"¿Dónde dice eso en la Biblia?" es tal vez la pregunta más común de un protestante a un católico cuando se trata de temas de la doctrina católica.
Esta actitud tiene detrás el criterio llamado "Sola Scriptura"... a continuación #HiloApologético
Empezamos diciendo que los católicos creemos que las Sagradas Escrituras, la Sagrada Tradición y la autoridad de la Iglesia Católica no pueden entrar en conflicto.
Luego, las Sagradas Escrituras son inspiradas verdaderamente por Dios y son infalibles. Esto es algo que los católicos hemos creído siempre... suena un poco tonto aclararlo, pero increíblemente muchos protestantes creen que la Biblia para los católicos es poco menos "accesoria".
La Biblia es central y fundamental en la fe católica PERO no es exclusivamente la única fuente de autoridad. No está aislada, y de hecho, por sí misma no tendría sentido lógico que sea así...
De hecho, la misma Biblia apunta a la Tradición y a la Iglesia como fuente de autoridad. Ej: el Concilio de Jerusalén en Hechos 15 o aquella afirmación de que la Iglesia es columna y fundamento de la verdad en 1 Timoteo 3, 15
La Biblia NO enseña que ella sola es la única y última autoridad, y por supuesto, fue la Iglesia la que declaró los parámetros de qué libros sagrados debían ser considerados parte de las Escrituras.
En 1563 el Concilio de Trento declaró qué libros formarían parte del canon.
Es decir, creemos por la fe, la razón y las Escrituras, que Dios protegerá a la Iglesia de error en sus pronunciamientos dogmáticos, porque creemos que hay una Iglesia institucional y "una fe" como dice San Pablo en Efesios 4, 4, transmitida por los apóstoles.
Los protestantes creen que Dios protegió las Sagradas Escrituras del error, por medio de la inspiración, a pesar de que hombres falibles y pecadores, la escribieron...
Los católicos TAMBIÉN creemos eso.
Y también creemos que Dios (el Espíritu Santo Jn 14, 16) puede proteger a su Iglesia del error, es decir, hacerla infalible (un don sobrenatural menor a la inspiración ciertamente), a pesar de que implica hombres falibles y pecadores también...
Si Dios puede hacer una cosa, también puede hacer la otra... y dado que vemos ambas cosas en las Escrituras y en la Tradición apostólica, las creemos.
La Iglesia católica interpreta las Escrituras con autoridad. Los protestantes también interpretan (y tienen que interpretar) las Escrituras, al igual que nosotros los católicos.
¡La Biblia NO es evidente por sí misma!
... De hecho, esta es la razón por la cual las denominaciones protestantes están en desacuerdo entre sí, respecto de muchos temas fundamentales.
La verdadera decisión entonces, NO ES: Biblia o Iglesia, sino, una interpretación individual o denominacional de la Biblia, versus, la interpretación de la Iglesia basada en una autoridad de dos mil años de ininterrumpido desarrollo bíblico, teológico y apostólico.
Visto de esta manera... la Sola Scriptura contradice las mismas Escrituras y hace propenso el llegar a conclusiones irracionales y alejadas de la Tradición de los Apóstoles.
Sin mencionar que pretender atribuirle autoridad exclusiva a las Escrituras sería caer en una falacia circular, puesto que no habría autoridad externa que confirme dicha autoridad.
Por algo Jesucristo fundó una sola Iglesia (Mt 16, 18) y le dio autoridad.
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Plantear así la pregunta, implica un desconocimiento de lo que es el pecado original. Dios NO nos castiga por lo que hizo Adán.
Paso a explicar 👨🏻🏫
Los dos primeros capítulos del Génesis nos dicen que la humanidad fue creada en un estado que la misma Biblia define como “muy bueno”. ¡No sólo bueno, sino muy bueno!
Me sorprende que le cueste tanto a muchos comprender, que Dios *sí* castiga. Que su castigo no es una pasión humana por “venganza”, sino que, actúa normalmente por causas segundas, para probar al justo (como Job) o para castigar al pecador indolente para que se convierta y viva.
De manera que, a la pregunta de si ésta pandemia es un castigo de Dios: SÍ, muy bien puede serlo. Comprendiendo que este siglo ha sido colmado de iniquidad, desde el aborto hasta el endiosamiento de la pornografía y el culto a la homosexualidad.
Dios no “crea” el mal, pero lo permite. De manera que, el #coronavirus (que con mayor seguridad fue creado en un laboratorio) es una causa segunda que Dios permite, dado que los hombres hemos decidido abandonar a Dios.