La noche del 9 de Junio de 1980 casi fue la última de Pryor. Después de varios días fumando crack en su casa de Los Ángeles, se quemó vivo.
Salió corriendo por la calle como una gran bola de fuego hasta que, unas manzanas más allá, fue asistido por una patrulla de la policía.
El clip es de 'Live on the Sunset Strip', de finales de 1981, el primer espectáculo filmado de Pryor tras el incidente.
Él mismo admite en su autobiografía que quizás no es el mejor de sus monólogos, pero que tiene algunos fragmentos muy buenos.
Y ambas cosas son ciertas.
Para el primer show en vivo que filmó, 'Wanted: Live in Concert' se estuvo entrenando durante meses para estar en forma. El álbum forma parte de la Biblioteca del Congreso de EEUU por su relevancia.
El fin de semana antes de rodar 'Sunset Strip' fue a Oakland y se metió de todo.
La vida de Richard Pryor no fue un camino de rosas:
❌Nació en un burdel regentado por su abuela
❌Su madre era alcohólica
❌Abusaron de él a los 7 años
❌Fue adicto a la cocaína y el crack
Todo eso le dejó grandes cicatrices pero fue capaz de reírse de ello.
Empezó con un humor para todos los públicos. En 'The Kraft Summer Music Hall' coincidió con un joven George Carlin.
Como Carlin, Pryor un día dio un giro de 180 grados a su comedia para hacerla menos blanca (badum-tss).
Y como Carlin, se convirtió en un titán del "stand-up".
"Su epifanía" como la llamaba se produjo en una actuación en el Aladdin de Las Vegas que le había conseguido su agente.
Desde el escenario vio centenares de caras mirándolo. Pensó muchas cosas, pero lo único que pudo articular fue:
"¿Qué hostias hago aquí?"
Bajó y se largó.
Pasó de un humor observacional neutro a una voz propia y provocativa.
Harto de escuchar el peor insulto que los blancos usaban con los de su raza, asumió esa palabra; la hizo suya. Si la decía él no era un insulto.
Hasta la usó para titular su tercer álbum. Y ganó un Grammy.
En 1977 tuvo su propio programa, 'The Richard Pryor Show' en el prime time de la NBC.
Para demostrar que no había tenido que renunciar a sus principios hizo una promo desnudo. "No me ha costado nada...", decía, pero sí.
La promo fue vetada y el show, cancelado tras 4 programas.
Entró en el cine a lo grande con 'El expreso de medianoche' y 'Locos de Remate', junto a Gene Wilder.
Tenía la espinita de 'Sillas de montar calientes' que coescribió junto a Mel Brooks, pero no le dejaron protagonizar.
"Las pelis son para hacer pasta" y venía mucha en camino.
Con la fama también vino la adicción a la bebida y las drogas, problemas graves con sus parejas, infidelidades, agresiones...
Ese espiral llegó a su punto más caliente la fatídica noche del 9 junio de 1980.
En 'Live on the Sunset Strip' le dedica casi 20 minutos al asunto
Explica con detalle como esa noche estaba tan colocado que la pipa de crack le hablaba, que su amigo Jim Brown le vino a rescatar de su adicción, pero que pasó de él.
Y cuenta que, accidentalmente, se incendió.
Las alucinaciones son ciertas. El resto, bueno...
En 'Pryor Convictions', su autobiografía de 1995, confiesa que se trató de un intento de sucidio. Se rocío con ron y, delante de la mirada atónita de su primo, prendió el mechero Bic. Tres veces.
Hasta arder.
Todo el equipo del hospital para quemados Sherman Oaks le trataron con mucho mimo.
Pryor admite que no sabía que los nervios quedan dormidos para anestesiar el dolor. Quemado de arriba abajo, él no sentía nada. Estaba bien.
🧠¿Cómo de ágil eres mentalmente?
No importa Robin Williams lo era más. Mucho más.
“¿Qué pasa en tu cabeza, Robin?” le preguntó James Lipton.
Empezamos su intento de respuesta en el #MakeEmLaugh de hoy. ¿Me acompañáis?
HILO 🧵⤵️
El video que nos serviría de columna vertebral dura casi siete minutos, por lo que lo dosificaremos en tres partes. ✂️
Merece la pena, palabra.🙏
📺Forma parte de la séptima temporada del programa de entrevistas ‘Inside the Actors Studio’ y se emitió en junio de 2001.
Robin Williams era un genio.
No presumía de ello y puede que no entre en el espectro de lo que solemos asociar a genialidad, pero cualquier persona que interactuara con él, se daba cuenta casi al instante.🤩
Tampoco era tonto, pese a abandonar sus estudios. Era un tipo brillante.
Mantuvo su personaje público tan férreamente que muy pocos han escuchado alguna vez su voz.
Empezaremos el #MakeEmLaugh así: ¡Harpo, habla!🗣️
HILO🧵⤵️
Adolph Marx nació después de los dolores y de su hermano Leonard.
Mucho tiempo antes de que Hitler apestara su nombre, ya se había mudado a otro, Arthur, pero poco importaba; todo el mundo le conocía por su mote artístico: Harpo.
El monologuista Art Fisher lo bautizó así por su afición por el arpa. No lo hizo en una iglesia, sino en una timba de poker.
En esa partida, Julius el gruñón pasó a ser Groucho; Leonard, Chico, por su afición a las faldas; y Milton, Gummo por las suelas de goma de sus zapatos.
En unas semanas se estrena el reboot de 'Agárralo como puedas', en el que Liam Neeson interpreta al hijo del mítico Frank Drebin.
Pero el personaje de Leslie Nielsen nació una serie que terminaba sus episodios así.
Bienvenidos al #MakeEmLaugh de ‘Police Squad!'🚨
HILO🧵⤵️
En 1980, Jerry Zucker, Jim Abrahams y David Zucker dirigieron ‘Airplane!’ o 'Aterriza como puedas', que desató la fiebre de las parodias o “spoof”.
La mayoría de ellas, las mejores al menos, llevan la firma de estos tres directores, conocidos popularmente como los ZAZ.
Una de las claves de estas películas era contratar a galanes de otras épocas, que el público identificaba como actores serios y hacerles hacer el ganso.
En ‘Aterriza…’, por ejemplo, estaban Lloyd Bridges, Robert Stack, Peter Graves y, claro, Leslie Nielsen.
Will Forte interpretó a muchos personajes en sus ocho temporadas en Saturday Night Live.
Su preferido es este peculiar entrenador que intenta motivar a su equipo al descanso de un partido que tienen perdido.
Ahora sabréis por qué. 😅
Dadle al play del #MakeEmLaugh. 🧵⤵️
En el sketch 'Locker Room Motivation', Forte contó con la inestimable colaboración del quarterback Peyton Manning, que el 24 de marzo de 2007, ejercía como anfitrión del programa.
Era su cumpleaños y se coronó como un invitado con sentido del humor y que daba mucho juego.
Es un ejemplo perfecto de que en los sketches del SNL la ejecución no sale siempre tal y como se ha concebido.
A veces una buena idea, o un buen guión, acaba en un sketch mediocre.
Otras, el resultado supera cualquier expectativa, como en el caso que nos ocupa.