Thread by @MarianG1979

#SuicidioAdolescente Hace unas horas me reencontré con una compañera de la prepa me contó sobre el suicidio de su hija de 16 años. Me respondió una duda propia, qué hacen los que nos quieren cuando queremos irnos por voluntad propia. Ella la encontró colgado de un tubo en el baño

de su casa. La joven lo habría anunciado en Facebook y los comentarios a su publicación no incluían ofrecimiento de apoyo. Las cuentas incitaban al hecho "a qué no te animas, eres pura mamada, nomás quieres llamar la atención, ayer te vi bien, deja de jugar con eso porque no lo

harás, no tienes los huevos". Sí los tuvo, pero no se trata de ser valiente sino de hartarse, hartarse de la gente que molesta y lástima a los demás nomás por mero gusto.
Llevaba meses siendo molestada por compañeros y ningún maestro o compañero le prestaron ayuda, su madre no

sabía qué hacer. Días antes le confesó que había tenido un novio, que todo iba bien y eso amortiguaba la depresión ya diagnosticada desde hacía 6 meses. El novio de 17 solo había hecho una apuesta a que se acostaba con él y aunque no sucedió, él corrió él rumor de que era

una "puta", que nadie se casaría con ella nunca. A ella no le dijo nada, simplemente que ya no quería seguir con ella. Entre la ruptura y el entorno de violencia psicológica optó por irse de una vez. Susi no sabe qué hacer, llora y se encabrona por lo que le hicieron a su hija,

se culpa porque no supo estar para ella, quiere matarse también pero debe cuidar a sus dos hijas menores que también entraron en una voragine de emociones que no saben controlar. El esposo se fue, las dejó. Dijo que no soportaba la idea de vivir en la misma casa donde su hija

usó una cuerda y se quitó la vida y estuvo colgada durante horas, "quizá se arrepintió de último momento y no estuve aquí para ayudarla". Ya nada sirve, Katia se fue con el dolor de no entender al mundo y que el mundo jodido esté lleno de gente HDP que no mide el daño que hace.

El novio fue interrogado, dijo que solo quería divertirse porque Katia era "rara" y siempre hablaba de la muerte, no pensó que fuera a hacerlo.

No pensó, esa puta frase la odio. No pensó.

Susi duerme en la recámara de su bebé, y recuerda todo desde que nació, sus ojos verdes

queriendo descubrir todo agarrarse al mundo, explorarlo y explorándolo murió.
¡Que sociedad tan mierda! Esa que hace daño a otros, que sociedad mierda la que da cobijo a quien agrede y se justifica, sociedad mierda que perdona porque "están jóvenes, porque no es para tanto".

La depresión es ese monstruo que nos convierte en otros, que dibuja sonrisas mientras muestra la guadaña. La depresión finge, dice que no pasa nada y un día de euforia te arrastra a sus fauces y ahí es cuando sí acaba todo.

Ahora Susi es la "mamá de la loca que se suicidó porque la dejaron". La "pobrecita porque dejó a su hija que se matara".
La estigmatización del suicida y su familia se reduce a adjetivos que provienen de la ignorancia el suicidio es tabú porque "cómo vas a hablar de eso tan feo?