Morena no va a destruir el país. No va a desmantelar la democracia. No va a degollar la libertad.
Lo vamos a hacer nosotros.
El principal problema nacional tiene un nombre preciso: apatía.
Hay dos países.
Un México, el primero, muere de conformidad. Lo conforman 18 millones de personas que son el voto duro de Morena.
El segundo, de 110 millones más, muere de indiferencia.
Ahí estamos.
En el momento en el que el país comienza a crujir por una violencia desmedida, por una presión fiscal insostenible, por una corrupción imposible ya de ocultar, la población se queda en casa.
La serie de escándalos que se aproximan, auspiciados desde
Estados Unidos, revelarán el grado de podredumbre de Morena: la limitada capacidad intelectual del presidente, su ilimitado cinismo para mentir, las densas redes de tráfico de influencias y negocios ilegales, los tratos del régimen con el crimen organizado.
*Pero la sociedad está pasmada,
la queja se reduce a críticas de café, a tuits y posteos.*
A la hora de la verdad, nada sucede.
¿Cómo no iba a ganar Morena las elecciones si hubo estados —Quintana Roo, Oaxaca— en donde casi el 70% del
electorado se quedó a ver la tele el día de la elección?
En Guerrero se cometió el abuso de bajar a un violador de la candidatura, sustituirlo con su hija y decir abiertamente que él iba a gobernar y, pese a ello, ganó. 4 de cada 10 no salieron a votar.
México es un país de habitantes, *pero no de ciudadanos.*
La destrucción del país es tal por una razón: no hay consecuencias para nadie.
Diputados y senadores hacen lo que les viene en gana (vean al PRI y a Morena) porque nadie se toma la molestia de
presionarlos antes de las votaciones.
No hay demandas para que se encarcele a los responsables del saqueo de Segalmex ni para que el fiscal, o Bartlett, renuncien.
*No hay resistencia civil. Tampoco toma de calles.*
Por eso a los padres de niños con cáncer se les ofende llamándolos golpistas.
Gatell se burla sobre un millón de cadáveres.
Morena dice que el ejército mató a los jóvenes en Ayotzinapa y Morena impone que ese mismo ejército nos cuide.
López Obrador saluda
abiertamente a la mamá del chapo y suelta a su hijo. Chico Ché es el nuevo vocero presidencial.
Así nos tratan, y *lo permitimos*.
*México muere de apatía*.
No: no es morena el que destruirá a México. *Seremos nosotros.*
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Pablo Hiriart
Un escalofrío recorre la espalda de la nación: México podría estar cayendo en manos de grupos criminales con el disfraz de buenas intenciones ideológicas.
Tres focos rojos perturban:
1.- El desfalco más cuantioso al erario en la historia nacional se ha dado en estos últimos años en la empresa estatal Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), de la que se desviaron alrededor de 15 mil millones de pesos.
La cantidad del robo es descomunal, pero no es lo más importante. Lo grave es la colusión criminal de funcionarios con empresas delictivas para simular compras y esfumar el dinero, cuya pista lleva a bancos venezolanos, beliceños y de Puerto Rico.
*FEROZ TIRÓN DE OREJAS A LOS GOBIERNOS DE AMÉRICA LATINA POR PARTE DEL GOBIERNO CHINO.*
Tras la ejecución de Enrique Arciniegas Valencia, quien fuera el primer colombiano ejecutado en China, por el
delito de narcotráfico, el primer ministro chino, Wen Jiabao, retrató fielmente a Colombia, Venezuela, Ecuador, México, en general América Latina y Centroamérica, haciendo estas siguientes recomendaciones:
*“PENA DE MUERTE para crímenes comprobados. Así de simple. Ninguna sociedad honesta y trabajadora merece vivir con tanto miedo. La eliminación de criminales peligrosos atemorizará al resto de delincuentes. Crecerá la seguridad pública y su gasto se reducirá drásticamente.
El crecimiento de Morena en los gobiernos estatales ha ido acompañado de un significativo incremento de los índices de inseguridad que nos coloca en el punto más violento de la historia de México.
Los indicadores económicos y sociales inciden directamente en el índice de la delincuencia, ello, aunado a factores como la corrupción y la impunidad que prevalecen en el gobierno de AMLO, hacen que algunos estados enfrenten largos periodos de inseguridad y
violencia, peor que
con cualquier otra administración.
El jueves hace una semana, AMLO lo reconoció, aunque se justificó con el argumento de siempre: “Ahora nos dicen: ‘qué barbaridad que el gobierno de ahora es el gobierno que tiene más homicidios’. Sí. ¿Pero por qué no pones la lámina de
En octubre de 2019, le pregunté a Andrés Manuel López Obrador en una conferencia matutina qué estaba haciendo su Gobierno para combatir la
producción de fentanilo en México y su tráfico de México a Estados Unidos.
"Se están destruyendo laboratorios, constantemente", respondió.
Yo llevaba meses trabajando en una base de datos con el registro de los laboratorios que se habían destruido, muy pocos
hasta entonces, y los decomisos que se habían hecho desde diciembre de 2018. En Univision Investiga, donde trabajaba, queríamos entender si México era aún solo un país que servía de paso al fentanilo, o ya era un sitio de producción.
Toda la vida aferrados a dogmas socialistas y de pronto descubrieron que el bueno no era Carlos Marx sino Adam Smith.
Lástima que haya sido demasiado tarde.
La estrategia para combatir la inflación a la que convocó el
presidente López Obrador a sus colegas de Cuba, Argentina, Brasil y Colombia, bien podría llamarse “el plan de los conversos”.
El plan de AMLO, expuesto a sus colegas el pasado jueves 2 de marzo, consiste en “fomentar intercambios comerciales y eliminar los
aranceles para combatir la carestía y disminuir los precios de bienes esenciales” como los alimentos (El País 2-3-23).
Haberlo dicho antes.
Estos personajes, hoy presidentes, combatieron el libre comercio durante casi toda su carrera, promovieron el autoconsumo para