👨👧👦Las figuras paternas pueden tener muchas formas.
En 2⃣0⃣0⃣6⃣, las y los estudiantes de un instituto de Nueva York escribieron a varios de sus escritores favoritos, invitándolos a dar una charla en su centro.
Solo respondió uno. Este: Kurt Vonnegut.
Vonnegut nunca rechazaba la oportunidad de charlar con jóvenes.
De hecho, no rechazaba la oportunidad de hablar con nadie. Su filosofía se resume en una frase y la cumplía a rajatabla:
🗣️"Estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros a pasar por esto, sea lo que sea esto."
Pero en 2006 estaba y se sentía muy mayor.
Tenía 84 años y la apariencia, exagerada por su prosa, de una iguana.
Así que declinó la invitación sin perder la oportunidad de marcar, aunque fuera un poco, las mentes y los corazones de los jóvenes estudiantes neoyorquinos.
Este no es Kurt Vonnegut.
Tampoco es Gandalf 🧙♂️.
Ni Magneto🧲.
Ni James Whale 🔩.
Es Sir Ian McKellen, pero ninguna voz tan potente y emotiva como la suya para articular el mensaje del escritor americano a los jóvenes, de cualquier lugar y cualquier edad.
Kurt Vonnegut tenía tres hijos y adoptó a sus tres sobrinos tras la muerte de su hermana y de su cuñado.
Pero Vonnegut fue y es aún el padre de muchos lectores, escritores y humoristas a los que influyó con sus libros y con sus charlas.
La Carta de Vonnegut al Xavier High School no está en este libro, pero sí hay otra mucha correspondencia que permiten conocer un poco más la personalidad del escritor estadounidense. 📕
🧠¿Cómo de ágil eres mentalmente?
No importa Robin Williams lo era más. Mucho más.
“¿Qué pasa en tu cabeza, Robin?” le preguntó James Lipton.
Empezamos su intento de respuesta en el #MakeEmLaugh de hoy. ¿Me acompañáis?
HILO 🧵⤵️
El video que nos serviría de columna vertebral dura casi siete minutos, por lo que lo dosificaremos en tres partes. ✂️
Merece la pena, palabra.🙏
📺Forma parte de la séptima temporada del programa de entrevistas ‘Inside the Actors Studio’ y se emitió en junio de 2001.
Robin Williams era un genio.
No presumía de ello y puede que no entre en el espectro de lo que solemos asociar a genialidad, pero cualquier persona que interactuara con él, se daba cuenta casi al instante.🤩
Tampoco era tonto, pese a abandonar sus estudios. Era un tipo brillante.
Mantuvo su personaje público tan férreamente que muy pocos han escuchado alguna vez su voz.
Empezaremos el #MakeEmLaugh así: ¡Harpo, habla!🗣️
HILO🧵⤵️
Adolph Marx nació después de los dolores y de su hermano Leonard.
Mucho tiempo antes de que Hitler apestara su nombre, ya se había mudado a otro, Arthur, pero poco importaba; todo el mundo le conocía por su mote artístico: Harpo.
El monologuista Art Fisher lo bautizó así por su afición por el arpa. No lo hizo en una iglesia, sino en una timba de poker.
En esa partida, Julius el gruñón pasó a ser Groucho; Leonard, Chico, por su afición a las faldas; y Milton, Gummo por las suelas de goma de sus zapatos.
En unas semanas se estrena el reboot de 'Agárralo como puedas', en el que Liam Neeson interpreta al hijo del mítico Frank Drebin.
Pero el personaje de Leslie Nielsen nació una serie que terminaba sus episodios así.
Bienvenidos al #MakeEmLaugh de ‘Police Squad!'🚨
HILO🧵⤵️
En 1980, Jerry Zucker, Jim Abrahams y David Zucker dirigieron ‘Airplane!’ o 'Aterriza como puedas', que desató la fiebre de las parodias o “spoof”.
La mayoría de ellas, las mejores al menos, llevan la firma de estos tres directores, conocidos popularmente como los ZAZ.
Una de las claves de estas películas era contratar a galanes de otras épocas, que el público identificaba como actores serios y hacerles hacer el ganso.
En ‘Aterriza…’, por ejemplo, estaban Lloyd Bridges, Robert Stack, Peter Graves y, claro, Leslie Nielsen.
Will Forte interpretó a muchos personajes en sus ocho temporadas en Saturday Night Live.
Su preferido es este peculiar entrenador que intenta motivar a su equipo al descanso de un partido que tienen perdido.
Ahora sabréis por qué. 😅
Dadle al play del #MakeEmLaugh. 🧵⤵️
En el sketch 'Locker Room Motivation', Forte contó con la inestimable colaboración del quarterback Peyton Manning, que el 24 de marzo de 2007, ejercía como anfitrión del programa.
Era su cumpleaños y se coronó como un invitado con sentido del humor y que daba mucho juego.
Es un ejemplo perfecto de que en los sketches del SNL la ejecución no sale siempre tal y como se ha concebido.
A veces una buena idea, o un buen guión, acaba en un sketch mediocre.
Otras, el resultado supera cualquier expectativa, como en el caso que nos ocupa.