Thread by @cronaueres

En una ocasión, un ingeniero tuvo que llevar tortillas de patata a una fiesta con amigos. Lo que ocurrió después no os lo podéis ni imaginar.
Hilo sobre licitación de una tortilla de patatas.

Antes de empezar, las menciones y agradecimientos. El hilo responde a una petición de @conYde_Isabel.
El contenido no es mío. Está literalmente copiado de una carta a "La Voz del Colegiado", con pequeñas adaptaciones al medio. Sirva como homenaje a Pedro García Navarro

@conYde_Isabel El pasado domingo estuvimos con unos amigos, disfrutando de un tranquilo día de campo. Para organizar la jornada habíamos repartido entre varios matrimonios los preparativos.
Nos tocó llevar las tortillas de patatas, y ahí comenzó mi desdichada odisea.

@conYde_Isabel El sábado por la mañana, durante el desayuno, tomé papel y bolígrafo, preguntándole a mi mujer:
-¿Qué compro? ¿Cuánto dinero tengo que llevar?

@conYde_Isabel -Somos seis personas, pues tráete una docena de huevos, dos kilos de patatas, un litro de aceite y sal. Dos euros para los huevos, dos para las patatas y tres para el aceite: llévate diez euros -contestó ella.

@conYde_Isabel Por deformación profesional pensé que mi lista de la compra eran las mediciones y presupuestos de un gran proyecto denominado "Tortilla de patatas". Repasando el pedido, caí en la cuenta de que mi mujer, como persona sensata que es, había medido holgadamente.

@conYde_Isabel Así cubría posibles imprevistos, como los buenos proyectos de ingeniería civil.
Camino del mercado me encontré con un amigo que, tras interrogarme sobre mi destino e intenciones, me confirmó que esos eran los ingredientes y cantidades necesarias para una buena tortilla.

@conYde_Isabel Pensé que sus consejos eran una especie de asistencia técnica que, aunque únicamente se limitaba a confirmar lo que ya sabía, me transmitía tranquilidad por el módico precio de dos cervezas.

@conYde_Isabel Inmerso en mi paralelismo entre cocina e ingeniería, llegué al mercado algo trastornado. Sumergido en mis pensamientos daba vueltas entre los múltiples puestos, como si fuese subido en un loco carrusel de feria, intentando descubrir cuál ofrecía la mejor relación calidad/precio.

@conYde_Isabel ¡Era imposible estudiar todos los establecimientos! ¡Dificilísimo encontrar la mejor oferta de mercado por este procedimiento! Además, cometería una injusticia si no revisaba todos los productos, porque no otorgaba la misma oportunidad a cada vendedor.

@conYde_Isabel A punto estaba de alcanzar la locura cuando me iluminó una idea feliz:
-Si mi lista de la compra es un proyecto, ¿por qué no hago una licitación pública? Sin duda, la Administración Pública debía comprar mejor que nadie.

@conYde_Isabel Subí unos peldaños, me coloqué sobre una tarima que había en el centro del mercado, y grité:
-¿Quién me vende los ingredientes para una tortilla de patatas?

@conYde_Isabel Se acercó un primer vendedor, sorprendido por mi procedimiento, y me ofreció todo lo que yo quería por seis euros.
-¡Fenomenal! -pensé- Sobran cuatro sobre mi presupuesto inicial.

@conYde_Isabel Justo antes de cerrar el acuerdo se acercó un segundo vendedor y me dijo:
-Yo puedo ofrecerle el mismo pedido por el mismo precio, y además tengo gratuito un servicio de reparto a domicilio para que usted no se moleste.

@conYde_Isabel Desconcertado ante el éxito de mi licitación, grité nuevamente:
- ¿Alguien ofrece algo más?

@conYde_Isabel -Yo se lo vendo todo por tres euros, se lo lleva a casa mi repartidor y como no tiene ningún otro pedido que entregar después, puede prepararle las tortillas en su domicilio. Es un cocinero excelente, trabajó de pinche en uno de los mejores restaurantes de la ciudad.

@conYde_Isabel Llegué a casa exultante.
-¡Qué tío más listo soy!
Cuando le conté todo a mi mujer, reaccionó con perplejidad:
-¡Es imposible! ¡No te has enterado bien! - repetía como una cantinela.

@conYde_Isabel Trasladado a mi lenguaje, interpreté que lo que le pasaba era que pensaba que mi acuerdo estaba en presunta temeridad. Estaba clara la actuación que debía realizar:
Llamar para confirmar que podían realizar lo acordado.

@conYde_Isabel Tomé el teléfono y me quedé tranquilo, puesto que me dijeron que ya habían prestado este servicio en otras ocasiones similares con gran éxito, y que no desconfiase del precio, porque su negocio se basaba en poseer un huerto propio para cultivar las patatas a bajo coste.

@conYde_Isabel -¿Ves como era un buen trato? - afirmé ante mi mujer.

@conYde_Isabel Era domingo por la mañana y no había llegado el pedido. Empezaba a impacientarme, porque dos horas más tarde debíamos partir hacia nuestro encuentro con las tortillas incluidas.
Al fin sonó el timbre. Allí estaba mi repartidor/cocinero con varias bolsas.

@conYde_Isabel -¡Qué alegría!
Comenzó a pelar patatas... Pocas parecían.
-¿Cuántas trae?
-Un kilo.
-Dos compré yo.
-Ya, pero hemos pensado que realmente con uno le será suficiente para seis personas.

@conYde_Isabel "Pero yo pagué por dos", pensé, y callé para no aumentar la crispación y poner en riesgo el éxito de mi operación.

@conYde_Isabel Pasados unos minutos se reanudó la conversación.
-Me he traído unas cebollas y unos pimientos que le darán mejor gusto a la tortilla. No se preocupe que se las dejaré a tres euros adicionales por ingrediente - me decía mientras ya los troceaba sin que me diese tiempo a rechistar.

@conYde_Isabel "Debí haberlos incorporado a tiempo en la lista de la compra", pensé. "Ahora ya es tarde".

@conYde_Isabel Finalmente salté ante una nueva provocación:
-Encargó usted una docena de huevos. En nuestra opinión no son suficientes, así que emplearemos catorce, pero debe pagarme un euro más - razonaba mi cocinero.
-Ustedes me están engañando - protesté enérgicamente-. ¡Esto es una estafa!

@conYde_Isabel -Pues si no le parece bien, me voy y punto. Eso sí, abonando los costes que he tenido hasta el momento. O tendremos que acudir a la vía judicial.

@conYde_Isabel Me tomé unos segundos de pausa. No tenía escapatoria.
Mis comensales estarían listos en una hora, las tiendas estaban cerradas y no tenía ningún plan B.
Además, tenía que acabar con esa tortilla como fuese, para no quedar como un tonto ante mi mujer.

@conYde_Isabel Y judicializar un día de campo me parecía demasiado fuerte.
Así que le dije:
-¿Cuánto le debo?
-Diez euros y estará lista en diez minutos.

@conYde_Isabel ¡Casualidad! Lo mismo que presupuestó mi mujer inicialmente. Había salvado la operación de la mejor manera posible.
¡Qué alivio!
Entonces me despedí:
-Están ustedes locos. ¿Por qué ofertan lo que no pueden cumplir?
-Más loco está usted, que compró una tortilla de 10 euros a 3.

@conYde_Isabel Todas las imágenes del hilo son de dominio público y libre uso, o son CC-A de Wikipedia.

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