Hace un año Ucrania libraba la batalla de Hostomel, una derrota temprana que quizás cambió por completo el curso de la guerra. Publico el hilo hoy porque coincide con otro aniversario, el de los “tres días a Kiev” que era el tiempo que, según Putin, le llevaría tomar Ucrania 
Antes de contar qué sucedió en Hostomel, aclaremos: los “tres días a Kiev” no es una burla hacia la estatura estratégica de Putin. Desde marzo el ministerio de defensa ucraniano afirma que las tropas rusas cargaban comida y combustible para 72 horas. O sea, 3 días terrestres
Luego aparecieron documentos que corroboraron el plazo establecido para controlar Ucrania. Y los testimonio de soldados rusos como Pavel Filatyev que relataron el optimismo que reinaba entra los soldados rusos. Realmente estaban convencidos que repetirían la victoria del 2014
Los generales convencieron a Putin que Ucrania era un objetivo fácil. Solo debían avanzar y esperar en 72 horas el colapso adversario. El servicio de inteligencia aseguraba que serían recibidos por una población amigable y que el soborno a oficiales ucranianos haría el resto
Para tomar Kiev, idearon un plan para ocupar el aeropuerto Antonov situado en Hostomel, a 36 km del centro de de Kiev, mientras una columna de blindados que partió el mismo 24 de febrero de Bielorrusia, llegaría desde el norte y otra cruzaría el Dnieper para entrar en la capital
Asegurado el aeropuerto Antonov, 18 aviones Ilyushin 76 desplegados en un aeropuerto bielorruso, tocarían tierra. Ese seria el principio de a un puente aéreo que haría llegar blindados, cañones y miles de soldados. Atenazada en 3 frentes, creían, se iba acelerar al caída de Kiev
Especulaban que con el avance sobre Kiev iban a forzar la huida del presidente Zelensky o podrían capturarlo antes de que escapara. En realidad había otro plan que corría paralelo a la toma del aeropuerto Antonov e implicaba al líder checheno Razmán Kadyrov, ya lo develaremos
En cualquier caso, el aeropuerto Antonov tenía una pista lo suficientemente larga y cercana a la capital para justificar la acción. El asalto recibió la máxima prioridad y comenzó el mismo 24 de febrero, al mismo tiempo que las columnas rusas rompieron las fronteras ucranianas
El ataque comenzó al amanecer con la llegada de al menos 30 helicópteros artillados KA52 y MI35 que se dedicaron a demoler las defensas ucranianas. Era la primera fase del asalto y apenas los vieron, los ucranianos entendieron que enfrentaban un desafío casi imposible de resolver
La defensa estaba a cargo de la Brigada de Acción Rápida que tenía su base en el aeropuerto. Era una unidad profesional, pero poco numerosa para resistir un asalto aerotransportado apoyado por helicópteros de ataque y una columna blindada llegando desde el norte
Apenas bajaron de 30 helicópteros de transporte MI8, 200 paracaidistas rusos se dirigieron al cuartel de los defensores, al que previamente había sido atacado con misiles. Los 200 defensores al mando del oficial Anatoly Karchenko, se prepararon para resistir el primer ataque
Las apuestas estaban a favor de los atacantes. Los paracaidistas rusos eran un grupo de élite y contaban con los mejores equipos que podía proveerles los arsenales rusos. Algunos eran veteranos de Georgia, Chechenia y de la anterior invasión a Ucrania, la del 2014
El primer día fue un desastre para los defensores. Intentaron resistir pero estaban en inferioridad de condiciones. Contaban con algunos misiles antiaéreos portátiles y lograron derribar a media docena de helicópteros rusos. Pero al anochecer, se retiraron al sur del aeropuerto
En uno de los hangares fue destruido el Antonov 225 “Mriya”, que en ese entonces era el mayor avión del mundo. Lo proyectiles borraron su proa y lo dejaron desfigurado en un amasijo de metales y cables. En otros sitios de la base, los paracaidistas rusos tomaban posiciones
Karchenko pidió refuerzos antes de buscar refugio. Una brigada mecanizada ucraniana se dirigía a Hostomel, pero iba a tardar unas horas. El oficial de la base, recibió una orden casi imposible de cumplir, tenia que impedir que los rusos consolidaran su presencia en el aeropuerto
Los primeros refuerzos que llegaron fueron los miembros de la Guardia Civil, Eras ciudadanos apenas equipados con armas livianas y un entrenamiento básico. Quizás el misil crucero que golpeó esa misma mañana la zona urbana de Hostomel, les ayudó a decidirse y sumarse a la defensa
Con lo que tenía a mano y la llegada de algunas unidades blindadas, los ucranianos intentaron un contraataque. No lograron desalojar a los rusos y sufrieron considerables bajas entre sus filas y en sus vehículos. Los helicópteros artillados causaron estragos entre los ucranianos
Para ese momento la inteligencia ucraniana había detectado el avance hacia Kiev de una columna de 1.500 mercenarios chechenos al mando de Kadirov. Luego se supo que su propósito especifico era infiltrarse en la capital ucraniana para asesinar al presidente Zelensky
Los tiroteos dentro de Kiev entre el 25 y el 27 de febrero sugieren que los hombres de Kadirov estuvieron cerca de llegar a su objetivo y su fracaso explica el encono enfermizo que tiene hacia Zelensky. El mastín de Putin perdió parte de sus mejores hombres en el intento fallido
En Hostomel la situación era crítica para Ucrania. No podían hacer retroceder a los asaltantes y, para peor, su comandante se había dado el lujo de darle una entrevista al corresponsal de la cadena CNN en la que confirmó que el aeropuerto Antonov estaba en manos de Rusia
El segundo día la suerte cambió de bando. Un regimiento de paracaidistas, esta vez ucraniano, alcanzó el norte de la pista y comenzó a atacar a los rusos. Sufrió pérdidas severas, pero logró debilitar al enemigo. Desde el sudeste, nuevas tropas y milicias, se sumaron al ataque
Los ucranianos se agruparon en el sur de la base justo a tiempo para enterarse que una columna blindada rusa se aproximaba. La emboscaron y la obligaron a retirarse con graves bajas. No habían retomado el aeropuerto, pero habían puesto en duda la seguridad de utilizarlo
En los días siguientes Hostomel fue un infierno. Los paracaidistas rusos reforzados por columnas que penetraban las defensas en el norte del aeropuerto peleaban contra los soldados y milicianos ucranianos, que aumentaban en número tomando las armas que soltaban los atacantes
Para el 3 de marzo los combates se libraban también en las calles de la ciudad de Hostomel. Los rusos estaban desesperados por cumplir su misión y se les acababa el tiempo. Los ucranianos también lo estaban por evitar el asalto aéreo que, ya sabían, pondría en riesgo a Kiev
Al día siguiente una parte de lo hombres de Kadirov se sumaron al ataque y fueron diezmados en las calles. La respuesta rusa fue enviar mas tropas rusas a la ciudad, que finalmente cayó el 5 de marzo. El aeropuerto, aun era tierra de nadie y en Bielorrusia perdían la paciencia
La inteligencia ucraniana había sido informada que los aviones de transporte estaban en las pistas de Bielorrusia listos para despegar hacia Hostomel. Recorrer los 100kilómetros desde la frontera les daba un margen de minutos para decidir que hacer antes de verse sobrepasados
Fue entonces que se tomó una decisión tan crucial como lo fue la de resistir: iban a volar la pista del aeropuerto para ningún avión pudiese usarla. Ucrania perdería una base aérea importante, pero no había otro modo de impedir el asalto aerotransportado sobre Kiev. Y lo hicieron
La artillería pesada ucraniana reguló sus miras y descargó una larga andanada de proyectiles sobre el concreto de Hostomel. Los cráteres florecieron de tal modo que la dejó inutilizada por completo. El comandante ruso, al ver la destrucción, entendió que su misión había fracasado
Lo que siguió fue previsible. Impedidos de pedir rescate aéreo por la cantidad de ucranianos que se iban sumando a la defensa, los paracaidistas huyeron hacia el norte en donde buscaron refugio en los bosques que están al norte del aeropuerto. Fueron hostigados, pero escaparon
Los soldados en Bielorrusia recibieron la orden de bajar de los Illushin y volver a las barracas, mientras en el Kremlin Putin tuvo uno de sus primeros ataques de cólera ante la confirmación del fracaso. No fue a lo gritos, sino con un silencio que degradó a los presentes
En los días siguientes a la derrota en el aeropuerto Antonov, Putin lanzó uno de los mas furiosos ataques de misiles contra las ciudades ucranianas. Como sus pilotos de helicópteros artillados en Hostomel, descargó su enojo bélico contra los ucranianos que lo rechazaban
El resto es historia. Los blindados rusos empezaron a ser emboscados por la infantería ucraniana armada con misiles fabricados en su país y el refuerzo de modelos occidentales como el Javelin. Una columna de 70 kilómetros de vehículos rusos confesó la improvisación militar rusa
Liberados de la presión de Hostomel, los ucranianos se dedicaron a cazar a los rusos en rutas y calles. La derrota rusa en el oeste liberó recursos para dedicarlos a la columna rusa en el oriente de Kiev y les dio a los ucranianos otras victorias que necesitaban con urgencia
En cuestión de días los convoyes rusos se retiraban o ardían o eran abandonados por falta de combustible o averías. Unas semanas después se retiraban derrotadas y el Kremlin decidió concentrarse en el sur y el oeste de Ucrania. Kiev estaba a salvo de la invasión
Contra todo pronóstico, Ucrania había logrado derrotar a las mejores tropas de Putin en las puertas de Kiev y arruinado su plan para tomar la capital. Aquella victoria en el aeropuerto Antonov, tuvo una trascendencia que quizás aun no se comprende. Juguemos con las ucronías.
Si hubiese controlado Hostomel, Putin podría haber inundado con sus mejores tropas el flanco izquierdo de Kiev y quizás sobrepasar las defensas que protegían al sitio donde su enemigo íntimo. Zelensky, resistía la invasión en su momento más crítico. Y todo hubiese cambiado
Con Hostomel asegurado y Kiev bajo asedio, las tropas de Kadyrov hubiesen elevado sus posibilidades de lograr exhibir su trofeo ante en Moscú. O quizás Zelensky se hubiese visto obligado a escapar a Occidente y hoy sería un personaje secundario en la historia reciente de Ucrania
Quizás Europa tendría muchos petróleo ruso barato. Y la masacre de Bucha sería desconocida, aunque comenzara a suceder mientras aun se combatía en Hostomel. Putin sería considerado un genio militar de la altura de Napoleón y la toma del aeropuerto Antonov sería la prueba.
Es posible que de haber tomado el aeropuerto, las defensas ucranianas hubiesen colapsado en tres días y el 24 pasado hubiésemos visto un desfile triunfal ruso en Kiev con la presencia estelar de un Putin sonriendo satisfecho. Quizás hubiese aterrizado en Hostomel para asistir
Hostomel mostró que Ucrania podía resistir y tenía la voluntad para hacerlo. Lo logró sin ayuda occidental, salvo por unos misiles y el entrenamiento previo que le dio a parte de los defensores. Y fue crucial la actitud de la población, que pagó un precio alto por sumarse
A la distancia, la defensa de Hostomel anticipó mucho de lo que sucedió en el año siguiente. A los rusos, les mostró que Ucrania no era un objetivo fácil de someter y que la población no los iba a recibir como liberadores. Y que no se amedrentaban ante sus armas y consignas
A Occidente, que Ucrania tenía la determinación de resistir y que Rusia no era invencible para ese país que hasta ese momento había recibido misiles, declaraciones altisonantes y nada más. Quizás Hostomel sugirió el potencial que tenían los ucranianos si eran mejor equipados
Al resto del mundo, le dio una perspectiva diferente de la guerra. Puso en duda el determinismo de una inevitable victoria rusa ante un estado que venía de ser derrotado y despojado de una península entera 6 años antes. En Hostomel, la honda volvió a bambolearse frente al gigante
Hace un año arreciaba la batalla de Hostomel. Fue la primera derrotas rusa en esta guerra. Y es bueno recordarlo hoy porque es el aniversario del vencimiento del plazo de los 3 días para tomar Kiev, la ciudad que por lógica debió caer rendida ante Putin y sin embargo, aun resiste
PS: Rusia nunca admitió haber perdido 10 helicópteros en el ataque al aeropuerto Antonov o que alguno de sus 200 paracaidistas haya caído en combate. Sí afirman que Ucrania perdió tantos hombres como los que tenía para defenderlo. Tampoco admiten que Kiev fue su gran objetivo
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