Thread by @ferbercovich

Además de los crímenes ya conocidos, la última dictadura cívico-militar dejó huellas urbanas que todavía perduran. Te cuento algunas. #Son30000

La erradicación de villas que llevó adelante el brigadier Cacciatore expulsó de la Capital Federal a alrededor de 150 mil personas, que en muchos casos levantaron asentamientos precarios del otro lado de la General Paz.

La mayoría de los extranjeros fueron deportados forzosamente a sus países de origen.

Esta “limpieza” estaba muy vinculada a la celebración del Mundial 78. De hecho, una de las villas sobre las que pasó la topadora fue la del Bajo Belgrano, a metros de donde jugó la Scaloneta ayer.

Tal era la impunidad de entonces que la familia de René Houseman, quien estaba jugando el mundial con la selección, fue desalojada de la villa del Bajo Belgrano durante el torneo. Ahí vivían alrededor de 300 familias en 11 manzanas. La facha de René era total.

Erradicar las villas tenía un objetivo urbano pero también era parte del plan de aniquilación que tenía la dictadura.

Oscar Oszlak cuenta en su gran libro “Merecer la ciudad” que existió documento oficial llamado “Operaciones contra la subversión urbana”.

Ahí se lee que era importante ubicar “lugares favorables para el ocultamiento o actuación del enemigo (villas de emergencia, universidades, sectores no urbanizados) (…) aptos por el hacinamiento de una gran masa de población proclive al resentimiento y a la insatisfacción”.

Además erradicar las villas, la dictadura hizo un nuevo Código de Planeamiento Urbano (CPU) para la Capital.

Entre otras cosas, redujo el FOT (Factor de Ocupación Total), lo que encarecía el suelo automáticamente. Así, la ciudad se volvía más cara y exclusiva.

En el CPU se prohibía la mayoría de las actividades industriales. Además, se creó el CEAMSE, que se ocupaba de trasladar la basura generada en la ciudad a rellenos sanitarios ubicados en la provincia.

Lo no deseado (cosas y personas), era expulsado hacia afuera de la ciudad.

El modelo urbano de la dictadura era extremadamente auto-céntrico. Por eso, el CPU incluía mucho espacio destinado a la circulación y estacionamiento de autos.

Esto se complementa con el Plan de Autopistas Urbanas (PAU).

La dictadura relegó la construcción de nuevas estaciones de subtes porque le parecía muy costoso y apostó fuerte al auto.

Acá te cuento un poco más
cenital.com/la-ciudad-arte…

Logró construir apenas 2 de las 7 autopistas que planificó. Sin embargo, expropió alrededor de 2.000 viviendas.

Sobre la historia de la Autopista Central, que hubiese partido al medio la ciudad, te recomiendo el documental “AU3”, de Alejandro Hartmann. cinemargentino.com/films/91498858…

El PAU propició la suburbanización de las clases medias y altas de la Capital que tenían auto.

Muchas familias porteñas compraron una casa en los nuevos countries, que eran reconocidos por primera vez por el Decreto 8912 de Ordenamiento Territorial de la PBA.

La 8912 exime a los barrios cerrados de los exigentes estándares que le impone al resto de la producción urbana.

Esto pone fin a los llamados “loteos populares”, lotes baratos sin acceso a servicios adecuados, promovidos por el sector privado entre las décadas de 1940 y 1970.

Exigir menores estándares urbanos había tenido una función social.

Una ley de 1950 relajaba los requisitos para habilitar estos loteos para que las familias de trabajadores que venían a trabajar al AMBA pudieran acceder a uno.

El sector inmobiliario loteaba y vendía en cuotas fijas. Al prohibir lotes de menos de 300m2 que tengan todos los servicios, la 8912 elimina los loteos populares.

Pero los sectores trabajadores seguían necesitando donde vivir: aparecen entonces nuevas villas en la PBA.

Mientras tanto, en la Capital, los alquileres aumentaban por la Ley de Normalización de Locaciones Urbanas, que le había puesto fin a más de 30 años de regulación del precio de los alquileres por parte del Estado.

Esto se da en un contexto de dolarización de los inmuebles.

Hasta ese momento, las casas y dptos. se compraban y vendían en pesos, incluso en momentos de alta inflación. Martínez de Hoz rompió eso.

Lo cuentan @pnemina y Ale Gaggero acá.
tiempoar.com.ar/economia/como-…

Esto se complementó con la indexación de la famosa Circular 1050 y sus desalojos y la liberalización total de las tasas de interés, que encareció el crédito hipotecario.

Como podés ver, así como los crímenes de lesa humanidad siguen vigentes, muchos de los cambios que introdujo la dictadura en términos urbanos tienen sus efectos aún hoy y atraviesan las discusiones sobre qué es "merecer la ciudad". #Son30000 #NuncaMas