Groucho siempre tuvo un sí para Dick Cavett. Había sido su guionista cuando presentó 'The Tonight Show', en el impás entre Jack Paar y Carson, e iba a todos sus programas.
Empezamos el #MakeEmLaugh con una pregunta sobre Margaret Dumont y una respuesta propia del mejor Marx.
La Dumont era una mujer lista y no tenía nada que ver con el personaje de señorona rica de la alta sociedad que Groucho solía agasajar, más por interés económico que romántico.
Participó en siete películas de los Marx, incluida la Sra. Claypool de 'Una noche en la ópera'.
Groucho, y como él otros muchos, consideraba que 'Una noche...' era la mejor de sus películas.
No porque tuviera el mejor guion, o brillantes interpretaciones o hubiera más dinero en la producción. O quizás por todo ello, pero, sobre todo, por un señor llamado Irving Thalberg.
Thalberg era el niño de oro de Hollywood. Un talento que todos los estudios querían tener en sus filas y que en 1934 estaba al frente de la Metro-Goldwyn-Mayer.
"Conmigo harán películas de verdad", les dijo.
Groucho se sulfuró, como recordaba en 'Groucho y yo'.
Groucho respetaba e idolatraba a Thalberg. Era de las pocas personas que consideraba un genio.
Cuando murió a los 37 años, Groucho perdió el interés por seguir haciendo películas. Si no fuera para pagar las deudas de juego de Chico, probablemente lo hubiera dejado. #MakeEmLaugh
El primer encuentro formal se tenía que celebrar en el despacho de Thalberg en la Metro.
Pero "el último magnate" era un hombre muy ocupado y no llegaba nunca y a los Marx no les gustaba esperar.
Así que se produjo una escena digna de una de sus películas. #MakeEmLaugh
El plan de Thalberg para mejorar las películas de los Marx era darles una trama. "Vosotros dadme las risas; yo os daré la historia".
'Una noche en la ópera' va de un joven tenor persigue a su amada al otro lado del mundo para triunfar en la ópera, con la ayuda de tres locos.
Thalberg les preguntó qué guionistas querían y, sin dudar, los Marx reclutaron a dos que ya habían escrito sus primeros vodeviles y algunas de sus películas: George S. Kaufman y Morrie Ryskind.
La escena del contrato es la quintaesencia de la comicidad de estos dos genios.
Otra de las mejoras fue un tour de shows en vivo por todo el país para probar gags antes del rodaje.
Durante 25 días hicieron cuatro shows al día cambiando todo lo que no funcionaba. Eso les permitió rodar la película en 40 días sin casi ensayos.
Uno de los momentos madurados durante ese tour fue la escena del camarote. Con el tiempo se ha convertido en la más recordada de la película e incluso de toda su carrera.
Empieza con el diálogo absurdo con el camarero al que piden de todo... y dos huevos duros. #MakeEmLaugh
Acto seguido, el camarote diminuto se llena de gente: las camareras de piso, una manicurista, dos fontaneros, una joven que busca a su tía, los camareros con la comanda de víveres...
No es el escenario perfecto para la cita romántica que pretende Driftwood con el personaje de Dumont y acaba como acaba.
El germen de la escena del camarote la tuvo Buster Keaton, que trabajaba como escritor de gags para la MGM.
La idea estaba basada en esta otra escena de 'The cameraman', que el propio Keaton había protagonizado unos años antes. #MakeEmLaugh
'Una noche...' es la primera película en la que los Marx eran tres. Zeppo, el menor, el galán, el soso, decidió hacerse agente y dejar la actuación.
✂️Cuando Thalberg se enteró, quisó recortarles los honorarios. Groucho le dijo que sin Zeppo eran, como poco, el doble de buenos.
Sólo faltaba el director y se puso al frente a Sam Wood, un hombre rígido y serio para poner cordura.
📢Cansado de que Groucho no dijera las frases como él quería, exclamó: "no se puede hacer un actor de la arcilla".
🥸 Groucho le replicó: "ni un director de la madera (Wood)".
Al final, Thalberg cumplió su promesa: 'Una noche en la ópera' recaudó más del doble que 'Sopa de ganso', que hasta entonces había sido su mayor éxito.
No sólo hizo la mejor película de los Marx si no una de las mejores películas cómicas de todos los tiempos. #MakeEmLagh
Hasta aquí el #MakeEmLaugh de hoy. Espero que os haya gustado. 😘
Si es así y según dice el contrato, la parte contratante de la primera parte deberá dar 🔁 y ❤️a este hilo de la parte contratante de la segunda parte.
Joan Rivers no hizo caso y se convirtió en un referente de la comedia a base de decir lo que otros sólo se atrevían a pensar.
Y es la reina de este #MakeEmLaugh #TómateloMenosEnSerio, de @Jameson_es.🧵⤵️
No fue la pionera, hubo otras antes, pero Rivers rompió moldes y cambió paradigmas para las mujeres cómicas, por los temas de los que hablaba y, sobre todo, por la manera cómo lo hacía.
No lo tuvo fácil, pero incluso quien nunca ha oído hablar de ella, le debe mucho. 🙏
Joan Sandra Molinsky quiso ser cómica desde siempre.
En los años 50 esa profesión equivalía socialmente a ser "stripper" o "call-girl". Y tuvo que sufrir mucho. En su casa, una familia benestante judía, y en el mundillo.
Pero ella copiaba chistes de otros y actuaba donde podía.
En 1980 la Academia Francesa de cine concedió el César de honor a Louis de Funès.
El encargado de entregárselo fue un cómico que De Funès admiraba profundamente: Jerry Lewis.
Y, como era esperable, no fue una entrega protocolaria. 𝙌𝙪𝙚 𝙡𝙚 #MakeEmLaugh 𝙘𝙤𝙢𝙢𝙚𝙣𝙘𝙚 !🧵⤵️
Hubo un tiempo en que "la comedia francesa del año" siempre era la que estrenara un tipo bajito, de ojos azules y sus ataques de ira llenos de muecas y onomatopeyas.
Era francés, pero De Funès basó su célebre personaje gruñón en sus genes españoles. Como aquí, en 'Oscar'.
Leonor Soto y Carlos Luis de Funès de Galarza tuvieron que emigrar a Francia para poder consolidar su matrimonio, vetado por el padre de ella.
El pequeño Louis, travieso e indisciplinado, sacaba de sus casillas a su madre que lo reñía y amenazaba con gestos de desesperación.
Todos los cómicos estadounidenses sueñan con presentar 'The Tonight Show'.
Conan O'Brien lo logró, aunque sólo durante siete meses y no por ser un déspota, como aquí parece.
Se fue por principios. Por eso es digno de un #MakeEmLaugh #TómateloMenosEnSerio, de @Jameson_es. 🧵⤵️
Conan fue el mayor damnificado de la guerra de los Late Night Shows en EE.UU, que empezó con la retirada del mítico Johnny Carson y su reemplazo al frente de 'The Tonight Show'.
Los principales protagonistas, David Letterman y Jay Leno.
El año, 1⃣9⃣9⃣2⃣.
Letterman presentaba el 'Late Night', el programa que iba a continuación de The Tonight Snow, ya de madrurgada, y era el más firme candidato a sustituir a Carson.
Llevaba 10 años con buenos ratings, era gracioso, trabajaba en la misma emisora (NBC) y era el favorito de Carson.
Carrie Fisher fue y será siempre la princesa Leia. Eso podría ser un regalo, pero ella le tenía "rencor" al creador de #StarWars George Lucas.
Con Fisher estrenamos los #MakeEmLaugh de gente de la comedia que sigue al dedillo el lema de @Jameson_es: #TómateloMenosEnserio.🧵⤵️
Aunque no lo parezca ese fragmento forma parte de un homenaje, el que el American Film Institute rindió a Lucas en 2005.
Carrie Fisher tenía un gran cariño por el director y productor pero vertía con humor en su discurso todos los traumas que ese papel le habían provocado.
Como la princesa Leia Organa, Carrie era de la realeza, la de Hollywood.
A diferencia del personaje que la hizo famosa, ella sí conoció a sus padres biológicos, la actriz Debbie Reynolds y el cantante Eddie Fisher. Quizás por ellos, el lado oscuro estuvo siempre muy presente.