Contra lo Woke hay que aplicar la Magnanimidad hispana.
Cuando a alguien se le dice demasiadas veces y demasiado tiempo que no vale para nada, es fácil que acabe por creerlo y ser efectivamente algo incapaz e inválido.
Habría que preguntarse un poco en serio desde cuando se trata de convencer a los españoles de que esa es su condición, individual y, sobre todo, colectivamente. Eso es lo que llaman ahora "mundo Woke", y en español: pusilanimidad.
El diccionario define al pusilánime: “falto de ánimo y valor para tolerar las desgracias o para intentar cosas grandes”.
Por el contrario, magnanimidad es “grandeza y elevación de ánimo”.
Hay cierto número de españoles a quienes parece una impertinencia, casi un ataque o una agresión, insinuar que la magnanimidad sea una posibilidad muy hispana. Tienen el mayor interés en convencernos de que nuestra condición o destino sea la pusilanimidad.
Y en cierta medida lo van consiguiendo. Hay que advertir que ambos términos se refieren a cualidades o actitudes humanas, a la manera de sentirse y comportarse las personas, independientemente de lo que les pase.
Si se acepta la pusilanimidad, vayan como vayan las cosas, se está condenando a la pequeñez, a la mezquindad, al encogimiento.
Como aquel consejero del Rey Théoden del Señor de los Anillos, que vertía veneno en su oído
Si se posee una dosis suficiente de magnanimidad, se pueden afrontar con dignidad y ánimo los reveses y desgracias, las dificultades de todo orden y hasta superarlos.
Desde el temple magnánimo se pueden intentar cosas grandes.
En buena medida está en nuestra mano ser magnánimos o pusilánimes; y de ello depende que España en su conjunto sea una cosa u otra.
Precisamente la magnanimidad ha sido el carácter primordial de España durante gran parte de su historia; se ha pasado la vida, intentando cosas
grandes; logrando las unas veces, fracasando otras, y entonces, con valor para tolerar las desgracias, para no desmayar, darse por vencido, acoquinarse.
La historia de España nos enseña muchos ejemplos maravillosos de esto
Tomemos como ejemplo 1717, cuando las tropas españolas conquistaron Cerdeña e invadieron Sicilia al año siguiente y por ello, Gran Bretaña, Francia, Holanda y Austria firmaron la Cuádruple Alianza contra España. España contra el mundo.
Convendría estar claros sobre los momentos
(que son varios) y los motivos o estímulos que han hecho deslizarse la pusilanimidad woke en las mentes, y, sobre todo, en los ánimos de los españoles, para poner en peligro la magnanimidad de su totalidad de sus empresas, de su manera de sentirse en la vida.
No hace falta, que conste, “sentirse bien”; se puede estar en situaciones lamentables, penosas, dificilísimas. Pero el que es magnánimo se dice: “aquí estoy yo y nadie es más que nadie” y no está dispuesto a ceder al peso de la adversidad
No consiente al pesimismo, al desánimo, no dimite de su deber, ni de sus posibilidades, hace lo que tiene que hacer, y si no se puede “se hace un poder”.
La historia española no se entiende más que desde la magnanimidad, que no excluye los errores ni los fracasos.
Si se la repasa con veracidad y algún conocimiento se ve como las fases de pusilanimidad han sido excepciones, y casi siempre inducidas, provocadas artificialmente desde fuera o desde dentro.
¿Por qué factores?
Los impulsos exteriores, que han sido muchas veces decisivos, suelen proceder de la hostilidad, la rivalidad o simplemente la envidia.
Los internos son más interesantes y complicados. En muchos casos, mero contagio de los exteriores, por mimetismo, complejo o beatería.
Otras veces tienen un origen propio y suelen responder a un profundo descontento de uno mismo.
Creo que las personas se conocen bastante bien. La idea de que todos tienen un gran concepto de sí mismos es un error.
Es posible que finjan tener ese concepto (fake it ‘till you make it), para convencer a los demás y que estos acaben por persuadirlos y darles seguridad, pero la mayoría de los imbéciles saben en el fondo que lo son, y los sinvergüenzas no tienen la menor duda sobre ello.
Ese profundo descontento, sobre todo, cuando va acompañado de éxito exterior y público, engendra un rencor corrosivo, del que se pueden encontrar un amplio muestrario en diversos momentos de nuestra historia.
El desprecio de uno mismo lleva indefectiblemente al intento de extenderlo y proyectarlo sobre los demás, y muy principalmente, sobre la sociedad a que se pertenece y de la que se está hecho.
A veces, esta actitud tiene un carácter estrictamente individual; otras veces se moviliza desde un grupo, que puede ser una profesión, una clase social, una región.
Si se lanza una mirada sobre la situación presente, se encuentran ejemplos clarísimos de todo esto, que explican gran parte de lo que nos pasa. Lo woke lo inunda todo, y no es más que un complejo atávico disfrazado, no es más que pusilanimidad
Lo importante es que se puede reaccionar contra la pusilanimidad simplemente no aceptándola, adoptando la magnanimidad como forma de ser.
Los estoicos decían "Omnia mea cum me porto” (llevo conmigo todo lo mío); Cervantes repetía "tú mismo te has forjado tu ventura“
Adscribirse a una de las dos posibilidades humanas es algo nuestro, a nuestro alcance, y que depende de cada uno de nosotros.
Por tanto no hay excusa ni disculpa que valga
No se puede apelar a "lo mal que están las cosas”, porque precisamente cuando están mal es cuando hay que poner en juego la actitud magnánima. En la medida en que la pusilanimidad se extiende a España en su conjunto, no solo es una vileza, sino ante todo un error
España es hoy una nación grande, de las mayores de Europa, con una proyección exterior inmensa, inevitable por mezquina que sea su política, con pertenencia intrínseca a un verdadero mundo, lleno de realidad y de posibilidades con una de las escasísimas lenguas universales
Y, por otra parte, la calidad humana media del español (no la de los que hacen más ruido) es muy alentadora; la riqueza de sus ciudades, obras de arte, paisajes, tiene poco o nada que envidiar a otros países. Y hay que agregar una cultura que está esperando a que los que hablan
de esas cosas y pontifican se enteren de ella y si pueden aporten algo.
Con pusilanimidad no se va a ninguna parte decorosa, es fea, como vemos. Con magnanimidad sí puede intentar todo lo que vale la pena, y ya es bastante; pero además hay grandes posibilidades de conseguirlo.
Si se piensa que el ataque de pusilanimidad que amenaza España no es exclusivo, sino que tiene mayor extensión, las consecuencias que pueden extraerse es que si los españoles lo superaran y volvieran a su actitud más propia y arraigada, tendrían grandes probabilidades de recobrar
el nivel que les pertenece y al que muchos están dispuestos a renunciar, y algunos a imponer su renuncia.
Por tanto podemos forjar nuestro destino. Lo estamos haciendo.
Abandonaste tu sueño de ser escritor y fuiste a la facultad de medicina para no decepcionar a tus padres.
Aguantaste tu primera relación dos años más porque romperla habría herido los sentimientos de tu novia.
Te casaste, a pesar de tener mil dudas, porque las invitaciones ya estaban mandadas, y era muy violento cancelar la boda.
Profesionalmente nunca rechazaste propuestas que sabías que estaban condenadas al fracaso porque no querías generarte enemigos.
Viste como tu amigo se autodestruía en una relación tóxica o con un vicio, pero te callaste porque no era tu problema ni nadie te había dado vela en ese entierro.
No fuiste al colegio a protestar por cómo trataban o lo que enseñaban a tu hijo para evitar montar espectáculos.
Políticos supuestamente de centro derecha ven con una benignidad cómplice los males concretos del mundo. Son el tonto útil de una agenda que en el mejor de los casos perpetúa el peor siglo de la historia.
¿No lo ven?
(Hilo de sábado)
Los últimos 120 años han sido los más homicidas de la historia: cientos y cientos de millones de muertos por violencia humana en guerra: I y II Guerra Mundial, matanzas nazis de judíos, Biafra y Uganda, Vietnam, Bosnia, Ruanda, Irak, Afganistán, Siria, Ucrania, etc.
120 millones de personas murieron a causa del comunismo. 42 millones de rusos, según un informe de la KGB (1994) fueron asesinados entre 1928 y 1952. Desde 1945 se han combatido más de 250 guerras llamadas locales, con un total de más de 30 millones de muertos
EL PLAN PARA DESACREDITAR A LA DERECHA ESPAÑOLA EN EUROPA
Esto es lo que he oído y lo cuento como lo he oído. No me hagáis mucho caso porque puede resultar como lo de las balas, la navajita y el plan Rubalcaba en las elecciones de Madrid 😉.
El día 28 de mayo se celebran elecciones autonómicas y municipales. Las expectativas de una debacle del PSOE están siendo alimentadas por casi todos los medios de comunicación. La realidad es que la estructura local del PSOE es bastante más sólida que la imagen de Sánchez.
Y por tanto no es de prever que el resultado de las elecciones sea un absoluto desastre para el PSOE. Mantendrán muchas plazas gracias a que los barones siguen controlando el voto cautivo local y están tratando de desvincularse de Sánchez. Pero es falso, son lo mismo.
Si Trump es detenido mañana, no será más que una photo-op.
Una imagen de Trump detenido para animar a las bases demócratas para 2024.
Saldrá bajo fianza en unas horas
Sin embargo, esto asegurará su victoria en las primarias (no hay nada que unifique más a los votantes republicanos que arrestar a uno de los suyos).
Luego Trump estará unos días recaudando dinero con esta excusa e incluso poner algún tweet.
Luego pasará a una estrategia global de reformar el sistema de justicia estadounidense, que ignora a los verdaderos criminales y coloca a muchas personas tras las rejas por delitos menores (algo que sería popular entre las minorías).
Tucker Carlson está haciendo algo muy importante. Por primera vez, el público está viendo que los eventos del 6 de enero fueron muy distintos de lo que ha sugerido el USGov, incluido el Comité del 6 de enero.
El Gobierno americano engañó al mundo.
Hilo
El Congreso liderado por Pelosi (demócrata) tenía acceso a todos los vídeos del Capitolio desde las 12:00 del mediodía hasta las 8:00 p. m. del 6 de enero. suman 41.000 horas, pero el Departamento de Justicia (y por tanto la defensa) sólo recibió 15.000 horas.
El Comité de Investigación del 6 de enero (creado para dar imagen de que Trump instigó un golpe de Estado) editó con maldad las imágenes, ayudados del expresidente de informativos de la ABC. nypost.com/2023/03/05/hou…