 en el ejército republicano francés. Su "Entrepenant" fue el primer globo empleado en una batalla, en la de Fleurus, contra los austrohúngaros, en 1794. Fijaos arriba a la derecha.
Las compañías de globos militares fueron disueltas por el Directorio en 1799, pero una que había ido a Egipto con Napoleón no fue disuelta hasta su regreso a Francia, en 1802.
Coutelle recibió la Legión de Honor, títulos y premios por su valor e inventiva.
Otros globos militares famosos fueron los de Thaddeus S. C. Lowe, que convenció a Lincoln para crear el Union Army Balloon Corps en 1861, que luego se incorporaría al cuerpo de ingenieros de la Unión, en 1863.
Su globo, el "Intrepid" vivió muchas aventuras.
Recordad que Julio Verne hizo llegar a sus personajes a la Isla Misteriosa a bordo de un globo confederado, que pilló una tormenta que ni os cuento y se los llevó mar adentro, bien lejos. Luego dieron con Nemo y tal y hasta aquí puedo leer.
Elevar un globo sobre el campo de batalla permite descubrir qué hace el enemigo, dónde está, dirigir y corregir el tiro de la propia artillería... Es verlo por encima del hombro y no perderse una.
Por lo tanto, tener un globo por encima del campo de batalla es una gran ventaja.
Problema: los globos militares, los de Coutelle, los de Lowe, los de París en 1871, los de la Gran Guerra... todos ellos son globos de hidrógeno y ¿qué pasa cuando se inflama el hidrógeno?
Vamos, que si el enemigo logra inflamar el hidrógeno de tu globo, ¡adiós!
Los globos tenían muchas formas, pero eran todos cautivos. Desde allá en lo alto, el aeronauta podía transmitir sus observaciones a tierra y cuando tenía pis, le daban a la manivela, lo bajaban y una vez aliviado, volvía a sus cosas.
En las imágenes, un globo alemán con forma de cigarro, unos australianos mirando a uno de sus propios globos y a un observador con un cacharro muy raro en la cesta, que es ni más ni menos que una cámara de fotos con teleobjetivo, porque los tiempos avanzan que es una barbaridad.
Pero, ay, cuando asomaba un aeroplano enemigo ¿qué podían hacer los valientes tripulantes de un globo?
En tierra, corrían a darle al cabestrante, para bajar el globo. Ahí arriba, el observador se arrojaba en paracaídas, que conociendo los paracaídas de la época...
Saltabas en paracaídas. La probabilidad de romperte la crisma o de que te cayeran encima los restos de tu propio globo no era pequeña.
Se solían dejar 48 horas antes de volverte a subir a un globo, por aquello del ataque de nervios, pero hubo quien saltó cuatro veces en un día.
Pero los aviadores odiaban atacar a los globos. Eran las misiones más peligrosas que uno podía echarse a la espalda, porque los globos eran tan importantes que los rodeaban de artillería antiaérea.
Y en aquel entonces, los pilotos de aeroplanos no tenían paracaídas.
Por eso llama tanto la atención la figura de Willy Omar François Jean, barón de Coppens d'Houthulst, Willy Coppens para los amigos, un piloto belga que aprendió a volar en clases particulares en Inglaterra en vez de en el ejército. Le costó más de dos años que le dieran un caza.
En su carrera como aviador, derribó tres aeroplanos más seis probables, pero tiene la marca absoluta como cazador de globos de todos los tiempos.
Él solito, entre abril y octubre de 1918, derribó ni más ni menos que 34 globos, que se dice pronto, con su Hanriot DH.1 modificado.
En la cubierta de este libro se ilustra una de sus increíbles aventuras. Al atacar un globo alemán, cortó las ataduras de éste a tierra y al subir entonces deprisa su aeroplano se enredó en las cuerdas y quedó colgando de él.
Por suerte, pudo desenredarse y se salvó.
Pero su más famosa aventura es aquella vez en que, agobiado por la artillería antiaérea alemana, aterrizó ENCIMA del globo enemigo, paró el motor y esperó a que arreciase el temporal. Cuando se calmó la cosa, encendió de nuevo el motor y se fue volando, tal cual.
Tan desesperados estaban los alemanes por atraparlo que hasta elevaron un "globo-trampa" cargado de explosivos, para ver si acababan con él.
Pues no, pero le dieron un susto...
El 14 de octubre de 1918, una bala hizo polvo la tibia de Coppens. Pudo regresar a la base, pero perdió la pierna. Tres semanas más tarde, se acabó la guerra.
Aquí tenéis a Coppens entre generales, después de haber sido condecorado por enésima vez.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Ahora ya sabéis que el más grande cazador de globos fue Coppens, a un ritmo de cuatro o cinco por semana, que no está nada mal.
Espero que os haya gustado y agradezco mucho vuestra atención.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Dije que os contaría mi experiencia con el diseño de la antorcha olímpica de Barcelona '92 y eso haré.
También os debo otra #RistraDeTuits sobre esgrima, pero ya llegará, dadme tiempo.
¡Allá va la #RistraDeTuits de la antorcha olímpica y un servidor de ustedes!
🔽🔽🔽
No vengo a contaros la historia de las antorchas olímpicas ni del paripé de su encendido y su periplo de aquí para allá. Eso lo inventaron los nazis en las Olimpíadas de Berlín de 1936, aunque, claro está, las antorchas en sí son un invento mucho más antiguo.
Cuando Barcelona se hizo con los JJ. OO. de 1992, se desató una actividad frenética en todas partes, y una de las partes fue la antorcha olímpica.
Una parte muy importante, por cierto.
Encargaron su diseño a este señor de la fotografía, André Ricard.
Hoy vamos a hablar de hacer trampas en el arte y de un pintor especialmente tramposo.
O no.
Es un viejo conocido de todos vosotros.
¡Vamos allá!
¿Qué es eso de "hacer trampas"?
Hay quien sostiene que un artista que se vale de medios "ajenos al arte" (?) para captar una imagen y pintarla con más facilidad es un tramposo y no es tan buen artista como dicen.
Aquí, artesanía pura y a mano o nada.
También se valora más o menos una obra según cómo haya sido pintada o dibujada. El óleo sobre lienzo o el fresco del techo de una iglesia es lo más y un bolígrafo sobre papel, una mierda, para entendernos.
Pero lo cierto es que puede ser tan buena una manera de pintar como otra.
Hice esta foto en el Rijksmuseum. El cuadro me gustó mucho. La alegría de la ninfa es contagiosa.
El autor es Gerard van Honthorst, y el cuadro, "Ninfa y sátiro", lo pintó en 1623.
Lo que no sabía (siempre se aprende) es que este autor estuvo en Roma alojado en casa de Vincenzo Giustiniani, marqués de Bassano y coleccionista y protector de Caravaggio, que conozco bien.
Eso fue en 1616, o por ahí. Compartió Roma con otros holandeses, a los que llamaron, un poco en coña, los "caravaggisti di Utrech".
Pero no sólo de Caravaggio vive el hombre. También admiró lo último de Carracci, por ejemplo.
Apodada Langevin por sus camaradas de armas, Renée Bordereau era una máquina de matar al servicio del Rey y la Verdadera Religión. Es decir, que luchó contra la República Francesa, el Directorio, el Consulado y el Imperio dejando el campo de batalla hecho un asco.
Con su cabeza puesta a precio, escapó de los gendarmes haciéndose pasar por una mujer que se hacía pasar por un hombre que se hacía pasar por una mujer... Eh, ya sé, es complicado, pero el truco le salió bien.
Tras muchos años dando guerra, finalmente fue apresada y pasó años en los infectos calabozos del Mont Saint-Michel. Pero sobrevivió y cuando regresó la monarquía a Francia, fue liberada y tratada como una heroína.
Sabed que hace un par de días he regresado de practicar alpinismo en Holanda, pero he hecho más cosas y muy interesantes ahí.
Os dejo ver mi cuaderno de viaje.
Luego iré añadiendo cosas a continuación.
A ver, que entre escalada y escalada a los más altos picos de Holanda, he podido visitar un poco ese país. Y quiero enseñaros algunas cosas.
Comienza el rollo.
Llama la atención que Ámsterdam tenga un sistema de alcantarillado tan deficiente. Fijaos que tienen un montón de calles inundadas y que, para disimular, las llaman canales.
Ya está en lo alto el pollito-vaca con alas á la Speer.
Horror.
Era horrible en el suelo, vista de cerca, pero allá en lo alto es peor. Feo de cojones, cursi, hortera, un daño a la vista. Madre de Dios... Y habrá tres más, en plan Nuremberg. Si Gaudí asomara, se arrojaría de nuevo bajo el tranvía.